SEGÚN UN ESTUDIO

El mando de la televisión, lo más sucio en una habitación de hotel

Según un estudio de la Universidad de Houston, acumulan una gran cantidad de bacterias.

Por Ana Gómez El 25 de Junio 2012 | 13:40

Todo el mundo puede pensar que el baño es la superficie más sucia de un hotel. Sin embargo, es en los mandos a distancia de la televisión de los hoteles donde se concentran una mayor cantidad de bacterias y suciedad. Investigadores de la Universidad de Houston han presentado este fin de semana en la American Society of Microbiology este estudio que se ha llevado a cabo en diversos hoteles de Indiana, Texas y Carolina del Sur.

El servicio de limpieza siempre se preocupa de cambiar las sábanas de la cama pero se olvida de limpiar uno de los objetos más utilizados dentro de la habitación de un hotel, el mando de la tele. Los interruptores de las lámparas que hay en las mesitas de noche, al igual que los mandos, son una de las superficies más sucias mientras que los cabeceros de la cama, las barras de las cortinas y los picaportes de la puerta del baño son la superficies más limpias.

Los autores del estudio han querido mostrar su preocupación por la elevada concentración de microorganismos que hay en los carros de limpieza, más concretamente en las esponjas y fregonas. El uso de estos objetos provoca que la suciedad se propague de habitación en habitación.

De hecho, los investigadores han asegurado que hallaron bacterias fecales en el 81% de las superficies que estudiaron. A pesar de ello, el cliente no tiene por qué contraer ninguna enfermedad infecciosa, ya que, todo depende de su sistema inmunitario.

Katie Kirsch: "Espero que esto conlleve prácticas de limpieza más eficaces"

Katie Kirsch, graduada en la Universidad de Houston, ha trabajado en este estudio y ha dicho que espera que este trabajo conlleve "prácticas más eficaces y efectivas de limpieza". Además ha asegurado que a partir de ahora los empleados del servicio de limpieza de los hoteles podrán saber qué superficies son las más sucias para poder actuar en consecuencia. Lo que sí es seguro es que de ahora en adelante, todos los clientes se lo pensarán más de una vez cuando cojan el mando de la televisión en un hotel.