La cantante, actriz y presentadora de televisión Lorena Castell acaba de ser entrevistada por Torito en el número de julio de la revista Primera Línea. "A esta todoterreno catalana de 31 años y perfecta agitadora de masas le quedan pocos rincones artísticos por explorar. Creadora, junto a Carlos Bayona, del pop electrónico más divertido de nuestro país, es además un animal televisivo de armas tomar", publica el reportero de Telecinco.
Como enamorada del cine español que es, Lorena Castell ha aceptado el reto mensual de Torito "que en esta ocasión consiste en convertirse por unas horas en la novia sangrienda de la peli 'REC3', su preferida de la saga. Y es que ella también tiene claro que el mejor día de tu vida puede convertirse en el peor".
Preguntada por lo más friki que le ha tocado hacer en la televisión, Castell recuerda perfectamente ese momento. Fue en el programa de Jordi González. "Después de perder en Eurovisión, entré en el plato dentro de un ataúd, como si aquello fuera mi muerte musical".
Precisamente se decanta por el presentador de 'El gran debate' antes que por Javier Sardá. "Con Jordi tengo muy buena relación. Es un profesional de los pies a la cabeza, nunca se sale de su papel y sabe improvisar desde la elegancia. De Sardá aprendí que algo que parece improvisado puede estar guionizado y quedar muy natural".
Lorena Castell, entrevistada por Torito en el número de julio de Primera Línea.
Como suele ser habitual en Torito, tras una serie de preguntas de lo más inocentes llega el momento de preguntar por intimidades. Lorena Castell se sincera y confiesa que su primera vez "fue a los 18 años y, como supongo que nos pasa a casi todas, un horror. Era un chico que me gustaba, pero tampoco me importaba hacerlo. Se dejó los calcetines puestos, el horror máximo".
"Me fotografiaron en topless y ni me di cuenta"
La presentadora afirma que no se siente molesta con los medios, aunque en alguna ocasión ha sido perseguida por algún paparazzi. De hecho, "el año pasado me fotografiaron en top less en la playa sin que me diese cuenta".
Sobre su chico ideal, Castell cuenta que le gustan "los chicos capaces de hacerme reír. Si me río, ya tienen el cincuenta por ciento ganado. No me gustan muy musculados, prefiero un chico delgadito que uno de gimnasio".
Dice no haberse acostado con mucho "calamar", aunque en ocasiones la noche llega a confundir a cualquiera. "A cierta hora lo has idealizado y por la mañana igual no era para tanto". No obstante, aclara que "hay un montón que no he probado y están esperándome. A mí me gusta conocer gente de fuera".