En la nueva temporada de 'Pesadilla en la cocina', el chef se implicará más que nunca para conseguir salvar de la quiebra a los restaurantes que le han pedido su ayuda. Alberto Chicote se involucrará hasta en lo personal: irá al rescate de un antiguo amigo al que le las cosas le van cada vez peor. Locales al borde del desahucio, familias a apunto de perder su casa por los problemas del negocio... Las situaciones más graves y extremas exigen acciones radicales.
Este jueves, 9 de mayo, a las 22:30 horas, vuelve Chicote, vuelve 'Pesadilla en la cocina'. En esta temporada, el programa producido por Eyeworks Cuatro Cabezas viajará de nuevo por todo el territorio nacional. Barcelona, Sevilla, Valencia, Madrid o Almería serán algunas de las provincias a las que se desplazará el chef para intentar resolver los problemas más variados en los negocios más diferentes.
Alberto Chicote tendrá que enfrentarse a las dificultades de locales de la más variada oferta gastronómica. Un restaurante italiano, un local con un dueño de origen persa, un restaurante de alta cocina... un enorme abanico de variedades gastronómicas a las que el reconocido cocinero madrileño hará frente y todo lo posible para dar solución.
El programa se aleja de los restaurantes habituales
Además, el programa también visitará locales alejados del tradicional concepto de restaurante: bares de tapas, chiringuitos de playa, cafeterías de Clubs deportivos, restaurantes de bodegas e incluso hoteles. Entornos muy diferentes con problemáticas completamente distintas que necesitan del talento de Chicote para encontrar su camino.
Una emprendedora convencida de haber creado una nueva cocina que, sin embargo, nadie comprende. Un cocinero sin formación al que las circunstancias le están llevando casi a la ruina. Viejas glorias de la cocina que no han sabido reinventarse y han quedado ancianas en el pasado. Cocinas que deberán echar el cierre si las analizara un inspector de Sanidad. Dueños irresponsables que han invertido cifras astronómicas en sus negocios y contraído deudas que llegan al millón de euros. Así se presentan algunos de los retos a los que se enfrentará Alberto Chicote en su nuevo peripio por los restaurantes más problemáticos, sucios o sin rumbo del país.
Alberto Chicote
Soluciones personalizas
Tanto en los nuevos menús aportados por Alberto Chicote y el equipo del programa, como en las reformas de los locales que piden auxilio, 'Pesadilla en la cocina' ha redoblado sus esfuerzos. Propuestas completamente personalizadas, creativas y útiles ofertas gastronómicas hechas a medida. Reformas que darán un giro al concepto de algunos de los restaurantes o que les harán llegar al tipo de clientes que buscaban desde su apertura. Cambios radicales y mucho tesón y esfuerzo.
Estas son las armas de Alberto Chicote en la nueva temporada para que cada restaurante con problemas tenga una nueva oportunidad en el entorno de mercado en el que se encuentra y con las mayores posibilidades de futuro
La primera pesadilla de Alberto Chicote
Alberto Chicote inicia la segunda temporada de 'Pesadilla en la cocina' en un restaurante asiático, el Katay, gobernado por dos jóvenes amigos sin ninguna experiencia, muchas pretensiones y demasiadas rencillas personales a sus espaldas.
El chef comienza así su nueva andadura en el programa con una de sus especialidades, la cocina asiática, con la que disfrutará y sufrirá a partes iguales. Ubicado en una de zona de alto nivel adquisitivo de la provincia de Sevilla, el Katay nació como un sofisticado restaurante que podía convertirse en centro de reunión y ocio de celebridades, futbolistas y gente de clase acomodada. Sus socios pensaron primero en montar juntos una tienda de ropa pero tras pensarlo mucho se decidieron por un restaurante.
No pensaron en que el hecho de contratar a cocineros chinos, que apenas hablan castellano, hace imposible la comunicación y eso acarrea un problema a corto plazo. Un cúmulo de decisiones desacertadas que terminó por hacer fracasar el sueño de dos jóvenes que parecían estar en un juego en lugar de ejerciendo una profesión seria.
Primera "pesadilla" de Chicote
Dos amigos sin experiencia
Tomares, en la provincia de Sevilla, es el municipio con la renta per cápita más alta de Andalucía. Urbanizaciones de lujo, campos de golf y un alto nivel adquisitivo parecen el escenario perfecto para el Katay, un sofisticado restaurante asiático abierto por dos socios y amigos, Baldo y Giovani, hace menos de un año. Pero la torpe dirección de estos socios con pretensiones y sin experiencia ha llevado al Katay a la ruina en tan sólo unos meses.
En el restaurante se acumulan los problemas, empezando por una cocina sin comunicación. A esto se le suma un servicio ineficaz y la poca implicación de uno de los socios, Baldo, que parece en constante estado de "ausencia". Las pérdidas económicas han disparado la tensión entre los socios, que tienen una perspectiva completamente diferente sobre la inversión de cada uno de ellos en el local.
A raíz del fracaso del negocio, la relación entre Baldo y Giovani comienza a resentirse a una velocidad de vértigo y cuando Alberto Chicote empieza a indagar para tratar de comprender el problema del restaurante la realidad no tardá en salir a la luz: uno de los socios no está siendo sincero con el otro.
Además. Las rencillas personales que durante años habían callado comienzan a aparecer y a convertir el Katay en un "patio de colegio" que impide concentrarse a los jóvenes propietarios en lo verdaderamente importante: el restaurante.
Alberto Chicote se enfrenta a un reto complicado. Convertir un lugar con demasiadas pretensiones en un lugar de clase y personalidad, que atraiga a las personalidades de la zona y cuya cocina destaque por su calidad y fuerza. Pero para conseguirlo es necesario que Baldo y Giovani resuelvan sus problemas personales, pongan la verdad al servicio del Katay y comiencen a comportarse como adultos, entregados a un proyecto común que todavía puede convertirse en el lugar soñado.
El éxito de 'Pesadilla en la cocina'
Alberto Chicote sabe muy bien cuáles son los ingredientes para triunfar. Al gusto de la audiencia como demostró en su primera entrega, 'Pesadilla en la cocina' se hacía con la receta del éxito al convertirse en el mejor estreno para un programa de entretenimiento de laSexta con 2.802.000 espectadores (13,7%).
Su récord de audiencia se produjo el 22 de noviembre, con casi 3 millones de espectadores (2.987.000) y un 15,2% de share.
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Casi 2,5 millones de espectadores (2.413.000) de media han seguido al chef en sus desafiantes retos de cada semana en su primera temporada. Sus mejores seguidores se registraban entre el público de 35 a 44 años con un 17%.