El pasado mes de junio, el equipo de 'Pesadilla en la cocina' se desplazó hasta la zona nueva del ensanche de Vallecas para grabar una de sus entregas en el restaurante "El gusto es nuestro" (2.517.000 y 12,4%). El resultado lo hemos podido ver hace poco más de un mes en laSexta. Al chef Alberto Chicote no le resultó complicado detectar cuáles eran los principales problemas del restaurante. Además, la falta absoluta de orden y de disciplina convertía cada jornada de trabajo en un auténtico caos.
Utilizó sus técnicas más exigentes, dijo las verdades como nunca antes las habían oído e incluso les mostró el secreto de un sencillo plato de cocina para que entendiesen por fin el concepto que, como restaurante, debían ofrecer. Sólo quedaba intentar resolver el problema desde arriba. Si los propietarios, Manu y Alicia, aceptaban las propuestas de Chicote y cambiaban radicalmente de actitud, todavía existía una posibilidad de salvar el restaurante.
Pero, ¿habrá servido de algo el paso de Alberto Chicote por "El gusto es nuestro"? ¿Habrá mejorado la situación del restaurante? FórmulaTV.com ha querido conocer la situación real y actual del restaurante "El gusto es nuestro", un local cuyas pérdidas había colocado a sus dueños al borde de la ruina. Alicia nos cuenta el proceso que ha sufrido el restaurante tras las pautas y consejos que Chicote les mostró.
¿Qué ha supuesto para ti y tu marido el paso de Alberto Chicote por vuestro restaurante?
El paso de Chicote por nuestro local ha sido muy positivo. Hemos cambiado absolutamente todo lo que hacíamos mal. Los fallos estaban delante de nuestros ojos pero es como si no los quisiésemos ver. Que viniesen las cámaras de televisión y nos lo mostrasen directamente ha sido muy positivo. Estamos trabajando muy bien y hemos subido las ventas en torno al 30%. Por si fuera poco, tenemos muchas reservas y tras 'Pesadilla en la cocina' nos vienen personas de todas partes de España. La verdad es que hasta ahora estamos muy contentos porque Chicote nos ha enseñado mucho.
Alicia
¿Os costó mucho que os decidierais? ¿Fue complicado dar el paso y abrir el restaurante a las cámaras de un programa de televisión?
Nosotros nos enteramos de que 'Pesadilla en la cocina' llegaba a España a través de la radio. Cogimos el teléfono y llamamos, aunque lo cierto es que en un principio no lo teníamos muy claro. Tengo que reconocer que somos seguidores de la versión americana del formato y teníamos curiosidad por saber cómo iban a enfocarlo. Sucedió todo muy deprisa. Vinieron, nos hicieron el casting y nos dijeron que en unos 10 días nos darían una respuesta. Para nuestra sorpresa, al día siguiente nos llamaron y nos comunicaron que habían elegido nuestro restaurante, "El gusto es nuestro".
Como seguidores del formato 'Ramsay's Kitchen Nightmares', ¿tuvisteis miedo de cómo sería la adaptación española del programa?
Sí, la verdad es que cuando nos eligieron decidimos seguir adelante pero con mucho miedo. Los medios de comunicación pueden ser positivos pero también negativos. Desde que empezamos a grabar hasta el 8 de noviembre -que se emitió nuestro programa- estuve "acojonada", muy asustada. Se graban muchísimas horas, pero luego el programa sólo dura 50 minutos y nunca sabes lo que van a dejar en el montaje final. Nos la jugamos en una única carta.
Al día siguiente de la emisión, previo aviso de laSexta, empapelamos con el logo de laSexta y la imagen de Chicote todo el ensanche de Vallecas indicando donde estaba nuestro restaurante. La verdad es que nos ha salido muy bien. Toda la gente nueva que ha entrado en nuestro local ha repetido después. Hemos tenido gente del País Vasco, de Baleares, de Canarias, de la Comunidad Valenciana... Viene mucha gente de fuera de Madrid. Nos preguntan mucho si todo lo que se ha emitido por televisión es real. No somos personajes, no hemos actuado en ningún momento.
