Jorge Berrocal, exconcursante del primer reality show español, se convirtió en el año 2000 en uno de los personajes más populares del país tras su paso por la famosa casa de 'Gran hermano'.
Trece años después de su aventura televisiva y con multitud de colaboraciones en programas de televisión a sus espaldas, el tercer concursante en abandonar el show presentado por Mercedes Milá, repasa su trayectoria por el espacio de Telecinco, su paso por la pequeña pantalla y aconseja y opina sobre la nueva edición.
Jorge Berrocal, exconcursante de GH
¿Qué te llevó a presentarte a 'Gran hermano'?Estaba en un momento de mi vida en el que necesitaba romper con casi todo lo que tenía. Necesitaba un cambio, era joven y no sabía realmente hacia donde encaminarme; siempre me había sentido muy atraído por las artes escénicas, así que al ver el anuncio del programa pensé, "bueno si me cogen por lo menos conoceré a alguien que me diga por dónde empezar y tendré contacto con la televisión". Pobre de mí, no sabía las consecuencias de tal decisión. Luego a medida que fui pasando las pruebas, me resultaba más atractivo el programa y la aventura en la que me metía.
¿Cómo recuerdas las semanas que permaneciste en la casa?
La verdad es que son muy vagos los recuerdos, son una mezcla de sentimientos contradictorios. Fueron unos primeros días muy intensos, sorprendentes, divertidos y fue fantástico conocer a todos mis compañeros. Luego, cuando cometí uno de los mayores errores de mi vida, fijarme en quien no debía, la estancia en la casa se convirtió en una angustia innecesaria, dudando continuamente en abandonar el concurso e irme con esa persona o seguir en él. De lo que guardo muchísimos buenos recuerdos es de mi segunda etapa en la casa, en 'GH: El reencuentro', donde además de acabar segundo, disfrute todo lo que no había disfrutado en la primera. Además supuso un cambio de opinión de la gente sobre mí de 180 grados, y por fin pude quitarme la espina clavada de mi paso por la primera edición.
Al salir y ver toda la que se había montado alrededor del reality, ¿cómo reaccionaste?
Todo me sobrepasaba. De la noche a la mañana pasamos del anonimato a ser las personas más conocidas y reconocibles de este país. Algo demasiado grande para digerirlo en tan poco tiempo. Me sentí una marioneta en muchos momentos de aquellos que habían tomado las riendas de nuestro futuro profesional en televisión, y que debo aclarar que a ellos mismos les superaba y se tomaron malas decisiones que junto con equivocaciones mías, y malos consejos, se llegó a un modelo de representación de "lo exprimo todo lo que pueda ahora y luego Dios dirá".
¿Cambiarías algo de tu paso por Guadalix?
Sí. Ojalá jamás me hubiera encoñado de María José Galera. Fue el gran error en aquel momento. Con esto no quiero decir que hubiera ganado la edición, para nada, eso creo que ya estaba decidido, pero hubiera disfrutado muchísimo más, me habría centrado en intentar ganar y los telespectadores no se hubieran llevado una impresión tan errónea de mí.
¿Y de tus actuaciones una vez fuera en los diversos programas de televisión?
En esta vida arrepentirse es una acto muy bonito de cara a la galería, pero que no sirve de nada en la práctica. Lo que hay que hacer es aprender de las equivocaciones y de las conductas erróneas. No nos define como persona solamente nuestros aciertos, si no los fracasos que tenemos en la vida. Eso es lo que moldea nuestro carácter y da forma a nuestros principios. Hoy no me sentiría pleno y con madurez si no me hubiera equivocado y aprendido de ello. Paso muy buenos momentos en televisión, aunque ahora esté apartado prácticamente de ella, pero es cierto que he pasado muy malos también.
¿Sigues manteniendo contacto con tus compañeros de edición? ¿Con quiénes?
No con todos, obviamente, en la vida no se empatiza por cojones con todo el mundo, pero con los que lo mantengo a día de hoy, puedo decir que son amigos de verdad o por lo menos que nuestra relación ha madurado de una manera correcta.
Me llevo con mi querida socia Silvia, una gran mujer y mejor amiga, su expareja Israel, un tío de ley, Nacho y Vanessa, dos personas sinceras y honestas, el sorprendente y polifacético Iñigo, Iván, un superviviente y currante nato, y Ania, una mujer luchadora que merece la pena conocer. También tengo amistad con algunos que no son de mi edición como Pepe Herrero, una persona con la que he congeniado excepcionalmente bien y con Sonia Arenas, que con el tiempo he conocido y me ha dejado huella.
Jorge Berrocal con Mercedes Milá y Silvia Casado
¿Volverías a participar?
Sí. ¿Por qué no? Es una manera de vivir una aventura que no encuentras en la vida normal y una fuente de ingresos, muy necesarios en estos tiempos. Aunque preferiría probar otros formatos como 'Supervivientes' o un talent show.
¿Es Mercedes Milá el alma del reality en nuestro país?
No, en mi opinión no. Es parte fundamental de esta ecuación de éxito, pero el alma del concurso son precisamente los espectadores y esa sana, en ocasiones retorcida, intención de ver lo que hacen los demás en esa casa. El formato en sí es el alma también del éxito del reality y Mercedes un excelente e imprescindible eslabón de la cadena que lo forma..
¿Cómo es la presentadora detrás de las cámaras?
Poco se diferencia, es carácter, fuerza, vehemencia, pero sí que más cercana y menos autoritaria. Tampoco he tenido el placer de conocerla más, cosa que me disgusta, ya que ahora con el paso de los años y la perspectiva que te dan los mismos, sería increíble mantener conversaciones con ella.
¿Crees que la evolución que ha sufrido el formato con los años le ha venido bien?
Esto sólo puede contestártelo el índice de audiencia que tengan cada una de las ediciones, teniendo en cuenta la circunstancia de la diversidad y alternativas que hay en la pantalla y el consiguiente desgaste del formato, pero visto que llega la decimocuarta edición, la respuesta sería presumiblemente que sí. Yo en cambio he de añadir que en ocasiones me resulta muy difícil reconocer a 'Gran hermano' porque todo ha cambiado mucho. Es lo que tiene el paso del tiempo y la necesidad de explotar una idea de muchas maneras para no agotar su éxito y vigencia.
La nueva edición se estrena este lunes ¿qué le dirías a los participantes?
Que disfruten, compitan y no hagan aquello que no les representa, pero sobre todo que asuman siempre la consecuencias de sus actos. Me gustaría dejarles claro que esto no es una panacea, ni la solución definitiva a sus problemas económicos y laborales, esto es un concurso, nada más.
¿Crees que la edición 14 logrará sorprender y mantener sus grandes datos de audiencia?
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Hace años que no veo el concurso, bastantes años no te miento, pero si sigue vigente será por algo. Esto es un negocio, si no fuera rentable ya no estaría en la parrilla de la cadena.