El Tribunal Supremo ha condenado a RTVE a pagar 9 millones de euros al Ministerio de Hacienda bajo el concepto de impuestos por juegos de azar celebrados a través de varios concursos y que no contaba con el consentimiento de la empresa pública Loterías y Apuestas del Estado. Por lo tanto, a RTVE se le siguen sumando los problemas dentro del ambito económico.
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Así, el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado por RTVE que también realizó contra la Audiencia Nacional. Además, éste último reclamó en el año 2007 a la Corporación público la liquidación de las tasas de los juegos de azar que se daba en los diferentes concursos de la televisión pública durante el periodo conformado entre gran parte del 2001 y todo 2002 superando la escalofriante cifra de los 9 millones de euros.
Los televidentes participaban en los citados concursos a través de SMS o llamadas telefónicas que superaban el precio atribuido a la tarifa básica fijada para este tipo de juegos. No obstante, la Corporación pública de comunicación fue sometida a una inspección tributaria donde se comprobó que los citados juegos no contaban con la autorización de Loterías y Apuestas del Estado y calificó a los concursos de "rifas" que no contaban con el cobro de las consiguientes tasas, y por lo tanto, no se podía acceder al ingreso del IRPF a las numerosas personas que resultaron premiadas.
RTVE y el Tribunal Supremo como el ratón y el gato
La Corporación pública no se ha pronunciado al respecto tras conocer la sentencia definitiva adjudicada por el Supremo. Sin embargo, el abogado encargado de defender a la propia RTVE declaró en su momento que los mencionados concursos no podían recibir la calificación de "rifas".
No obstante, el Supremo no dudaba en acceder al diccionario de la Real Academia Española para dar por sentado la definición de la palabra rifa ("juego que consiste en sortear algo entre varias personas"), descalificando así al magistrado por sus palabras.
Por otro lado, TVE guardaba otra baza para escapar de tales acusaciones por parte del órgano jurídico donde se desentendía de tales acusaciones alegando que dichos programas dedicados a "juegos de azar" estaban organizados por otras empresas ajenas a la Corporación. Sin embargo, el Supremo demostró finalmente que era RTVE la encargada y responsable de los polémicos concursos.