Sonia González: "En 'De buena ley' intentamos reflejar la evolución de la sociedad y de la jurisprudencia"

'De buena ley' alcanza las 1.000 emisiones. Se dice pronto, pero son muchos los que ahora hace cuatro años apenas apostaban por este formato. Adaptación del original italiano 'Forum' -emitido con gran éxito de audiencia en el país transalpino-, 'De buena ley' ha sabido introducir los cambios y las variaciones necesarias para que una media de un millón y medio de personas se mantenga diariamente fiel al formato que produce BigBang Media.

El único court show actual de la televisión española conmemora esta semana su programa 1.000. Aprovechando esta efeméride FórmulaTV.com se ha acercado hasta los Estudios Picasso, en donde se encuentra el plató del programa, en Villaviciosa de Odón, para conocer de cerca y de primera mano los entresijos de este espacio que Telecinco ofrece de lunes a viernes, a las 14:30 horas.

La productora ha grabado una entrega muy especial que los espectadores tendrán ocasión de ver este mismo jueves. 'De buena ley' introducirá a un jurado popular en su dinámica. Pero, ¿por qué ahora? Sonia González, directora del programa nos atiende para aclarar todas nuestras dudas. "El jurado popular sólo puede juzgar ciertos casos como, por ejemplo, incendios, homicidios, asesinatos, delitos contra el honor, contra las personas, amenazas y alguno más. Supone una adaptación que no se podía hacer de la noche a la mañana. Hemos ido haciéndola progresivamente a la vez que no parábamos la maquinaria de 'De buena ley'".

Alfonso Merlos, colaborador del programa, nos decía en un descanso de la grabación que alcanzar las 1.000 emisiones hoy día es "toda una proeza" y razón no le falta. Las cadenas de televisión, sobre todo las privadas, no se lo piensan dos veces a la hora de cancelar un espacio si los datos no acompañan, de modo que lo conseguido por 'De buena ley' en estos cuatro años bien merece ser destacado.

"El reto es renovar día a día el apoyo que tenemos por parte de los espectadores", nos cuenta Sonia González. "En estos cuatro años hemos intentado reflejar también la evolución de la sociedad y de la jurisprudencia. Celebramos esta semana entera que hemos llegado a los 1.000 programas y hemos tirado la casa por la ventana: Un jurado popular para uno de los casos. El miércoles, además, contaremos con un elenco de polemistas de lujo entre los que van a estar Boris Izaguirre, Kiko Matamoros, Raquel Bollo, Nacho Montes, Miguel Temprano y Beatriz Cortázar, opinando sobre un caso muy similar al de Olvido Hormigos y, por supuesto, no podía faltar la protagonista, Olvido... Nos vamos a reír y mucho, pero también vamos a tener los sentimientos a flor de piel. Estamos en la semana grande de De Buena Ley y esperamos que lleguen muchas más".

"Casos supervisados por un despacho jurídico"

El lunes el programa contó en sus gradas con declaraciones de una víctima real de bulling, tema que centró el litigio de ese día; el martes, en cambio, los protagonistas del caso discutieron sobre la necesidad de cerrar o mantener abierta la investigación sobre la desaparición de su hija, una cuestión sobre la que también opinaron personas anónimas que han pasado por este mismo trance. Nos preguntamos... ¿cómo surgen los temas en 'De buena ley'? ¿Colabora algún juzgado con el programa? ¿busca el equipo de redacción los casos por internet?

La directora del programa nos cuenta que todos son periodistas y que, por tanto, utilizan los medios periodísticos a su alcance para dar con los distintos casos: "Búsqueda en prensa escrita o en internet, juzgados, cartas que nos remite nuestra audiencia con casos que han vivido... Pero sea cual sea el caso seleccionado está siempre supervisado por un despacho jurídico".

"Intentamos ajustarnos lo más posible a la realidad"

Buena parte de la audiencia cree que los casos de 'De buena ley' son inventados, pero Sonia González nos desmiente este extremo. "Todos los casos son reales. Cuando son casos internacionales, buscamos ajustarlos a la legislación española, entonces puede variar la reclamación del caso. Intentamos ajustarnos lo más posible a la realidad porque, al fin y al cabo, lo que pretendemos en 'De buena ley' es que la gente se sienta identificada con lo que está viendo. Seguro que conocen a alguien de su entorno al que le ha ocurrido algo similar".

Preparar un caso diario no parece tarea sencilla. El espectador puede pensar que los programas se graban unos tras otros, pero la realidad es bien diferente. No todos los días hay grabación. La productora concentra los casos, por lo que en una misma tarde se pueden grabar tres entregas. La fórmula se repite con todos aquellos espacios diarios que no son en directo como 'Pasapalabra'. Tal vez por ello se respira tan buen ambiente en el plató del programa. ¡Cualquiera diría que el equipo está encantado de trabajar allí! Pero es cierto. Esa la sensación con la que uno sale del programa después de vivir en primera persona la grabación del programa y de charlar con más de una treintena de miembros del equipo.

