Arranca la segunda temporada de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'. El próximo jueves, Cuatro estrenará los nuevos programas de este exitoso formato presentado por Luján Argüelles que llegan avalados por el éxito que tuvo la primera edición el pasado invierno.
Mamá seguirá siendo decisiva. En esta segunda temporada, seis solteros conocerán a un grupo de mujeres -hombres en el caso de Pedro- que competirán para conquistar sus corazones, aunque no lo tendrán nada fácil porque sus madres tendrán mucho que decir: están dispuestas a que sus hijos tomen la decisión correcta y tienen la firme intención de ser exigentes hasta las últimas consecuencias.
Gabriel y su madre Toñi.
Gabriel
Albacete.
Edad: 24 años.
Profesión: empresario.
Sociable y con don de gentes, Gabi se considera todo un caballero. A sus 24 años es un emprendedor de éxito, ha sido jugador de fútbol y hoy es socio de varios negocios. La chica de sus sueños ha de ser elegante y humilde. En su madre ha encontrado el modelo de lo que busca en una mujer.
Su madre, Toñi: enérgica y pasional, en su juventud educó sola a su hijo mientras estudiaba Derecho y en la actualidad ha decidido retomar las riendas de su vida, dedicarse más a sí misma y hacer un Máster. Mantiene con su hijo una relación muy especial.
Isidoro y su madre Dolores.
Isidoro
Albacete.
Edad: 29 años.
Profesión: vendedor ambulante.
Es extrovertido y alegre. Utiliza su poder de convicción no sólo en su trabajo, sino también en sus conquistas. Aunque ha conocido a muchas chicas admite no haberse enamorado nunca de verdad.
Su madre, Dolores: es muy crítica con su hijo, a quien adora. Quiere para él una mujer con carácter que le haga sentar la cabeza.
Pedro y su madre Mary.
Pedro
Ferrol.
Edad: 30 años.
Profesión: estilista.
De inclasificable personalidad, Pedro es un chico divertido, irónico y muy selectivo que quiere encontrar al hombre de su vida. Admite estar algo consentido por su madre y siente una gran admiración por Ana Obregón, Lidia Lozano y Beyoncé. Su hombre ideal tiene que ser culto, guapo y, a ser posible, algo mayor que él. Si lo encontrara, sería capaz de cualquier cosa por estar a su lado.
Su madre, Mary: dicharachera, emprendedora y muy intuitiva, le encantaría que su hijo encontrara a un hombre bueno que sepa cocinar. Define a su hijo como la persona más maravillosa que ha conocido, aunque reconoce que es sibarita y desordenado.
Álvaro y Luis Carlos con su madre Paqui.
Álvaro y Luis Carlos
Huelva.
Edad: 25 años.
Profesión: repartidor de mercancías y comercial, respectivamente.
A pesar de su parecido físico, los mellizos Álvaro y Luis Carlos sólo se parecen en dos cosas: los dos son del Betis y a los dos les gusta cuidar su cuerpo. En lo demás, son tan distintos como el día y la noche. Álvaro es noble, cariñoso y, según su madre, no tiene maldad. Es hombre de una sola mujer y su completa entrega cuando está enamorado provoca que no sea difícil romperle el corazón. Luis Carlos, por su parte, tiene más ego y picardía. Siempre ha sido más enamoradizo que su hermano y ahora busca la estabilidad. Aunque se adoran, existe entre ellos cierta rivalidad, ya que Álvaro siente que ha vivido siempre a la sombra de su hermano y cree que éste es su momento para demostrar que Luis Carlos no es mejor que él.
Su madre, Paqui: es luchadora y tiene un fuerte carácter. En casa es la que lleva la voz cantante y alguna una vez se ha enfrentado a sus hijos cuando las mujeres que han traído a casa no han sido de su agrado.
Javier y su madre Isabel.
Javier
Sevilla.
Edad: 30 años.
Profesión: realiza actuaciones como escupe fuego en bares, eventos y discotecas.
Tras su apariencia de duro se esconde un chico tierno y noble que no ha tenido mucha suerte en el amor. Es travieso, ardiente y algo fetichista y reconoce que para él es imprescindible que haya una buena conexión física con su pareja. Le gusta ir al gimnasio y su gran pasión es su trabajo.
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Su madre, Isabel: es la mejor amiga de su hijo. Guerrera y con un espíritu joven, cuando ve que a su hijo no le conviene una mujer saca las uñas y puede ser muy dura. Está convencida de que todas sienten envidia de ella y quiere para su hijo una chica que la considere como una amiga, no como una competidora.