Toni Acosta e Iñaki Miramón interpretan a los marqueses de 'Con el culo al aire', Sonsoles y José Luis. Ambos hablan en esta entrevista de su experiencia en las grabaciones de la exitosa comedia de Antena 3, cuya segunda temporada se emite los miércoles en el canal de Atresmedia TV y que ha sido renovada por una tercera tanda de capítulos. Anoche la comedia lideró nuevamente su franja tras cosechar una audiencia media del 16,9% con 3.041.000 espectadores.
"Cuando estás en una serie tienes un lío de tramas en la cabeza que a veces dudas de qué temporada es esa trama, aunque sí que sabes cómo van las temporadas", cuenta Iñaki. Tanto para él como para Toni, "todos tenemos una pareja de amigos" que son como los marqueses, es decir, "el reflejo del consumismo, el aparentar...".
Sonsoles y José Luis, de 'Con el culo al aire'
Los marqueses son odiados y envidiados en el camping. ¿Qué es lo que más os gusta de ellos?
Toni: Lo que más me gusta de Sonsoles es esa falta de pudor que tiene a la hora de decir las cosas, dice lo que piensa y se queda tan ancha. A veces pienso: "Ay, si pudiera ser Sonsoles un ratito..." [risas]. Una tiende siempre a defender a su personaje, así que ¿qué no me gusta de ella? Que a veces entre Sonsoles y José Luis forman un equipo y no se solidarizan con el resto. Pero a mí los marqueses me gustan mucho.
Iñaki: A mí, lo que más me gusta de ambos es que se quieren mucho. Todos sus jaleos los hacen en equipo y desde el equipo, y detrás de ese equipo hay mucho cariño, mucho amor y ya se contará por qué estamos los dos juntos, que todavía no se sabe y habrá que esperar a la siguiente temporada. Lo que menos me gusta es que siempre salimos perdiendo.
¿Pero tienen algo de vosotros?
Iñaki: Yo no. Viéndolos desde fuera pienso que tienen empatía con el público porque en el fondo son unos desgraciadillos que pretenden ser algo, pero que son muy poca cosa. Siempre se reafirman con lo que tienen, no con lo que son; con el abrigo, las compras... Necesitan tener cosas para poder reafirmar el vacío que sienten.
Toni: Creo que también gustan porque todos tenemos una pareja de amigos que son así; el reflejo del consumismo, el aparentar...
Iñaki: Todos tenemos una parte de esos marqueses que no queremos aceptar. Se hacen amorosos porque se les ve inofensivos dentro de esa maldad y retorcimiento que tienen.
Hace poco llegó el perrito Coco a vuestras vidas. ¿Qué tal con él?
Toni e Iñaki: Nos encanta y nos hace compañía... El otro día comentábamos que hay mucha gente que deposita en una mascota la imposibilidad, en este caso, de tener hijos, o que los tiene, pero se van de casa. Es verdad que el perrito viene a cubrir ese vacío que se estaba convirtiendo en un problema y, de momento, Coco se queda y habrá perrito para rato.
Toni: En el capítulo 7 de la segunda temporada el pobre José Luis desarrolla una alergia al perrito, y Sonsoles le echa de casa porque Coco y yo tenemos que estar en casa.
Iñaki: ¿Quién decía que nunca se debe rodar con niños ni con animales? Es que estás tan pendiente del animal que al final el único que está bien es él.
¿Fue muy complicada la escena en la que aparece Coco con dodotis?
Toni: De lo pequeñito que era se le caía todo el rato, pero ahora ha crecido un montón; la cojo en brazos y pesa más que mi hija [risas], pero se portó muy bien y va a ser una gran actriz.
¿Cómo va a seguir la relación con los Colmenarejo tras meteros en el negocio del churro?
Toni: Lo que sí estamos viendo es que José Luis y Tino han desarrollado una relación de amistad no reconocida. Eso sí, Sonsoles con la peluquera ¡nunca! [risas].
Iñaki: El personaje de Paco Tous, Tino, es tan humano que también hace que estemos mucho más conectados, aunque cada uno vaya a lo suyo. Nos damos consejos mutuamente, pero ninguno acierta; es una relación peculiar.
Toni: En el camping tenemos a la borracha muy cerca y no hay quien pueda con ella y no me gustaría tenerla como vecina. Luego está ese bungaló de donde entra y sale gente y que antes era del guiri, que no sé yo...
Iñaki: Me gustaría tener a Ángel y a Jorge, aunque me gustaban más cuando pensábamos que eran gays porque Eli no me gusta y la doctora yonki tampoco. Tampoco me gustaría tener de vecino a Chema porque está todo el día intentando que nos vayamos del camping.
Iñaki: Cuando estás en una serie, tienes un lío de tramas en la cabeza que a veces dudas de qué temporada es esa trama, aunque sí que sabes cómo van las temporadas. Nos lo pasamos muy bien grabando; hay un gran ambiente entre los compañeros, los directores, el resto del equipo... Eso provoca muchas situaciones de comedia. En la segunda y en la tercera temporadas se están grabando tomas falsas y ahí sí que se aprecia el ambiente en la serie.
Iñaki Miramón y Toni Acosta, en el hotel Wellington
Toni: Me gusta mucho una trama del capítulo 7 de la segunda temporada que es cuando los marqueses roban el cobre del camping. Cuando leía los guiones me preguntaba: "¿Pero vamos a hacer esto?". Los marqueses siempre están intentando sacar negocio de lo que ven, y hay una trama muy graciosa en la que vienen a rodar una película en el camping y ellos prácticamente forman parte del equipo de producción y la lían. Esa trama la disfruté mucho.
¿Cómo lleváis el rodaje en el camping, que se sitúa en el pueblo de La Cabrera, en la sierra norte madrileña?
Toni e Iñaki: En invierno baja la temperatura bastante y hay momentos duros, pero estamos preparados con las camisetas térmicas y nos cuidan mucho las chicas de vestuario. Ahora en primavera es maravilloso; coges la comida y te vas a comer a unas mesas que hay en medio del campo, con árboles, sombra... es maravilloso. Lo único es que en exteriores se graba más porque el horario lo marca la luz del día.
¿Cómo se han acoplado los nuevos compañeros de esta tercera temporada?
Iñaki: Les vemos muy integrados; parece que llevan toda la vida y eso que, a veces, cuesta integrarse en un engranaje que ya está rodado, pero les hemos apoyado mucho para hacérselo más fácil.
Toni: Son unos personajes muy divertidos.
Si no hubierais sido los marqueses, ¿qué personaje os habría gustado interpretar?
Toni: Lola, la borracha. Pero Goizalde lo hace divinamente, es nuestra Groucho Marx. Es un bombón de personaje para disfrutarlo porque ella le ha dado forma y ahora dice lo que le da la gana; es un personaje libre.
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Iñaki: Cuando leí el primer guion me pareció maravillosa la relación de Jorge y Ángel; es como la extraña pareja, son dos personalidades tan dispares que chocan y es muy divertido.