La televisión pública francesa sigue un modelo similar al de RTVE y no cuenta con publicidad, aunque hay una salvedad, en el caso galo ésto se produce sólo a partir de las 20:00 horas, es decir, durante el horario de máxima audiencia o prime time.
Sin embargo, la profunda crisis económica que sacude Europa ha obligado al Gobierno del país a replantearse esta estrategia, debido a que el coste del ente se está haciendo insostenible. Su problema reside en que cuando Nicolas Sarkozy aprobó la desaparición de la publicidad en los canales públicos creo, para compensar la pérdida económica, una tasa que debían pagar los operadores de telecomunicaciones.Tiempo después la Comisión Europea anunció que investigaría la viabilidad de la tasa tras la denuncia interpuesta por las operadoras al considerar que se trataba de una ayuda ilegal encubierta que buscaba beneficiar a la televisión pública.
Televisión Española sólo emite autopromociones desde el 1 de enero de 2010
En una entrevista a la cadena BFMTV, el ministro de presupuestos galo de presupuestos, Jérôme Cahuzac, ha manifestado que, sí la Comisión Europea declara nula la tasa los anuncios volverán al prime time francés. A los problemas que encontraría el canal para financiarse sin recibir el dinero de las operadoras de telecomunicaciones se une la obligación que se le impondría al Gobierno de devolver los cerca de 1.000 millones de euros que ya han recibido de éstas.
¿El primero de muchos?
Que el Gobierno francés hable sin tapujos de la posibilidad de devolver la publicidad al canal público es la primera grieta de un sistema que parecía estar asentándose en Europa. En España la publicidad dejó de aparecer en Televisión Española desde el 1 de enero de 2010, cuando se implantó este modelo heredado de países como Francia o el Reino Unido.
Mientras, la crisis ha golpeado a los mercados y Gobiernos, lo que ha repercutido en la necesidad de rebajar los costes de los canales públicos y buscar nuevas soluciones para poder pagar las deudas. Al mismo tiempo, la llegada de la TDT a Europa ha supuesto una diversificación de canales tal que ha terminado repercutiendo en que el mercado publicitario para las privadas dejase de ser tan rentable, puesto que el precio por anuncio no es tan alto como anteriormente.
Los países se afanan en encontrar nuevas formas de ingresar capital, aunque de momento las soluciones no llegan. De momento, la ficción de Televisión Española se amontona en los cajones buscando un momento para poder ser emitida y con la continuidad en el aire debido a los altos costes de producción, mientras que las televisiones autonómicas (pese a poder financiarse gracias a la inversión publicitaria) se preparan para la que parece va a ser la llegada de la privatización.
