La cadena de televisión Sky Arts ha adquirido los derechos de la serie 'Isabel'. Así, la serie histórica se unirá a la oferta previa de la cadena que incluía a otra ficción española, 'Gran Hotel'. Precisamente, la cadena inglesa acaba de hacerse con los derechos de la segunda temporada de la serie protagonizada por Amaia Salamanca y Yon González.
"Ya sea de Francia, Israel, Italia, Portugal o España, estoy orgulloso de que Sky Arts esté a la vanguardia de la defensa del drama de Europa continental y más allá. Además desde el canal ofrecemos a los clientes una mayor cantidad de géneros dramáticos que ningún otro canal. Históricos, románticos, criminales y cómicos, hay una gran cantidad de dramas extranjeros ahí fuera", ha explicado el director de Sky Arts, James Hunt, en un comunicado.
En ese escrito, Hunt también ha destacado que Sky Arts es "el canal de los dramas extranjeros más premiados" como es el caso de 'Hard' y 'Gran Hotel' que estrenarán dentro de poco sus nuevas temporadas y "del drama histórico español más ambicioso" como es 'Isabel'.
'Isabel'
'Isabel' también llega a México
El Canal 22 de México acaba de adquirir los derechos de 'Isabel' y comenzará a emitirla el próximo 6 de agosto. "Para mí Isabel la Católica era una calle por la que transitaba en mi infancia, donde había todo tipo de tiendas vulcanizadoras, misceláneas. Poder transmitir esta serie de televisión en nuestra cadena es un gran logro pues es una producción galardonada en diferentes festivales tanto locales como internacionales", ha dicho Raúl Carmoux López, director de Canal 22, durante la presentación de la serie.
Así es la primera temporada de 'Isabel'
La serie comienza con Isabel y su hermano viviendo felices en Arévalo junto a su madre Isabel de Portugal, viuda del rey Juan II de Castilla, y junto a su tutor Juan Chacón y su mujer, Beatriz de Boadilla.
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Sin embargo, un día ambos hermanos son llevados a la de Segovia por orden de su hermanastro, el rey Enrique IV, debido al embarazo de su esposa, doña Juana de Avis. Isabel y Alfonso, quedan bajo cuidado de la reina, quién los desprecia y teme porque constituyen una amenaza para el futuro de la hija que está esperando.