'Pesadilla en la cocina' despide temporada con un restaurante hindú

Esta semana, Alberto Chicote se enfrenta a un nuevo desafío con el que despedirá su primera temporada en 'Pesadilla en la cocina': el Sagar. Un restaurante hindú con altas aspiraciones gastronómicas, sobre todo desde que Jai se hiciera cargo del negocio junto a su hermana y la hija de este. Sin embargo, los cocineros del Sagar parecen haber cogido las riendas del restaurante e imponen sus órdenes y voluntad al resto del servicio. Soberbios y arrogantes, se aprovechan de la bondad de los dueños para hacer y deshacer a su antojo, algo que Chicote detecta en tan solo un servicio de comida y que supondrá el primer reto del chef para encauzar el restaurante.

Ofrecer a los propietarios de negocios de hostelería en crisis una oportunidad para salvar su restaurante es el objetivo del espacio de laSexta que finaliza su primera temporada con la emisión de esta entrega. Eyeworks Cuatro Cabezas produce para laSexta la versión española de este formato, que se emite en una veintena de países, y que ha dado con la receta de éxito en la noche de los jueves.

Más de 2.500.000 espectadores (2.536.000) de media han seguido al chef en sus desafiantes retos de cada semana (12,6% de share). Mejor estreno de entretenimiento de laSexta, 'Pesadilla en la cocina' se ha consolidado además como la segunda opción en su franja -tras 'El Barco'- y liderado en hombres (13,2%), así como en el tramo de 25 a 34 años (17,7%) y de 35 a 44 años (18.0%). El programa más visto, récord también en cuota, se emitió el pasado 22 de noviembre con la reforma de El Castro de Lugo que fue seguida por 2.987.000 espectadores y un 15,2% de share.

Chicote recurre a uno de los cocineros más prestigiosos de comida india en Europa

Situado en el barrio de Salamanca, uno de los distritos comerciales más cotizados de Madrid, el restaurante está ubicado en un lugar ideal. Sin embargo, el salón está cada vez más vacío y la deuda que tienen es cada vez más grande. El problema: la tiranía a la que los dos cocineros, Babú y Amrik, tienen sometido al resto del restaurante. Soberbios, arrogantes y altivos, los dos cocineros exigen que se cumplan constantemente sus órdenes y voluntad y se aprovechan de la bondad de los dueños para hacer y deshacer a su antojo. Pero esta fórmula no funciona. Desde hace tiempo los problemas en la cocina tienen su reflejo en el comedor, que apenas recibe comensales y apunta a un panorama más que desolador. Una confusa y extensa carta termina por complicarlo todavía aún más.

Un solo servicio de comidas le basta a Alberto Chicote para detectar el problema más grave del Sagar y comenzar a tomar decisiones para encauzar un restaurante que aspira a convertirse en uno de los máximos exponentes de la comida india en la capital. Por primera vez, el chef recurrirá a uno de los cocineros más prestigiosos de este tipo de comida en Europa para poder doblar esfuerzos y combatir así la falta de actitud de los "tiranos de la cocina" del Sagar.