NUEVA ETAPA

'El secreto de Puente Viejo' se renueva completamente con un salto en el tiempo de 16 años

Jordi Coll, Loreto Mauleón, Carlos Serrano, Aída de la Cruz, Roque Fresnedoso y Diana Gómez son las nuevas incorporaciones.

Por Redacción El 28 de Junio 2012 | 12:52

'El secreto de Puente Viejo' se renueva completamente. Durante todo el verano, la serie cotninuará en emisión y, a finales del mes de agosto, los espectadores conocerán a las nuevas generaciones de Puente Viejo.

Será a partir del capítulo 381 cuando 'El secreto de Puente Viejo' dará un salto en el tiempo y se situará 16 años más tarde. Nuevas y apasionantes tramas mostrarán la evolución del pueblo en estos años.

En esta nueva etapa se incorporan a la serie nuevos personajes que interpretarán a las jovenes generaciones de Puente Viejo. Para ello, se incorporan al reparto seis nuevos actores que darán vida a otros tantos personajes. Además, la ambientación, el decorado y el vestuario también se transforman y se adaptan a los nuevos tiempos, que sitúan a los habitantes de Puente Viejo en 1919.

En esta nueva etapa, algunos personajes desaparecen de las tramas principales entre ellos el de Pepa, interpretado por Megan Montaner, que abandonará temporalmente la serie ya que se marcha unos meses a estudiar fuera de España.

En el mundo acaba de libarse la Gran Guerra, que deja un periodo de escasez mundial al que los habitantes de nuestro pueblo no son ajenos. Tímidamente comienza a llegar la luz eléctrica a los hogares más pudientes y el teléfono deja sonar sus primeros repiqueteos. En la capital un extraño invento agujerea las calles de los madrileños, el metropolitano. Mientras, en Puente Viejo ignoran que esos grandes ingenios no son los que más van a revolucionar sus vidas. Dieciséis años después nuevos secretos están a punto de hacer que todo comience de nuevo.

Los nuevos personajes

Jordi Coll.

Jordi Coll interpreta a Gonzalo Valbuena

Es el nuevo ayudante de Don Anselmo que se va a ordenar sacerdote. Atractivo e interesante, Gonzalo en un hombre de aspecto imponente, fuerte y luchador incansable por la justicia y la igualdad social, aunque algo introvertido, puede seducir por su verbo ágil y sus profundos ojos oscuros. Es amable y en extremo correcto, aunque no le duelen prendas si se trata de afilar su lengua para defender al más débil. Sus sentimientos están a salvo bajo su sotana negra y su condición de cura, aunque en el fondo es apasionado y vehemente.

Ha vivido en una Misión escondida en la selva amazónica. Perdido entre indígenas y monjes, soldados y criminales, la vida tenía un valor muy diferente que en la civilizada Europa. Su llegada a Puente Viejo le supone una auténtica conmoción, por sus ideas modernas que chocarán con el tradicionalismo de Don Anselmo.

María Castañeda.

Loreto Mauleón es María Castañeda

Es la hija de Emilia y Alfonso. Fresca, hermosa y atractiva, gana a cuantos la rodean con una simple sonrisa. Divertida, vivaracha y desenvuelta, María tiene un puntito de niña mimada y caprichosa. Tiene un muy buen corazón, aunque a veces pueda parecer un poco orgullosa y tornadiza. Es de esas personas que se hace querer y a las que la gente parece perdonar ciertos pecadillos que, en otras circunstancias, podrían generar cierto rechazo.

Su relación con sus padres es extraña. En su corazón hay un continuo debate: les quiere, pero también hay momentos y situaciones en los que considera prudente mantener las distancias, cuando no se avergüenza directamente de ellos, sin saber todo el dolor y el padecimiento que su comportamiento causa entre sus progenitores.

Carlos Serrano.

Carlos Serrano da vida a Fernando Mesía

Fernando Mesía ha pasado su adolescencia estudiando en un internado en el que poco a poco ha ido masticando los hechos ocurridos durante su triste y dura infancia hasta acabar casi asumiéndolos y dejándolos en un rincón apartado de su memoria. Un tanto ególatra, orgulloso, el carácter de Fernando parece haber sido moldeado, pese a su distante relación, a imagen y semejanza del de su padre, Olmo Mesía.

Aída de la Cruz.

Aída de la Cruz interpreta a Candela Mendizábal

Candela es una mujer atractiva, de aspecto tan apetitoso como los son su rosquillas y alfajores; emana un olor a miel y chocolate, como su establecimiento, la nueva confitería de Puente Viejo. Es de formas dulces y redondeadas, y su delantal nunca lleva una mancha. Siempre de buen humor, su aparente alegría es contagiosa. Parece tener remedio para los males de todos quienes la rodean, y esos remedios llegan a veces en forma de consejos y otras veces en forma de producto de confitería.

Miquel García Borda.

Roque Fresnedoso, el personaje de Miquel García Borda

Aunque no ha tenido una vida fácil, Roque es de esos tipos que aceptan su destino y no se quejan. Ajado por una existencia llena de sacrificios más que por el propio paso del tiempo, en Roque se produce una especie de contradicción: Por una parte, parece haber envejecido más rápidamente de lo que le correspondería; pero por otra su imagen es la de un maduro atractivo y se mantiene en un buen estado de forma física.

Descendiente de una familia de sastres y modistas, su amor por las labores de costura es hereditaria y también vocacional. En la actualidad vive un momento complicado e inquietante. Su esposa Pía, es el gran amor de su vida, se aleja paulatinamente de él debido la diferencia de edad entre ellos, un escollo que va construyendo, con el paso del tiempo, una barrera entre ellos.

Diana Gómez es Pía Toledano

Casada a los 16 años con Roque Fresnedoso, Pía tuvo un tránsito brusco entre la adolescencia y la madurez; pasando de ser la chiquilla admirada por todos los jóvenes de la localidad a mujer casada con su primo lejano, Roque. Claro que esto no era cosa rara en los principios del siglo XX.La madre de Pía pactó su matrimonio con un hombre de la familia, honesto y trabajador para evitar que la chiquilla quedara huérfana y desamparada al sufrir su familia los efectos de una devastadora epidemia que acabó llevándoselos poco a poco a todos al cementerio.

Esto ha generado sentimientos contradictorios en Pía. Por una parte, agradecimiento a Roque, la persona con quien se casó y que la rescató de una existencia presuntamente miserable; por otra, una sensación de profunda insatisfacción, de deseos no complacidos, de vida no vivida.