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laSexta no quiso tirar a la basura uno de sus cartuchos más fuertes contra el fútbol este jueves. La cadena de AtresmediaTV decidió echarse atrás en la emisión de un nuevo capítulo de 'Pesadilla en la cocina' al conocer que España e Italia se iban a prórroga en la semifinal de la Copa Confederaciones 2013 que emite Telecinco.
La cadena estaba preparada para, en cuanto terminara el partido, comenzar con el caso del restaurante Anou. 'El intermedio' sí se enfrentó con su última entrega de la temporada pero, una vez se conoció el empate entre España e Italia, decidieron retirar esta emisión y apostar por una reposición.De esta manera, el Castro de Lugo volvió a laSexta con una nueva retransmisión. La entrega más seguida de la primera temporada volvió a hacer aparición convertida además en una de las más míticas de 'Pesadilla en la cocina'.
La emisión del caso del Anou se pospone
De esta manera, la rehabilitación del Anau queda pospuesta hasta nuevo aviso. En esta entrega, Alberto Chicote y 'Pesadilla en la cocina' viajan a orillas del Mediterráneo. Este restaurante valenciano de "originalísima cocina" hace aguas por todos los costados. Su cocinera ha desarrollado la "cocina de intuición", un concepto propio que ella considera novedoso y revolucionario. Tanto que nadie consigue explicarlo ni comprenderlo. Ignorado por la crítica y abandonado por el público, el Anou se enfrenta a sus días más difíciles, debido a la monstruosa deuda que arrastra y que puede llevarse por delante no sólo a sus creadores sino también a la familia.
Alberto Chicote prueba los platos del Anou
El Anou nació hace un par de años de la mano de Teresa, una diseñadora industrial reconvertida en chef y su pareja, un ingeniero informático que hoy ejerce de jefe de sala. Pero lo que comenzó como una aventura acabó por convertirse en un enorme problema. Con la esperanza de expresarse a través de una cocina diferente e innovadora y de ofrecer una propuesta culinaria única, Teresa creó un concepto propio: la cocina de intuición. Cocina basada en llamar "coca" a un sinfín de platos que nada tienen que ver con la tradicional coca valenciana cuyo único elemento común es llevar una masa de harina o pan en algún lugar de la receta. Está convencida de ser una gran chef, de que Alberto Chicote va a adorar su cocina y de que a su restaurante sólo le falta algo de publicidad para que la gente entre por primera vez. Lo que no consigue aceptar es que nadie comprende su cocina y que la mayoría de los clientes que van al restaurante cuestionan su oferta y no regresan.
Pero la carta no es lo único complejo del restaurante. El Anou se sostiene sobre una sociedad a tres bandas en la que la tercera socia, madre de Teresa, siente que ha sido apartada de la toma de decisiones a pesar de haber puesto su casa como aval del restaurante. Además, ejerce de crítica implacable con el trabajo de su hija, algo que Teresa no puede soportar. En el restaurante se acumulan los problemas, pero ninguno tan grande como el carácter de Teresa, una cocinera incapaz de aceptar que su plato estrella, su coca, y el resto de su comida han fracasado.