Álex Gadea protagoniza desde 2011 la serie de Antena 3 'El secreto de Puente Viejo', en la que da vida a Tristán Montenegro. Anteriormente, ha participado en otras producciones como 'Hospital Central', 'El comisario' o 'Los protegidos'.
Sobre su personaje en la ficción de Boomerang TV, Gadea relata que Tristán ha "crecido" con él y que le ha dado "mucho bagaje". 'El secreto de Puente Viejo' reúne a millones de espectadores cada tarde frente al televisor, al contrario que otras series, que aunque pueden ser muy buenas, "han caído por no salir en el momento adecuado o por no estar muy cuidadas por la propia cadena de televisión", expone Gadea, que siente que la vida le está tratando bien, en esta entrevista concedida a la revista digital Vim Magazine.
Cuando pensamos en Álex Gadea, nos viene a la cabeza tu último trabajo televisivo y quizá el más conocido: Tristán Montenegro. ¿Te gusta que sea así o prefieres que no se te asocie a un personaje o a una historia?
Evidentemente Tristán es el personaje más mediático que he hecho, pero como actor no me gustaría que me recordaran por un personaje.
¿Qué te ha enseñado Tristán, profesionalmente hablando? ¿Puedes considerarlo uno de tus retos interpretativos?
Muchas horas de rodaje con él a cuestas: texto, dicción, cuerpo, mucho oficio. Es un personaje que ha crecido conmigo, hemos afrontado un salto de 16 años juntos. Tristán me ha dado mucho bagaje. En su momento, supuso un reto para mí, al igual que ahora lo suponen otros. Cada personaje que te llega es un reto nuevo. Si no arriesgas, para mí esta profesión no tiene sentido.
Te has formado como actor, ¿lo que aprendes en la escuela o academia realmente sirve en un rodaje o hasta que no empiezas a trabajar no sabes a lo que te estás enfrentando?
Para mí, sí que sirve. La formación es un proceso donde estás en evolución constante y tomas conciencia de muchas cosas. Sí es cierto que en el trabajo los resultados llegan antes por necesidad, pero esa formación es una mochila que va contigo.
Muchos consideráis el teatro como una forma de renovarse, de "limpiarse" de todo lo que el cine o la televisión conlleva. ¿Por qué?
En el teatro estás mucho más desnudo y expuesto. No hay tomas, no repites... Cuando arrancas no hay marcha atrás. Hay un trabajo de más profundidad con respecto a la televisión y eso es muy gratificante, si llegas con el proceso de trabajo bien hecho.
Es el momento de innovar para conseguir seguir adelante y mantenerse a flote. También para vosotros, los actores. Pero, ¿es suficiente? ¿Puede mantenerse la estructura si se ataca a la financiación y no se facilita que el espectador pueda ver y disfrutar el espectáculo?
Evidentemente no. El teatro y el cine, más allá de ser una corriente artística, cultural, educacional, etc., son un negocio. Si no producen y no son rentables, no pueden subsistir. Estamos viendo cómo muchas empresas del sector están echando el cierre por esto mismo.
Absolutamente. La subida del IVA es una clara manifestación de lo que supone para el Gobierno la cultura: nada. Ha sido uno de los sectores más castigados. España tiene el IVA cultural más alto de Europa. Con estas medidas no me extraña que seamos el país europeo con más fracaso escolar y cultural.
Más que la temática y el contexto creo que hay muchos factores para que una ficción funcione: horario, contra qué compita en la parrilla, promoción, etc. A veces, series muy buenas han caído por no salir en el momento adecuado o por no estar muy cuidadas por la propia cadena de televisión.
¿Qué sentimiento o sensación es más difícil de interpretar, de hacer llegar al espectador?
Si pensamos en Tristán, o en esa España de los años veinte, ¿crees que hoy necesitaríamos rescatar algo de esos años para funcionar mejor?
Has dedicado tu vida a la interpretación. ¿Estás obteniendo la recompensa o el reconocimiento con el que soñaste hace unos años?
Me siento un privilegiado de poder trabajar en el oficio que decidí escoger. Por supuesto, es una gran recompensa a todo el esfuerzo. Si echo la vista atrás cuando salí de casa para empezar este camino, siento que la vida me está tratando bien.
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Todos los personajes que hago tienen una esencia mía, intento acercarme a su alma. Pero eso no significa que me identifique con ellos ni que me sienta reflejado.