El actor Willy Toledo fue detenido el 29 de marzo tras haber participado en la huelga general convocada en protesta por la reforma laboral, y trasladado a la Comisaría de Moratalaz (Madrid). El día siguiente le fue tomada declaración. Según un hostelero, el actor, formando parte de un piquete, le había obligado a cerrar su establecimiento, y ante su negativa habían comenzado a destrozar el local, por lo que denunció. Sin embargo, cuando la policía llegó al ligar del incidente Willy Toledo no estaba allí, pero el afectado dijo haberle reconocido e interpuso una denuncia.
Llegado el momento de comparecer, el dueño del bar no se personó a declarar al juzgado, lo que unido a la falta de pruebas que incriminen al actor han llevado a que el caso quede archivado, según informa Europa Press. En el Auto se apunta que "aunque subsisten indicios de un posible delito o falta, éstos no son suficientes para establecer un juicio de culpabilidad contra una determinada persona, no existiendo expectativas de obtener nuevos datos inculpatorios ante la ausencia de testigos y la falta de voluntad del dueño del bar de colaborar al no comparecer cuando ha sido citado como perjudicado".
La puerta del Sol durante la huelga del 29M
El informe también señala que "no ha sido posible obtener una información detallada de los daños ocasionados y de la valoración de los mismos" y que "en ningún momento se afirma que el imputado realizara los mismos o estuviera presente en el momento que se hicieron las pintadas o se rompió el mobiliario del bar que tampoco se acredita".Por tanto, el Juzgado de Instrucción Nº4 de Plaza de Castilla ha concluido que "no existen indicios racionales de criminalidad contra el denunciado, ni existen elementos suficientes para sostener razonablemente una acusación penal".
Linchamiento público
Por su parte, la Unión de Actores y Actrices se han querido solidarizar con el mal trago que ha tenido que pasar el actor y ha publicado un comunicado en el que subraya la "perplejidad ante el tratamiento dado a este caso por los medios de comunicación". Ya que, en su opinión se trató de criminalizar no sólo al actor, sino a todos aquellos trabajadores y trabajadoras que ejercieron su derecho a huelga "a través de instrumentos legalmente reconocidos como los piquetes informativos".
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La Unión de Actores y Actrices ha señalado que el actor fue sólo "uno de los casi 100 detenidos el día de la Huelga General" y que su caso, quizá por ser más mediático, ya ha encontrado un final, mientras que en la mayoría de los casos las causas siguen abiertas y "a varios detenidos incluso se les ha impuesto prisión provisional", ante lo cual la organización se solidariza y reclama el "sobreseimiento inmediato de todos las causas". En su opinión, luchar por los derechos de los trabajadores "no es un delito".