Daniel Grao regresa a televisión para encarnar a Mario Conde en la TV Movie que se estrenará este jueves, 4 de julio, en la principal cadena de Mediaset España. El actor barcelonés, sobre quien recae el peso de toda la producción, hace un balance de cómo fue preparar el personaje.
'Mario Conde, los días de gloria' es "un thriller político-financiero con tintes de cine de género o de cine negro", según lo define su protagonista. Basada en el libro homónimo del famoso empresario, sobre el que Grao afirma haberse apoyado para recrear al personaje, la TV Movie recrea el entramado financiero que marcó la vida de Mario Conde en un época política y social que recuerda a la situación actual. Una producción de Telecinco en colaboración con Jose Manuel Lorenzo (DLO Producciones) en la que también intervienen Frances Orella, Mariona Ribas y Pedro Casablanc, interpretando a Juan Abelló, Lourdes Arroyo y Mariano Rubio, respectivamente.
El actor barcelonés nos habla de lo que supuso grabar en algunas de las localizaciones reales, como la antigua sede de Banesto, y nos hace un repaso del panorama cinematográfico y televisivo que vive el país en estos momentos.
Grao caracterizado de Mario Conde
Con mucha responsabilidad la verdad. A diferencia de personajes que parten solamente de una ficción, el saber que todo el mundo tiene en su mente una idea o un recuerdo de Mario Conde, un personaje real, da bastante respeto. Pero al mismo tiempo me lo he pasado genial, ha sido muy intenso porque el personaje aparece en el 95% de las secuencias pero de la mano de Salvador Calvo, el director, ha resultado muy placentero.
¿Cuáles han sido tus recursos para preparar el personaje?
Yo, sobre todo, me basé en su libro porque la película se basa en él, no sólo cuenta su versión de lo que sucedió, sino que hay pasajes en los que explica lo que él estaba sintiendo en ese momento, qué pensamiento se le pasó por la cabeza y cómo lo intentó disimular. Tiene una serie de detalles que para mí eran exquisitos, luego ya pedí que me pasaran las entrevistas que hubiese de Mario Conde de esa época, que no eran tantas como ahora... pero hay unas cuantas. El trabajo de mesa que hicimos con el director también fue fundamental: me dijo en un primer momento que no le interesaba una imitación sino que teníamos que sacar los rasgos del personaje como por ejemplo su rapidez mental, su inteligencia, la ambición y una serie de factores como cuando creas cualquier otro personaje. Lo que pasa que al ser alguien de carne y hueso me fijé bastante en las entrevistas para también hacer una composición corporal física de su energía y sus movimientos.
Con el propio Mario Conde no pudiste contactar antes del rodaje pero sí lo hiciste con Paloma, su secretaria personal. ¿Qué consejos te dio para meterte en el papel?
Paloma estuvo bastante presente en el rodaje de forma muy discreta, sobre todo estaba un poco como espectadora. Yo a la mínima oportunidad me acercaba y le preguntaba, cómo ella había vivido algunas secuencias en carne y hueso, me chivó algún movimiento o algún tic que él hacía,... Hay una especie de tic que es rascarse compulsivamente la ceja con el dedo índice cuando se pone nervioso o se juega algo y en algún momento utilicé eso. Con Mario Conde el único contacto que he tenido ha sido telefónico una vez que él vio el producto final y la verdad es que me puse muy contento, me llamó para felicitarme y que eso venga del personaje que has encarnado me pareció bonito.
[quoted]"Hay acusaciones muy contundentes hacia personalidades políticas y bancarias"[/quoted]El interpretar a Mario Conde, ¿te supuso algún tipo de reparo a la hora de aceptar el papel?
Lo primero que me ocurrió fue que me sorprendió porque a priori no veía yo el punto de parecido entre Mario Conde y yo. Sin embargo, cuando empecé a probar en casa afeitándome, repeinándome e intentando trabajar un poco la gestualidad ya dije "pues igual aparece". Pero sobre todo fue sorpresa y mucho interés en cómo era tratado el tema. Enseguida vi que no se iba ni hacia la cuestión amarillista ni de prensa rosa, sino que se había traducido la historia en un thriller político-financiero con tintes de cine de género o de cine negro.
¿Qué verán los espectadores con esta tv movie?
