A principios de 2010, la productora Diagonal TV se vio obligada a hacer público un comunicado en el que desmintió "rotundamente las acusaciones formuladas mediante una denuncia judicial por doña Susana Pérez-Alonso acerca de la autoría de 'La Señora'". Ahora más de dos años después se abre un nuevo capítulo en torno al supuesto plagio de esta exitosa ficción protagonizada por Adriana Ugarte.
El Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid ha abierto nuevas diligencias, según publica el diario El País, para esclarecer este contencioso. El conflicto enfrenta, por un lado, a la escritora asturiana Susana Pérez-Alonso y, opr otra parte, a Telecinco, TVE, DiagonalTV y la guionista de la serie Virginia Yagüe.
La escritora encuentra "evidentes coincidencias" entre su obra Melania Jacoby, registrada el 16 de enero de 2006, con la serie 'La Señora', producida por Diagonal TV para La 1, que se estrenó el 6 de marzo de 2008 y llegó a su fin el 18 de enero de 2010.
La justicia ha reactivado el caso al solicitar nuevos documentos y declaraciones para intentar esclarer lo sucedido. Según las últimas informaciones se ha llamado a declarar a altos excargos de Televisión Española, entre los que se encuentran Santiago González, hasta hace poco director de TVE, y Jaime Gaiteiro, exdirector general de RTVE. Ambos están citados para el próximo 15 de octubre. También está previsto que se tome declaración a Joan Bas, administrador consejero de DiagonalTV.
Una serie concebida para Telecinco
'La Señora' fue una serie concebida inicialmente para Telecinco, sin embargo, la cadena de Mediaset España rechazó el proyecto por lo que la productora acabó por ofrecérsela a Televisión Española, cadena que acabó haciéndose con los derechos para su posterior emisión. La justicia pretende determinar las fechas en las que la serie se esbozó y cuando fue realmente registrada la obra Melania Jacoby, de la escritora asturiana.
Según el comunicado hecho publico en su momento, la productora "cuenta con documentación y medios de prueba suficientes para demostrar que 'La Señora' existía casi dos años antes de la fecha de la supuesta creación por la denunciante, ya que en el año 2006 la serie fue presentada a distintas cadenas de televisión".
El juez Arturo Zamarriego ha solicitado el contrato sobre la cesión o compra de derechos de la biblia. También pide a Yagüe que presente el contrato con la productora DiagonalTV y a su vez requiere a Telecinco que le remita "los ocho folios que Yagüe manifestó haber entregado en su día a Telecinco". La justicia pide también a la guionista de 'La Señora' los contratos firmados entre 2005 y 2010 en relación a 'La Señora'.
Por si fuera poco, el juez requiere a Telefónica que le entregue los registros de las llamadas entre Pérez-Alonso y la productora.
Primer contacto con DiagonalTV
Según cuenta la escritora asturiana fue precisamente su hermana la que le advirtió de que la trama y los personajes de la serie 'La Señora' eran iguales a los de la novela Melania Jacoby. Pérez-Alonso llamó a la productora Diagonal TV y el productor de la serie, Joan Bas, le dijo que la autora de la idea original era Virginia Yagüe Romo.
Susana Pérez-Alonso refleja en uno de los puntos de su denuncia la coincidencia histórica y geográfica en la que ambas historias se sitúan. En las dos hay menciones a la Guerra de África y el periodo de la dictadura de Primo de Rivera. Además comparten escenario de conflictos mineros que se extiende también al sector astillero, aunque en la novela la familia Jacoby sea propietaria de negocios en ambas industrias y en la serie los negocios mineros sean propiedad de la familia Márquez, y los astilleros de los De Viana. Otro elemento común de carácter histórico que aparece en las obras es el fascismo italiano y los 'Camisas Negras'.
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Demasiadas coincidencias, según la escritora
La acusación de supuesto plagio adquiere una mayor relevancia en la construcción de los personajes, sobre todo, entre sus protagonistas principales, Melania Jacoby y Victoria Márquez. Ambos personajes son mujeres adelantadas a su tiempo, disconformes y rebeldes, que no se resignan a cumplir con el rol social de pasivas señoras de alta sociedad. Aunque las dos tienen fuertes sentimientos religiosos, no son en ninguno de los casos ortodoxos, siendo ellas mujeres más espirituales que devotas.
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Otra de las similitudes, es la muerte de la protagonista. En la novela las minas son de carbón mientras que en la serie, las minas son de hierro. En la novela, cuenta Susana, cuando la protagonista fallece varios mineros ponen sobre su féretro rocas de carbón. "Me resulta extraño que siendo una mina de hierro terminen poniendo carbón", señala la escritora en su denuncia.