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'El secreto de puente viejo', la serie diaria de Antena 3 que continúa con su triunfo en la sobremesa del canal, tras renovarse completamente el pasado 21 de agosto, durante el capítulo 381 de la ficción. En esta nueva etapa, nuevos personajes han llegado al pueblo, a lo largo de los 16 años que la serie ha saltado en el tiempo. Uno de ellos es Roque Fresnedoso quien pese a no haber tenido una vida fácil, es de esos tipos que aceptan su destino y no se quejan.
Ajado por una existencia llena de sacrificios más que por el propio paso del tiempo, en Roque se produce una especie de contradicción: Por una parte, parece haber envejecido más rápidamente de lo que le correspondería; pero por otra su imagen es la de un maduro atractivo y se mantiene en un buen estado de forma física.
Miquel García Borda
¿Cómo es Roque?
Roque es un tío íntegro, de esa época, pero todavía con pocos arrestos, todavía arrastra mucho lo que era bajar el morro y callar, aunque se dé cuenta y sea bueno en su trabajo, por eso le respetan los de abajo hasta cierto punto, los de arriba como respetan a los demás, que es casi nadie, pero él intenta hacer lo que puede.
Está casado con una mujer mucho más joven, le lleva veinte seis años entonces y hay una diferencia tremenda, pero él la quiere mucho, la intenta cuidar lo mejor que puede, pero ella lo ve como un padre, porque podría serlo perfectamente. Pero bueno, él intenta mantener la llama, al menos por su parte.
¿Él está realmente enamorado de Pía?
Sí, él está enamorado de Pía, la quiere mucho. Tiene una manera, quizá no fogosa, entre otras cosas porque ya se le pasó, pero la quiere mucho y va a luchar por ella, para que Pía vea en él lo que podría ver, lo que debería ver. Aunque ella piensa que se ha perdido mucha vida al estar con Roque desde los 16 años.
¿Cómo llegan a Puente Viejo?
En este lapsus de tiempo, han pasado unos años y doña Francisca ha montado una fábrica textil para vender uniformes durante la gran guerra. Él es costurero y capataz de la fábrica, se encarga de hacerla funcionar. Roque lleva ahí ya un tiempo viviendo ahí, pero lo descubrimos ahora.
Tu personaje trabaja en una fábrica textil ¿Tú, como Miguel, sabrías coser un botón?
Sí que sé, mal, pero sé (risas). El lado costurero al menos lo he visto hacer mucho. Un telar antiguo no tengo ni idea de hacerlo funcionar, aunque si hemos visto cómo van. Era un trabajo arriesgadísimo, no había medidas de seguridad y los telares eran peligrosos. Las manos, los brazos... iban que se las pelaban. Tenían que ser realmente muy precisos para trabajar bien con eso.
¿Qué es lo que más te gusta de Roque?
Lo que me atrajo principalmente a hacer este personaje es, antes de conocer a Roque, es meterte en la piel de alguien que es tan diferente a ti, no sólo por el lapso de tiempo, sino por el tipo de decisiones que toma, que seguramente sean opuestas a las que tomaría yo por mi círculo de vida, mi momento y tal. Entonces, meterte y entender, sin juzgar, sino apoyando a un hombre que toma unas decisiones que pueden ser perjudiciales para él mismo por no hacer daño a o por mantener una postura, es muy interesante. De hecho, nos hacemos actores para hacer cosas que no haríamos normalmente, con lo cual, ahí hay un punto muy interesante.
El actor, caracterizado como Roque Fresnedoso
¿Cómo te ves con el look de 1919?
Es un look, que al no ser de alto standing, es un look bastante más normal. La gente de esa época tenía una chaqueta, dos armillas iguales y una camisa que los sábados la lavaba para ponérsela otra vez. Eran prendas buenas y las tenían que cuidar mucho. Él además, como se hace sus propios arreglos, va mejor vestido.
Es divertido, creo que el vestuario es una de las cosas que ha funcionado mucho de la serie, pero tiene su dificultad. La dificultad la han tenido los actores hasta ahora y la han mantenido muy bien. Utilizamos un lenguaje diferente al que estamos usando ahora, pero la proximidad y lo directo tiene que ser la misma. El condumio –"¿habías oído eso alguna vez?"- es la comida. Tenemos que hacer nuestro este lenguaje, igual que hacemos nuestro el vestuario.
¿Supone presión llegar a una serie que tiene éxito?
Claro, con las audiencias que está teniendo, como baje a la mitad, nos cortan el cuello (risas). Bromas aparte, sí que es complicado. Yo he hecho muchas series y la mayoría de ellas las empecé desde el principio, las que no empiezas, cuando te metes a un ritmo, es complicado. Aunque nos están ayudando muchísimo y realmente ves que son gente magnífica y currantes. Es complicado, un reto más y divertido.
