El Tribunal Constitucional anunció el jueves 5 de julio que revisará con lupa la reforma del sistema de elección y de composición del consejo de RTVE, modificada el 20 de abril de 2012 por el Gobierno del Partido Popular a través de un Decreto Ley. Es precisamente el método escogido para llevar a cabo el cambio lo que ha servido al PSOE para denunciar que la modificación es ilegal, ya que un Decreto Ley debe responder al criterio de "extraordinaria y urgente necesidad", y según el partido en la oposición, esto no es así, por lo que presentó un recurso que ha sido admitido a trámite.
Por otro lado, el PSOE afirmó a la hora de presentar su recurso que el Gobierno alteró las labores del Parlamento, lo cual está imposibilitado por ley. La tercera de sus quejas fue la puesta en riesgo, debido al cambio de mayorías, de la libertad de los medios estatales, la cual está amparada por la Constitución Española.
La admisión a trámite del recurso de inconstitucionalidad supone, según el PSOE, "un paso adelante para desenmascarar la estrategia del PP de hacer de RTVE una televisión de partido". Según los socialistas el motivo real que se esconde detrás del decreto-ley es "vaciar el control parlamentario de RTVE" y "excluir a la oposición de los órganos de administración" de la Corporación, para dominar el ente y "poder hacer así de RTVE un canal de propaganda del Gobierno", "dinamitando el modelo de servicio público" y acabando con "la transparencia, pluralismo, neutralidad e independencia de la que ha hecho gala en los últimos años".
¿Qué ha cambiado?
Antes del anuncio del Decreto Ley era necesario que dos tercios del Parlamento votase a favor del nuevo presidente del ente único, lo que obligaba a negociaciones y pactos entre partidos políticos, pero ahora es suficiente con mayoría absoluta en segunda votación, lo que permitió al PP elegir a Leopoldo González-Echenique, y que sólo contó con el apoyo de los populares y CiU.
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Otro de los cambios que no gustó al PSOE fue el relacionado con el consejo de gestión de RTVE. De los doce consejeros se pasó a nueve, y se eliminó a aquellos que eran designados por los sindicatos. Al mismo tiempo, se abolió la necesidad de dedicación absoluta, por lo que ahora los consejeros pueden compaginar dos trabajos.