Alberto Chicote se enfrenta esta semana a uno de sus retos más complicados en 'Pesadilla en la cocina': el "Opila" y "La Reina del Arenal", restaurante y taberna bilbaínos con una ubicación casi perfecta que adolece de la irresponsabilidad de sus dueños y de la actitud de una cocinera con un carácter más que complicado.
Regentados por Alex y Armand, ambos locales han supuesto una enorme inversión en la que han involucrado a familiares y amigos pero, hoy, no funcionan como debieran. Un dueño sin carácter, la actitud dispersa de un socio que se niega a asumir la realidad de su fracaso y una cocinera incapaz de encajar las críticas serán los obstáculos más graves que encontrará Alberto Chicote en su camino por tratar de conseguir que taberna y restaurante se abran paso en el panorama gastronómico de Bilbao.
Tras ser testigo de las dificultades en la sala, confirmar los problemas que hay en cocina y comprobar la poca implicación de Armand y Alex en los restaurantes, Alberto Chicote tiene que tomar una decisión: darles una última oportunidad o tirar la toalla. El "Opila" y "La Reina del Arenal" ponen al chef al límite de su paciencia y se convierten en los restaurantes que más desesperarán a Alberto Chicote.
Alberto Chicote prueba el menú de uno de los restaurantes de 'Pesadilla en la cocina'
El camino que unos y otros recorran será duro, intenso y en ocasiones doloroso. Y ambos restaurantes se encuentran en una situación tan crítica que sólo aceptando las críticas, asumiendo las propuestas de Alberto Chicote y cambiando de actitud, el "Opila" y "La Reina del Arenal" tendrán una última oportunidad de sobrevivir.
Ofrecer a los propietarios de negocios de hostelería en crisis una última oportunidad para salvar su restaurante es el objetivo del espacio de laSexta. Eyeworks Cuatro Cabezas produce para laSexta la versión española del formato, que se emite en una veintena de países.
Unos irresponsables dueños
En pleno Casco Antiguo de Bilbao, junto a la Ría, se encuentran el "Opila" y "La reina del Arenal". El restaurante y taberna que llevan juntos Alex y Armand. La inversión que ha supuesto ambos locales ha sido altísima y, para esta empresa, sus dueños han involucrado a familiares y amigos. Sin embargo el negocio no funciona como debiera. Sólo un cambio de rumbo puede reflotar un restaurante y una taberna que, de lo contrario, terminarán convirtiéndose en una pesada carga para ambos. Hasta Bilbao se desplaza Alberto Chicote para enfrentarse a lo que, descubrirá, es un negocio con más problemas de los que parecían.
A la difícil situación de rendimiento se le unen dos dueños completamente ajenos a su responsabilidad en el restaurante. Y una conflictiva cocinera incapaz de aceptar las críticas y que se enfrenta a Chicote en todo momento. Unos y otros pondrán al límite la paciencia del chef en más de una ocasión y harán de este caso uno de los más complicados que hasta el momento haya tenido Alberto Chicote. Además, ninguno parece estar dispuesto a atender a sus consejos, se toman su trabajo como si fuera un capricho o un juego y llegan a dudar de la profesionalidad y criterio del chef.
Alberto Chicote se enfrenta a una cocinera en 'Pesadilla en la cocina'
Tras ser testigo del caos que reina tanto fuera como dentro del restaurante y confirmar la falta de compromiso de los dueños, Alberto Chicote decide tomas cartas en el asunto, convocar las reuniones necesarias para hacer entrar en razón a Alex y Armand y reasignar las tareas.
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Aunque con dificultad, poco a poco todos comenzarán a asumir sus errores, comprender que tienen que trabajar como equipo y entender que necesitan un cambio drástico de actitud. Incluso la desafiante cocinera irá aceptando la insistencia de Chicote en sus consejos y propuestas y acabará convirtiéndose en uno de los valores más importantes del negocio.