La empresa holandesa Mars One ha propuesto llevar adelante uno de los proyectos más intrigantes que se han sugerido a lo largo de la última década. La firma neerlandesa pretende llevar "a la humanidad a Marte en el año 2023, para fundar las bases de una colonia permanente a partir de la cual prosperaremos, aprenderemos y creceremos", según explica en su página web. Con una sugerente campaña para la captación de voluntarios, la empresa se ha empeñado en construir una colonia habitable y sostenible en Marte dentro de los diez próximos años, de tal forma que se puedan enviar astronautas al planeta rojo cada dos años.
"Para lograr esto, Mars One ha desarrollado un plan preciso y realístico basado enteramente en tecnologías existentes. Es viable tanto de manera económica como logística, gracias a la suma de proveedores y expertos en exploración del espacio que ya existen", argumenta la campaña digital. Sin trabajar con ánimo de lucro, Mars One busca "establecer un asentamiento humano en Marte a través de la integración de las tecnologías existentes".La creación del primer asentamiento humano televisado en Marte puede convertirse en una realidad
Un reality show extraterrenal, la gran vía de financiación
En relación a la financiación de este ambicioso proyecto, la web ha explicado que se realizará a través de la retransmisión televisiva e interactiva de toda la misión, desde la selección de astronautas y sus preparativos para la llegada al planeta hasta la vida de los seleccionados cuando estén fuera de La Tierra.
Unas emisiones que llegarían a todo el mundo en formato de reality show: "Financiaremos la misión creando el evento mediático más grande jamás pensado (...) Todos, en el mundo, podrán ver todo lo que pase en las preparaciones y en Marte", asegura Bas Lansdorp, cofundador de la organización. Según el embajador de la iniciativa Gerard 't Hooft, ganador del Premio Nobel de Física en 1999, se trata de un proyecto de empresas privadas, sin la intervención de ningún gobierno.
La viabilidad de la misión
Los organizadores de este plan han incidido en los factores que permitirán desarrollar el proyecto. Según han señalado, el asentamiento en Marte estará impulsado por la instalación de paneles solares fácilmente transportables, con el objetivo de construir un área de 3.000 metros cuadrados como fuente de energía. Al estar más lejos del Sol que La Tierra, en Marte se disminuye la ganancia solar, pero al poseer una atmósfera mucho más delgada la cantidad de radiación solar que llega a la superficie es mayor que si Marte tuviera la atmósfera más densa de nuestro planeta, según explican los expertos.
Otro de los planes es enviar rovers (robots) simples, que requerirán que los astronautas sigan vistiendo sus trajes presurizados. Según han indicado, sería ideal utilizar rovers presurizados pero el coste del transporte a Marte es "actualmente prohibitivo".
Diez años de preparación
Los directivos de Mars One ya han fijado fechas para cumplir con las fases del proyecto. Su plan es que un satélite de comunicaciones y materiales de abastecimiento aterricen en Marte en 2016. Dos años después, un rover motorizado recorrerá la superficie del planeta en busca de la mejor localización para efectuar el asentamiento. En 2020, se trasladará otra carga de suministros y más vehículos robotizados que den forma a la futura colonia. Será a mediados de 2023 cuando se produzca el momento cumbre de la misión, en la que una nave espacial con cuatro aventureros aterrice en Marte, convirtiéndose en los primeros habitantes permanentes fuera de nuestro planeta, que abandonarán a finales de 2022.
Se enviarán vehículos robotizados para la grabación de imágenes y posterior selección del terreno
Un viaje sin retorno
Mars One ha indicado que el abastecimiento de energía solar será posible porque no se requerirá la producción de combustible para un viaje de regreso a nuestro planeta. En este sentido, la empresa neerlandesa quiere aclarar a los candidatos que una vez asentados en Marte no podrán volver a La Tierra. El planeta rojo se convertirá en su nuevo hogar, donde vivirán y trabajarán el resto de sus vidas. No obstante, la compañía ha señalado que con el tiempo podrán enviar a nuevos terrícolas que se quieran unir a la experiencia, pero que en todo caso se tratará de un viaje sin retorno.
Curiosamente, y sin que el proceso haya comenzado todavía, la compañía holandesa ya ha recibido miles de vídeos de posibles candidatos, según ha afirmado Lansdorp a la BBC.