Chicote junto a Alicia y Manu
¿Se puede decir que tras 'Pesadilla en la cocina' el cambio de 'El gusto es nuestro' ha sido más que evidente?
Sí, hay un antes y un después tras el paso de Chicote. Manu y yo, que somos los dueños, estábamos implicados con el restaurante pero no teníamos rumbo alguno. Éramos muchos en el restaurante y aún así nadie veía los errores y, por lo tanto, nadie ponía soluciones. Cuando Chicote llegó nos dio una serie de pautas y de consejos y fue a partir de ese momento cuando hemos empezado a cambiar, a funcionar. Ha sido un proceso lento, pero hemos ido día a día mejorando.
Al final, la audiencia es soberana y la cadena ha renovado 'Pesadilla en la cocina' por una segunda temporada...
Yo volvería al programa sin dudarlo. Ha sido una experiencia muy positiva. Yo se lo he dicho a Alberto en persona hace algunas semanas. Me gustaría que volviesen porque quiero seguir aprendiendo con ellos. El paso por el programa de laSexta ha sido algo increíble. No pensé que la reacción de la gente fuese a ser tan buena. Evidentemente tenemos mucho que aprender y que mejorar, pero Alberto nos ha dicho una serie de verdades que no queríamos verlas. Hemos sabido reaccionar a tiempo.
En los últimos días hemos sabido que dos restaurantes que estuvieron en el programa han cerrado sus puertas. En algún caso han intentado incluso culpabilizar al propio Chicote.
Cuando tomas la decisión de participar en un programa de este tipo, sabes a lo que te estás arriesgando. Yo estaba perdiendo dinero todos los meses, así que era el momento de que la gente del programa me enseñase a levantar mi negocio. Nosotros hemos hecho todo lo que Alberto Chicote y el equipo de 'Pesadilla en la cocina' nos han aconsejado. Está claro que luego el trabajo es cosa nuestra. Si no mantienes las pautas que se te dan todo el esfuerzo habrá sido en vano. Hay que venir con ilusión y con ganas, es la única manera de levantar un negocio. La gente de 'Pesadilla en la cocina' sigue estando detrás... cada vez que tengo una duda o algún problema me pongo en contacto con Alberto y en el momento tengo una respuesta. El trato es maravillo. Nunca pensé que el programa se fuese a implicar tanto. Me han demostrado que no vienen a hacer su trabajo y luego se desentienden.
La nueva carta de "El gusto es nuestro"
"El gusto es nuestro" tenía fundamentalmente problemas de organización, cocina y rentabilidad. ¿En qué situación están esos tres pilares?
Para empezar, teníamos un problema con nuestra carta. Teníamos una carta muy amplia, con muchísimos alimentos. Y está claro: si yo no vendo toda esa materia, o la tiro o la vendo en un menú de 9 euros que no me sale rentable. Alberto nos marcó reducir la carta a la mitad y la verdad es que ahora no tiramos materia prima. El segundo problema era de organización. Cuando vino Chicote estábamos unas 8/9 personas, mientras que mi marido Manu y yo no hacíamos nada. Ahora nos hemos quitado a 3 personasMe he quitado a 3 personas, no podía solventar esta situación y ahora yo y mi marido estamos trabajando. Desde ese punto de vista, yo trabajo, yo controlo y sé lo que está pasando en mi local en todo momento.
Chicote os recordaba una y otra vez que el restaurante era un negocio y no una ONG...
Yo ahora miro por mi negocio, mientras que antes miraba por el personal. Me daba pena despedir a alguien aunque no trabajase. Si quiero vivir del restaurante o trabajamos todos o se va a pique. No soy una ONG y lo tenemos muy claro. Por otro lado, la gente se ha reído mucho de los abrazos, los besos y de lo "happy" que somos. A pesar de haber cambiado en muchos aspectos, yo sigo siendo igual de "happy" y eso no significa que trabaje menos. He aprendido muy bien la lección.
El chef Alberto Chicote
En estos momentos, ¿qué es "El gusto es nuestro" para ti?
