El actor Gorka Otxoa (San Sebastián, Gipuzkoa) ha participado en varias series de televisión a nivel nacional, como 'Doctor Mateo' o 'Plaza de España'; y autonómicas, como 'Mi querido Klikowsky' en ETB-2. Una cadena en la que se le conoce por participar en 'Vaya semanita'; un programa de humor que en el resto de España puede verse a través de Factoría de Ficción.
Inmerso ahora en las grabaciones de la nueva ficción de Antena 3 'Vivo cantando', Otxoa, que también ha hecho cine ("Pagafantas", "Lobos de Arga"...), asegura sentirse "cómodo" tanto trabajando en series como en películas y en obras de teatro: "Los tres tienen cosas malas y buenas, como casi todo en la vida; intento disfrutar de lo bueno que tiene cada uno". "Respecto a la situación por la que atraviesa España, se muestra convencido de que "se quieren cargar la cultura". "La situación está llegando a límites humanokios inaguantables", lamenta en esta entrevista concedida a la revista digital Yourway Magazine.
Te conocemos interpretando numerosos papeles, pero ¿cómo es Gorka Otxoa cuando está a solas con él?
Pues un chaval, no sé si con 34 se puede utilizar ese termino, muy normal, incluso tímido de primeras, que tiene una vida normal, solo que tiene un trabajo que le llega a más gente que otros trabajos, nada más.
¡Un buenísimo recuerdo! Primero por el programa en sí, porque fue un programa diferente que hizo humor con temas con los que antes nunca se había hecho y que consiguió que le gustara a todo el mundo en el País Vasco, cosa que no es muy fácil. Y segundo, porque nos juntamos ahí una serie de actores, guionistas y directores que además de hacernos muy amigos, luego hemos seguido currando juntos en otros programas de televisión o en el cine, con "Pagafantas".
¿Disfrutas más haciendo comedia o trabajando con cualquier otro género?
Yo soy actor, y como tal lo que me gusta es contar historias y meterme en personajes. Lo importante es que las historias, los personajes, los proyectos y quienes los hacen sean interesantes. A partir de ahí da igual el género, me gustan todos. Dicho esto, con la comedia disfruto mucho. Eso sí, con la buena o con la que a mí me gusta, porque una mala comedia, unos malos guiones, pueden ser un infierno.
"En general, muy pocas entregas de premios son justas"
¿Por qué crees que el cine español en general está infravalorado?
Por un lado, porque creo que los medios de comunicación y algunos políticos han intentado durante años conseguir que tenga esa mala imagen el cine español. Por otro, creo que el hecho de que desde pequeño, en general, se vean tantas películas extranjeras dobladas tampoco ayuda.
Aquí se hacen malas películas y muy buenas, como en todos los sitios. Pero, por ejemplo, de Estados Unidos llegan muchísimas películas horrorosas, en mi opinión, y cuando alguien las ve no dice "qué americanada más mala, paso de ver más cine americano". Y desgraciadamente con las películas españolas sí ocurre. Es una cosa contra la que tenemos que luchar, y la mejor manera es seguir haciendo buen y variado cine, como creo que se está haciendo.
En 2009 estuviste nominado al Goya a mejor actor revelación, ¿son justas las entregas de premios de cine?
En general, muy pocas entregas de premios son justas. Es muy difícil decir quién es el mejor en esto o en aquello. Es algo subjetivo y difícil de medir, creo yo.
De los directores con los que has trabajado, ¿quién te ha aportado más o te ha dejado más huella?
Es como elegir entre tu padre y tu madre... No podría decir solo uno, por respeto a los demás. Yo creo que se aprende con todos, cada uno te aporta diferentes cosas pero cada trabajo es una clase más en esta larga profesión en la que nunca dejas de aprender.
¿Y de actores?
Lo mismo para los actores. Con todos ellos he aprendido y disfrutado muchísimo. Por nombrar dos míticos que llevan toda la vida y son muy grandes, diría Miguel Rellán y Ramón Barea, por ejemplo. ¡Dos monstruos!
Has hecho mucho cine, mucha televisión y también teatro, ¿dónde te sientes más cómodo?
No soy un purista de ninguna de las tres; disfruto con todo ello. Los tres tienen cosas malas y buenas, como casi todo en la vida; intento disfrutar de lo bueno que tiene cada uno Y lo perfecto, pero que lógicamente no siempre se puede, es poder compaginar los tres para poder disfrutarlos intercaladamente.
¿En qué proyecto televisivo estás trabajando ahora mismo?
El lunes 22 de abril comenzé a grabar la serie 'Vivo cantando', de Antena 3. Es una dramedia también con un pedazo de elenco y Miguel Albaladejo dirigiendo.
"El poder económico es el que manda"
Estás muy involucrado en las redes sociales con todos los temas políticos del momento. ¿Qué opinas de lo que está pasando en España?
No sé por donde empezar... La situación está llegando a límites humanos inaguantables, como las miles de familias que todas los meses se quedan en la calle, a las que les son arrebatadas sus casas y que las tienen que pagar todavía.
El poder económico, que es el que manda por encima de todos los demás, ha engañado con hipotecas infladas y "regaladas", nos han robado durante años y ahora además les tenemos que dar miles y miles de millones de euros a cambio de cargarse la sanidad y la educación públicas y los derechos sociales. Mientras, por supuesto, los políticos roban y están corrompidos a costa nuestra también. Es absolutamente lamentable la situación, ha tocado fondo.
¿Y sobre lo que afecta negativamente a la cultura?
Se quieren cargar la cultura, directamente. No les interesa, no quieren que la gente piense, recapacite, se exprese en sus diferentes vertientes culturales.
Con la subida del IVA cultural al 21% han conseguido muchísimos menos ingresos que antes y que la taquilla del teatro, por ejemplo, baje un 33%, con el consiguiente cierre de productoras y la pérdida de trabajo para miles de personas. Y en el cine, otro tanto, por supuesto. Es muy triste que el cine español genere más ingresos en el extranjero que aquí.
Además del bien cultural de ambos, también son grandes industrias generadoras de miles de puestos de trabajo. Por ejemplo, en Estados Unidos, el cine es la segunda industria que más PIB genera. Pero aquí les da igual, se quieren cargar todo. Y que España se convierta en una fábrica de mano de obra tirada para el norte de Europa y con camareros y poco más. Es tan triste como duro.