'The Amazing Race', el exitoso programa de viajes de CBS en el que los concursantes compiten por dar la vuelta al mundo lo más rápido posible ha vuelto a visitar España durante su vigésimo primera temporada. Durante el capítulo emitido este domingo en Estados Unidos los cuatro equipos que aún permanecen en la carrera descubrieron en Amsterdam que su siguiente pista se encontraba en la Catedral de Palma de Mallorca, lugar al que llegaron haciendo escala en Barcelona y cogiendo un ferry que les llevo a la isla.
Como es habitual en el programa, las pruebas que se llevaron a cabo durante la etapa estaban relacionadas con la cultura del país que las acoge. En este caso la figura de Rafa Nadal se convirtió en la mayor representación de España, realizando una de las pruebas en el Centro de Alto Rendimiento de Manacor, localidad de la que él es originario. Los concursantes debían lograr restar 20 bolas seguidas en una de las máquinas de saque de las instalaciones.
Plaza de toros de Mallorca durante la prueba de 'The Amazing Race'
Sin embargo, esta nueva imagen del país duró poco y la siguiente prueba volvió a tirar de un tópico, los toros. Los concursantes debían utilizar unos disfraces de toro para dos personas, en los que el que iba delante no era capaz de ver, el otro concursante debía dirigir con su voz al equipo por una plaza de toros llena de toreros, hasta acertar en una diana que hacía saltar por los aires al último torero dando la victoria al animal por una vez, todo ello en menos de un minuto y 45 segundos.
La otra prueba que el programa preparó consistía en cambiar dos aspas de un molino de viento, una vez llevada a cabo la misión con éxito un actor disfrazado de Don Quijote les entregaba la siguiente pista.
Segunda visita
Pese a que el programa ha pasado algunas veces por España para hacer escala en los viajes de larga distancia, solamente dos veces ha parado aquí para llevar a cabo sus pruebas. En su anterior visita, que tuvo lugar en la décima temporada (año 2006), 'The Amazing Race' recorrió las calles de Barcelona.
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En aquella ocasión las pruebas que se llevaron a cabo también trataron de mostrar parte de nuestra cultura, recreando un desfile de gigantes y cabezudos. En otra de las pruebas los concursantes buscaron la pista entre montañas de tomates mientras les lanzaban aún más, emulando una de las fiestas más populares, la Tomatina.