"El gusto es nuestro" es una ilusión. Es una inversión que realizamos mi marido y yo. Se había convertido en un trauma para mi. Con venir a comer se me revolvía el estómago. La llegada de Chicote ha sido como un trampolín para todos nosotros, nos ha devuelto la ilusión. Ahora "El gusto es nuestro" vuelve a ser un sitio familiar, donde te sientes a gusto y te vas con la barriguita llena. Chicote nos ha devuelto la ilusión.
¿Durante cuanto tiempo se prolongó la grabación del programa? ¿Cuándo grabasteis 'Pesadilla en la cocina'?
Acabamos un 17 de junio y el equipo estuvo con nosotros unos 8 días. Estuvimos en tensión y cuando acabaron las grabaciones conseguimos relajarnos. Nunca nos habíamos enfrentado a las cámaras y la verdad es que nos resultó muy estresante. Hablar de ti mismo y de los problemas que tienes delante de gente que no conoces resulta complicado.
Cuando desde laSexta me llamaron para comunicarnos que el programa empezaba en tan sólo unos días me puse atacada de los nervios. Tres semanas en tensión. Grabaron tanto material y el programa dura tan poco que no sabíamos por donde podía salir la cosa. Cuando se emitió nuestro programa, al de pocos minutos, empezamos a recibir whatsapps, mensajes en facebook... y todo era positivo y bueno. El "estoy muerta de miedo" pasó a "creo que hemos acertado".
Estoy muy contenta con Alberto. Como chef es maravilloso y como persona es un encanto. Mi hija ya ha escrito la carta a los Reyes Magos y les ha pedido una chaquetilla como la de Alberto Chicote. Tiene 6 años y de mayor ahora dice que quiere ser chef. Para nosotros hay un antes y un después del programa.
Las croquetas de "El gusto es nuestro"
¿Qué te parece la adaptación que Eyeworks Cuatro Cabezas ha realizado del formato? ¿Ves mucha diferencia entre el programa americano y el español?
Yo los encuentro bastante parecidos, aunque tal vez el americano sea un poquito más agresivo. Más agresivo porque salen más barbaridades, no por su chef Gordon Ramsay. En la versión americana he visto locales tremendos... La finalidad de Chicote es que aprendamos de nuestros errores, y así lo hemos hecho. Yo no soy hostelera, he sido gimnasta, pero hoy por hoy entiendo un poquito de este negocio gracias a Chicote.
¿La gente nueva que se ha acercado al restaurante os conoce como "el restaurante de la tele"?
Sí, y no solamente la gente que viene al restaurante. En el colegio de mi hija yo no conocía a nadie y ahora me conoce todo el mundo. Por la calle también hay algunas personas que me paran y me piden abrazos [risas]. Es increíble, ¡Si sólo salimos 50 minutos!. Nunca pensé que la repercusión iba a ser tan grande. Pensaba que laSexta no la veía mucha gente y que el programa pasaría un poco desapercibido. ¡Qué narices! Si la ve todo el mundo...
¿Se os pasó en algún momento por la mente aprovechar el cambio de imagen para traspasar luego el restaurante?
No. A ninguno de los dos se nos pasó eso por la cabeza. Antes de participar en el programa, sí pensamos muchas veces en vender o traspasar el negocio porque no podíamos más. Veníamos a trabajar todos los días sin ganas y resultaba durísimo. A raíz de grabar con ellos, empezamos con nuestros cambios. Cuando el equipo del programa se marchó empezamos a reaccionar y el resultado no podía haber sido más satisfactorio. El programa se emitió un jueves y ese mismo viernes por la noche servimos alrededor de 120 cenas. Nunca en los 5 años que tenemos el local abierto había dado tantas cenas y tras el programa lo hicimos. Lo mejor es que todo el mundo se fue contento y han regresado después.
¿El cambio dentro del restaurante ha mejorado tu estilo de vida?
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Absolutamente. Yo ahora por las mañanas me levanto y respiro. Antes tenía una bola que no me dejaba respirar a gusto. Lo importante es que hemos aprendido a confiar en nosotros mismos. Sabemos lo que tenemos que hacer para que todo vaya bien.