Daniel Grao (Barcelona) ha participado en numerosas películas, como "Fumata blanca", "Volverás" o "La mula", que se estrena el 10 de mayo. En la televisión ha interpretado a Jorge Vega en 'Acusados', a Raúl en 'Luna, el misterio de Calenda' (Antena 3), a Ignacio en la miniserie 'Tormenta', de la misma cadena, participó también en 'Sin tetas no hay paraíso' (Telecinco), entre otras ficciones, y próximamente le veremos en las producciones de Mediaset España 'Mario Conde, los días de gloria' y 'Hermanos'.
En esta entrevista concedida a Vim Magazine, Grao hace un repaso de su trayectoria profesional y se muestra agradecido por haber podido trabajar en proyectos "con buenas personas" y tiene claro que "el director ideal es alguien que se dedique a esto por amor; que disfrute trabajando".
Has dado vida a multitud de personajes en una gran cantidad de series de televisión de características muy variopintas. ¿Qué tiene que tener un guion o un personaje para atraparte y querer darle vida?
Es la suma de varios factores la que me hace decir sí a un proyecto: la historia, el resto del reparto, la necesidad de probarme en otros perfiles, etc. Lo que sí es cierto es que conmigo funciona mucho el reto. Cuando aparece un personaje con resortes poco transitados por mí o un formato nuevo, como lo fue la obra de teatro "La avería", me es muy difícil no decir sí.
A día de hoy, y tras todos los papeles que has interpretado, ¿ha llegado a tus manos el proyecto ideal?
Tengo la suerte de ir a parar a proyectos con grandes profesionales que además son buenas personas, y eso me parece ideal. A un nivel meramente profesional, uno en sus sueños siempre anda perfeccionando los deseos: "Pues ahora quiero...".
¿Cómo es el proceso desde que lees el guion hasta que plasmas el personaje en el rodaje? ¿Llevas a cabo algún tipo de preparación especial?
La preparación depende del personaje y del momento en el que me llega. No todos tienen la misma dificultad, pero en general se trata de tener bien afinado el instrumento para que la música fluya.
Te conocemos desde tus inicios, pero ¿cómo era Daniel Grao antes de dedicarse al completo, o casi, a la interpretación? ¿Ejercer esta profesión fue vocación, tradición familiar, casualidad...?
¡Ejercer esta profesión fue mi salvación! En la época de instituto mi vida era bastante complicada, andaba bastante perdido y la compañía semiprofesional La Mandrágora se convirtió en mi refugio. Con el tiempo pensé en la posibilidad de convertir eso en una profesión. Estoy seguro de que el arte es sanador, más allá de que lo conviertas o no en tu profesión.
Coincidiste con Belén Rueda en "Los ojos de Julia" y recientemente en 'Luna, el misterio de Calenda'. Es una actriz con la que tienes una química especial en pantalla, ¿cómo es trabajar con ella?
Solo hace unas semanas que 'Luna' ha acabado pero, ¿eran los personajes, el misterio, los hombres lobo o un poco de todo lo que ha hecho a esta serie especial? ¿Qué es lo que a ti te enganchó a ella?
Donde transcurre; este pueblo de montaña que tiene algo de atemporal, supongo.
En 'Luna' siempre se pensó que las temporadas cerraran el caso y que, al mismo tiempo, surgieran muchas incógnitas. Y que las tramas personales fueran sumando. Creo que es un final digno pero que al mismo tiempo te deja con ganas de más.
Creo que hay público para todo. Sí es verdad que la crisis también ha afectado al sector televisivo: menos publicidad o peor pagada. Supongo que ciertos programas son más baratos y si además tienen más audiencia...
Pronto finaliza el rodaje de la miniserie 'Hermanos'. ¿Qué puedes contarnos acerca de este proyecto?
Has trabajado en teatro, cine y televisión, tres mundos que se unen por la importancia de una figura: el director. Desde el punto de vista de actor, ¿cómo diferenciarías su presencia en estos tres campos? ¿Cómo es para ti el director ideal?
A mí me importan las historias y los personajes, luego es cuestión de amplificar más o menos, pero, en esencia, el trabajo es el mismo. El director ideal es alguien que se dedique a esto por amor; que disfrute trabajando, básicamente.
No puedo dar un solo nombre. Jorge Torregrossa, Blanca Portillo, Salvador Calvo...
¿Qué te da el cine que no lo haga una serie de televisión?
En el mejor de los casos, otro tempo. La tele es muy rápida, es más difícil hacer un trabajo fino.
"Fin" [Jorge Torregrossa, 2012] es una película que destaca, entre otras cosas, por tener lugar prácticamente en su totalidad en exteriores y por condensar su acción en un periodo muy corto de tiempo. ¿Dificulta la labor del actor el salir fuera del set o, por el contrario, aumenta la contextualización y las capacidades interpretativas? ¿Cuesta mantener la continuidad dramática al fragmentar ese corto espacio de acción en varios días de rodaje?
En "Fin" tuvimos la suerte de rodar casi cronológicamente, así que a nivel físico y emocional ayudó. Recuerdo la última semana de rodaje, junto a Clara Lago, echando de menos a nuestros compañeros y con ese agotamiento que te hace estar más vulnerable. En "Fin" el paisaje era un personaje más, así que ayudaba habitarlo realmente. Aunque también tuvimos cromas, supuestas noches rodadas a mediodía y fingiendo ver estrellas en un cielo al que nos costaba mirar por el sol, pero eso son las mentiras del cine y ahí el actor tira de imaginación.
¿Solo existimos mientras hay alguien que nos observa, para el que somos importantes, o, por el contrario, no somos tan importantes y lo único que cuenta es lo que hacemos con el tiempo que vivimos?
En realidad no se contradicen. Creo que la existencia tiene sentido en función del vínculo con el otro, con el mundo... Sin embargo, plantearse el sentido de la vida es algo intelectual, y la vida no es para intelectualizar sino para simplemente ser vivida.
Has participado también en algunos cortometrajes, el último de ellos "Tránsito". ¿Es posible llegar a conocer a un personaje que tienes que plasmar solo unos minutos?
Aunque el resultado final apenas dure unos minutos, te haces las mismas preguntas sobre el personaje e intentas conocerlo al máximo.
Todos los personajes pueden enseñarte cosas. Creo que vas ganando en flexibilidad. Ponerte, aunque sea en ficción, bajo distintas realidades te hace más comprensible, si te lo permites.
Hasta ahora los galardones por tu trabajo no han sido muy numerosos, a pesar de que tu trayectoria es muy buena. ¿Son los premios importantes para ti? ¿Te genera más impotencia por el buen trabajo realizado o más motivación de cara a proyectos futuros?
Lo ideal es hacerlo por amor a la obra, sin pensar en los frutos. ¡Yo me pido el premio a toda una carrera!
¿Ha sido difícil, desde el punto de vista familiar o personal, asimilar la fama que te da salir en la televisión cada semana o que te vean en el cine?
Siento mucho cariño y respeto, así que siento agradecimiento.
Si pudieras cambiar algo que ya has hecho para generar algún cambio en tu futuro más próximo, ¿qué sería?
Uno solo se arrepiente de lo que no hace.
¿Qué otra profesión te hubiera gustado desempeñar?
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En mi época de estudiante de interpretación casi me voy por la danza contemporánea. Recuerdo un solo que vi de Nacho Duato; quedé impactado. Para otra vida me pido estrella del rock, ¡tiene que ser incomparable actuar para cien mil personas!