A mí me parece una película escandalosa. La primera vez que leí el guión una de las cosas que me llamó la atención es que hay puntos muy fuertes y acusaciones muy contundentes hacia personalidades políticas y bancarias de la época de este país. Más allá del tema de Mario Conde, se destapan de alguna manera muchos tejemanejes entre política, banca y medios de comunicación que en determinados momentos a mí me parecen escandalosos.
Salvador Calvo ha dirigido ya otras cuatro TV movies para Telecinco, ¿cómo valoras el trabajo con este director?
Es un maravilloso director y persona, yo estaría encantado de trabajar muchísimas veces con él porque entendemos el trabajo de la misma manera y hay un punto de amistad que facilita mucho el rodaje. Nos entendemos perfectamente, yo sé qué quiere y él me lo sabe transmitir muy fácilmente. Es un apasionado de esto y los dos trabajamos teniendo pasión por lo que hacemos, es bonito poder trabajar así.
¿Qué es lo que más te atrajo del proyecto?
El reto de hacer un personaje con este peso, no sólo porque sea el protagonista absoluto, era un reto trabajar el carisma de Mario Conde, esa personalidad, la solidez que tiene un personaje. Suponía una especie de prueba. Me decía a mí mismo que si superaba esto era agregar un punto a la carrera, si era capaz de soportar el peso de algo así habría una dimensión más como actor.
Secuencia del capítulo con tres de sus protagonistas
Compartes protagonismo con Frances Orella, Mariona Ribas y Pedro Casablanc, ¿cómo ha sido trabajar con ellos?
En esta película tengo un entorno inmejorable. Con Mariona ya había trabajado varias veces, de hecho mi primer trabajo hace muchos años en una serie catalana fue con ella y luego en 'Amistades peligrosas' volvimos a coincidir. Somos amigos y eso facilita mucho las cosas. Yo sobre todo resalto a Francesc Orella no sólo por su trabajo sino que es una baza importante en la historia, sobre todo en el primer capítulo. Tienen una historia de amistad un poco de maestro y pupilo y esa ambición de Mario Conde le hace superar al maestro y que la amistad se desquebraje.
En muy pocas ocasiones se puede grabar en las localizaciones reales, sin embargo en vuestro caso ha sido más bien lo contrario, ¿qué sentíais los miembros del equipo cuando grababais las secuencias en el propio Banesto de Alcalá o en la que fue la casa de Mario Conde en Triana?
Eso le da un toque muy estimulante saber que esas cosas sucedieron allí. No se pudo hacer absolutamente todo en los espacios reales pero, por ejemplo, Banesto volvió a abrir a sus puertas y el edificio es impresionante y forma casi un personaje más. En el despacho privado de él no se pudo entrar a rodar, se alquiló un despacho en Plaza América bastante parecido a lo que había sido su despacho.
¿Sabes si fue muy difícil la labor de producción a la hora de conseguir grabar en esas localizaciones reales?
No lo sé, a mí por lo menos no me llegó nada de eso, creo que no pero no estoy seguro. Desde un principio se me dijo que probablemente íbamos a rodar en algunos espacios reales y así fue.
Telecinco ha preparado dos especiales para analizar todo lo que se va a ver en pantalla, ¿te sientes más observado de lo habitual?
Estoy cayendo en la cuenta de eso ahora, desde ayer prácticamente. En principio, es un proyecto más. Lógicamente uno está deseoso de que vea la luz pero como desde Mario Conde hasta ahora he intervenido en algún proyecto más eso queda ahí pendiente de estreno. Ahora que es cuando estoy percibiendo tanta expectación sí que me estoy poniendo un poco nervioso porque supongo que habrá opiniones de todo tipo y espero que, por la parte que me toca, se valore mi trabajo.
¿Crees que la situación actual de España (corrupción, cierre de entidades bancarias) se puede comparar a lo que se vivió en la época en la que Mario Conde fue condenado por el caso Banesto?
