Discovery Channel estrena el lunes 20 de agosto a las 23:00 horas el documental 'Operación remo', que cuenta las aventuras de Chris Martin y Mick Dawson sobre un bote en el que recorrieron el Pacífico, de Japón a San Francisco, en 189 días agotadores llenos de dificultades.
El documental narra la consecución de un récord mundial, pero sin duda es la narración de una superación por alcanzar el objetivo marcado. Un relato que comienza el 8 de mayo en Choshi (Japón) y finaliza el 13 de noviembre en San Francisco (EE UU). Un total de 189 días agotadores llenos de dificultades y contratiempos que transmite las vivencias de los ocupantes del bote y que no deja indiferente a nadie.
Los dos aventureros han realizado una entrevista en la que hablan sobre las adversidades que tuvieron que superar, los momentos más tensos que vivieron y el motivo por el cual se embarcaron en este viaje de dimensiones épicas.
Un desafío de escala épica
¿Cual fue el desafío más grande al que os enfrentasteis durante vuestra travesía?
Chris Martin: Por otro lado, al ser un barco pequeño con sólo dos ocupantes y durante seis meses, a veces era complicado saber que la única salida posible era seguir remando.
Dawson y Martin junto al presentador del documental, el medallista olímpico James Cracknell
M.D.: Nunca, aunque ambos reconocíamos que podía llegar un momento en el que fuera imposible alcanzar San Francisco. Sin embargo, la creencia absoluta que teníamos en nuestra habilidad para conseguirlo fue la llave del éxito.
C.M.: Yo no tendría lo que quería sí me hubiese parado. Soy bastante orgulloso, por lo que no me habría sentido bien si hubiera fallado y esto me ayudo a seguir remando. Sin duda el Pacífico me demostró que era capaz de superar mis propios límites.
M.D.: Cuando estábamos a 30 millas al norte de San Francisco con unas condiciones perfectas, con el océano iluminado por seres biofosforescentes. Y miré atrás y comprendí que ya lo habíamos conseguido.
C.M.: También fue maravilloso la interacción con la fauna salvaje, había crías de ballena que se acercaban a nuestro bote y eran incluso más grandes que la propia embarcación. Hemos visto cosas que no creíamos ni que existieran.
M.D.: Al partir yo sabía que mi padre estaba enfermo con cáncer, pero de alguna forma siempre supe que iba a estar esperándome para cuando regresase, así que cuando descubrí por una llamada por satélite que mi padre había fallecido a los dos meses de embarcarme fue devastador. Es difícil imaginar un lugar peor para recibir una noticia como ésta, y al mismo tiempo no llego a comprender como fui capaz de seguir, aunque es cierto que al pillarme en medio del océano no tuve otra opción.
La embarcación llega a San Francisco
¿Hubo algún momento de distensión durante la experiencia?
C.M.:Había risas y bromas a bordo diariamente, así que es dificil elegir sólo un momento. Teníamos dos cubos, uno lo usábamos para lavarnos y el otro como retrete, me eché unas buenas risas el día que me di cuenta de que Mick se estaba afeitando en el cubo equivocado. Un buen sentido del humor es esencial en este tipo de viajes.
¿Pensáis que cualquiera se puede beneficiar de un desafío como este? ¿Qué consejo les daríais?
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C.M.: Me gustaría pensar que he servido de inspiración a otros para retarse a sí mismo, porque se los beneficios que esta experiencia nos ha legado a nosotros. Ese fue el motivo por el que estoy organizando la carrera a remo desde California hasta Hawai. Las grandes aventuras no son para todo el mundo, pero todo el mundo se puede beneficiar de lograr pequeñas cosas de las que nunca pensó que sería capaz.