"Gente corriente de casting"

¿Cuántos programas puede llegar a grabar la productora en un mes? ¿Treinta? La directora nos responde: "Unos poquitos menos, una media de 24 programas al mes para tener un colchón en emisión". Es decir, el equipo graba programas de más por si algún día de grabación ocurriera algún imprevisto y no pudieran cumplir con el planning de rodaje. "Después de cuatro años el proceso [de grabación] es muy ágil", afirma Sonia. El equipo de BigBang Media dedica dos semanas a preparar cada entrega "incluyendo la supervisión del despacho jurídico que nos asesora". Evidentemente el equipo del programa trabaja con varios casos abiertos a la vez.

Durante estos cuatro años y 1.000 programas han pasado por 'De buena ley' más de 2.000 litigantes, y es que en ocasiones han pasado más de dos personas por cada entrega. Muchos espectadores se empeñan en asegurar que todos son actores, aunque en realidad "son gente corriente seleccionada en castings muy concienzudos".

"Lo que buscamos en ellos es que se sientan identificados con lo que están contando, para ello si el caso que estamos haciendo es de una madre soltera, buscamos a una, si es de dos hermanas, buscamos dos hermanas... Ese es nuestro pequeño secreto, son personas que han vivido en sus propias carnes situaciones similares e incluso agradecen las respuestas que encuentran en 'De buena ley'".

Los polemistas, "ciudadanos de a pie"

Para Sonia, los polemistas del programa reflejan una "micro sociedad". Elegidos a conciencia, "en ellos está representado el público espectador. Sus opiniones son las que puede tener cualquier ciudadano de a pie. Por eso el telespectador se siente identificado con ellos. Hacen un trabajo fantástico".

Los espectadores más fieles saben que entre el público hay caras muy conocidas, personas que en su día eran anónimas y que hoy día forman parte del programa como Mario Castro o Marina Baena, entre otros muchos. "Se lo han ganado a pulso. Mario está con nosotros desde el principio y Marina un poquito menos. Pero a estos dos nombres hay que añadir muchos más, todos ellos se ganan el puesto día a día. Sorprenden con sus argumentos, cómo defienden sus posturas... Es una tarea muy difícil y tienen una capacidad de reacción fantástica. Son una parte muy importante de nuestro programa.

Gustavo Larraz, el "sabio" del programa

El court show presentado por Sandra Barneda cuenta actualmente con la colaboración de los letrados Gustavo Larraz, Emilia Zaballos, Aitor Canales, Darío Jurado, Isabel Winkels y Paloma Zorrilla, aunque durante mucho tiempo todos los casos del programa recayeron sobre Larraz, tal vez por ello el cariño que el equipo de 'De buena ley' le tiene es más que patente.

"Es nuestro letrado mimado, pero no sólo para el equipo, sino también para los otros letrados, le llaman 'el sabio'". Como bien nos explica la directora del programa, "hay que entender que está con nosotros desde el principio. El primer año todos los casos los hizo él. Tiene una fortaleza fantástica y eso se transmite a través de la pequeña pantalla. Todos los demás letrados han ido aprendiendo de él y luego cada uno de ellos ha creado su propio estilo".

"En nuestro programa todo es comprensible, cercano"

En su última etapa, el programa de Telecinco ha incluido al defensor o "patrocinado", una figura que viene a defender la causa de cada litigante. "Lo vemos como un avance y parece que al público le gusta. Es una manera de reflejar, lo más posible, un juicio. Los defensores son figuras fundamentales en los tribunales y su papel, en 'De buena ley', está siendo muy acertado. Hemos escogido a profesionales que saben expresarse, jurídicamente hablando, de una manera que todo el mundo les entienda. El público no sabe de leyes y ese es el secreto de 'De buena ley', en nuestro programa todo es comprensible, cercano.

Tras cuatro años analizando casos y trabajando con leyes no es de extrañar que muchos del equipo se sientan unos verdaderos entendidos en la materia. "Estamos haciendo un master", reconoce la directora mientras se ríe. "Llega a tal punto que cuando le envío los casos al gabinete jurídico que los chequea me comentan siempre que ya sabemos casi tanto como ellos".

La decisión final o resolución de cada caso es una sorpresa para todo el equipo. "Cada día asistimos a una nueva lección". Según nos desvela la directora, "la única que sabe lo que va a decir el letrado soy yo y me lo guardo muy mucho para no desvelarlo y que la sorpresa sea general. Aprendemos con ellos y nos sorprendemos".

Tras pasar toda una tarde con el equipo de 'De buena ley', uno sale con una extraña sensación del estudio. Extraña porque ante todo destaca el buen rollo que se respira en el plató del programa, algo que no siempre sucede. "Yo concretamente, -nos dice Sonia-, llevo desde que arrancó el programa, cuatro años y medio, y algunas personas del equipo también, pero otras se han ido incorporando posteriormente. La adaptación ha sido fantástica. Los problemas se han solventado con trabajo y supervisión. Soy de las que piensa que si en un equipo hay un buen ambiente el trabajo sale mejor y en éste lo hay. Desde el equipo del plató, polemistas, letrados, redacción, producción, realización, guión, edición, dirección, hasta Sandra. Aquí aplicamos las tres máximas: exigencia, trabajo y una sonrisa y las tres aderezadas con sentido común".