Creo que lamentablemente estamos en un momento estupendo para el estreno de esta película porque el paralelismo es bestial. Lamentablemente superamos con creces lo que pasó en aquella época, quizás en algunas cuestiones esos años fueron la gestación de problemas que estamos viviendo ahora. Recuerdo una secuencia en la que Mario Conde está con uno de los miembros de su equipo y hablamos de la etapa casi final de Felipe González con la crisis en uno de sus peores momentos y el paro en casi tres millones de parados. Ahora, lo hemos duplicado y estamos en un período bastante peor pero sí que se guarda cierto paralelismo de esas conexiones un poco turbias que hay a veces entre la política, la banca y la manipulación de algún medio de comunicación.
¿Dirías que con esta TV movie se ensalza la figura de Mario Conde?
Considero que el sabor final con el que se quedará el espectador no será ese. El otro día, él en 'La noria' decía que lo importante en esta película no era Mario Conde, aunque suena un poco irónico entiendo lo que quiere decir porque la sensación con la que te quedas, más que de limpiar o ensuciar su imagen, es de todas las direcciones a las que se salpica la historia. En ese sentido me refería de que es un poco escandalosa porque no deja títere con cabeza, en su libro y en la película él asume ciertos errores en la gestión de Banesto como, por ejemplo, el tema de Argentia-Trust y eso se ve en la película.
Mariona Ribas y Daniel Grao en una escena
Con motivo de las elecciones gallegas Mediaset decidió retrasar el estreno, ¿crees que hubiese influido en el voto de ciertas personas?Tanto como influir no lo sé, quizá sí que el estreno hubiese significado una especie de publicidad del personaje porque lo que sí está ocurriendo ahora es que se está hablando de él. Mario Conde está acudiendo a programas, yo estoy haciendo entrevistas, se le nombra en los medios, hay una especie de publicidad. Si el producto en sí fuese tendencioso no estoy seguro de si hubiese influido, pero como ya digo te quedas con una sensación desencantada del sistema político y democrático en general.
Con Salvador Calvo has vuelto a coincidir en la miniserie 'Hermanos', ¿qué puedes adelantar sobre este proyecto?
También cuenta un poco esa época de los ochenta pero nos vamos por completo del mundo bancario y político. Puedo adelantar que mi personaje es totalmente opuesto a lo de Mario Conde, interpreto a Víctor que es una especie de Iván Zulueta, un director de cine promesa de esa época que finalmente se ve arrastrado por el mundo de la droga. Lo que yo destacaría de ese rodaje es que fui como la primera historia de amor pasional que tiene el personaje de María Valverde con la que fue un placer trabajar, prácticamente es con la que tengo todas las secuencias y la verdad es que fue muy bonito.
En 'Hermanos' recreas a un aspirante a cineasta en la movida madrileña, ¿cómo valoras la situación actual del cine español?
Siempre está en una situación complicada porque desde que yo quise dedicarme a esto ya vengo escuchando "uy, el cine español". Pero claro, todo está en el momento más delicado y los sectores que siempre han ido un poco a trancas y barrancas todavía lo sufren más. Tenemos el tema del IVA que me parece una salvajada en la cultura, el otro día leía una cosa muy ingeniosa y es que el 21% de cero es igual a cero. No sé hasta qué punto van a reaccionar y se van a dar cuenta de que no es buen negocio acabar con este sector.
La última película en la que se te vio en pantalla fue con "La mula", ¿tienes otras películas entre manos?
Pendiente de estreno no, pendiente de rodar posiblemente pero estamos ahí fraguando, todavía no puedo decir nada con seguridad.
Este año han finalizado muchas series que, al igual que 'Luna', no han contando con el suficiente respaldo del público para renovar, ¿qué valoración harías sobre el panorama televisivo que vivimos actualmente?
Creo que no ha cambiado tanto, el principal cambio es en el consumo. Hay un público joven que cada vez consume más por internet el cine y las series, pero no creo que se vea menos ficción, siguen habiendo grandes bazas como 'Águila roja' que continúan funcionando. En el caso de 'Luna', mi opinión es que apostaron por un género y queriendo luego ganar a un público más familiar se quedó un poco entre una cosa y la otra. Yo a lo mejor me hubiese radicalizado en el género de la primera temporada pero entiendo que no es Estados Unidos y no tenemos tantísimo público para poder aguantar más tiempo en la parrilla.
Una miniserie (Hermanos) y una TV movie (Mario Conde), ¿te veremos nuevamente en alguna serie de ficción?
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