Un prestigioso ginecólogo que decide llevar a cabo en su consulta una siniestra actividad lucrativa y una religiosa determinada a "salvar" a aquellos niños nacidos fuera del seno del matrimonio ponen en marcha una oscura trama de adopciones ilegales. Sus historias y las de sus víctimas, mujeres que afrontaron sus embarazos en solitario y bebés que crecieron con otra identidad, conforman el eje argumental de 'Niños robados', TV movie que Telecinco ofrecerá en dos capítulos esta noche y mañana jueves en prime time.
Dirigida por Salvador Calvo ('Paquirri', 'Mario Conde. Los días de gloria'), con guion de Helena Medina ('23-F. El día más difícil del rey', 'Mario Conde. Los días de gloria') y producida por Mediaset España en colaboración con MOD Producciones, esta ficción aborda los casos de dos jóvenes chicas solteras, una tipología entre las múltiples variantes de robos de bebés que tuvieron lugar en España durante décadas.
Adriana Ugarte, Emilio Gutiérrez, Alicia Borrachero y Blanca Portillo en 'Niños robados'
Salvador Calvo: "Contamos esta historia para ayudar a los cientos de afectados en su lucha"
"Muchos de los testimonios a los que hemos tenido acceso cuentan la actuación despótica y despiadada de un médico sin escrúpulos, una monja con una moral desviada y la dueña de unos pisos-cuna que aprovechaba el puritanismo y la hipocresía de la época para enriquecerse", relata Salvador Calvo, director de 'Niños robados'.
"Sin embargo, además de estos tres autores existía un entramado de comadronas, sepultureros, taxistas y abogados implicados en las adopciones ilegales. Actualmente hay 849 expedientes abiertos por la Fiscalía, de los cuales en 162 de ellos existen indicios delictivos. Ante estas contundentes cifras, había un deber moral de apoyar a los cientos de afectados en su lucha, la principal razón que nos ha llevado a contar esta historia", continúa.
"Uno de los principales retos ha sido tratar estos hechos de la manera más objetiva posible y sin caer en una crítica fácil a las instituciones involucradas. La nuestra era una historia de individuos aislados con conductas deplorables, que no debía contaminar al resto", explica. "Por ello, hemos creado a la hermana Herminia, un personaje ficticio que critica desde dentro estos hechos y que, según creo, obedece al sentir de muchos religiosos y facultativos que reprueban semejantes prácticas".
"La gran mayoría de los escalofriantes casos son historias de mujeres engañadas y manipuladas, muchas veces fruto de su complejo de clase e incultura. Hay que entender que estas humildes mujeres solteras se enfrentaban solas, sin el apoyo de una familia, a personas que pertenecían a tres estamentos que eran prácticamente intocables en aquella época: el clero, la aristocracia y los médicos", recuerda el director de esta producción televisiva.
"Abundan los colores fríos con pequeños puntos de luz cálida"
"Aunque la historia arranca en los años setenta, deseaba que el espectador viviera la historia como si del presente se tratara. En cuanto al tratamiento visual, optamos por una fotografía más actual, con abundancia de colores fríos y con pequeños puntos de luz cálida, ayudando así a contar la soledad de las jóvenes madres solteras, seres aislados que intentan combatir contra un sistema compacto e implacable", señala.
"En el primer capítulo, centrado fundamentalmente en la clínica donde los niños eran robados a sus madres, predominan la fluorescencia y la luz artificial, apoyando la narración que roza el drama y el thriller. En cambio en la segunda entrega, ambientada en la actualidad, los colores predominantes son el beige y el blanco, muy en la línea de la película 'Revolutionary Road', tonalidades que reflejan un estatus social en armonía y que a medida que Susana comienza a investigar se irán enfriando", avanza.
El argumento
En la década de los setenta, dos jóvenes se ven forzadas a afrontar sus embarazos en solitario. Una de ellas, Violeta, pasa los últimos meses de gestación en la casa de acogida de una congregación religiosa madrileña, mientras que la otra, Conchita, reside temporalmente en un piso-cuna regentado por una mujer de la alta sociedad bilbaína. Completado el periodo de gestación, ambas acabarán dando a luz en la misma clínica donde, en distintas circunstancias, perderán a sus bebés en el momento del parto.
Esta tragedia marca irremediablemente sus vidas, que transcurren por separado hasta que, años después, Susana, una joven en busca de su identidad, llama a la puerta de Conchita. Este hecho constituirá el punto de partida de un viaje vital que revelará lo que realmente sucedió el día en el que Violeta y Conchita alumbraron a sus bebés y que devolverá a ambas mujeres una esperanza que creían perdida.
Nadia de Santiago es Conchita en 'Niños robados'
El antiguo hospital Puerta de Hierro y el IES Cardenal Cisneros de Madrid son algunos escenarios naturales en los que se ha rodado 'Niños robados', que relata la historia de dos mujeres que afrontaron en solitario sus embarazos, que perdieron a sus bebés trágicamente y que años después recuperarán la esperanza que creían perdida cuando una joven a quien no conocen les revela lo que realmente sucedió el día en el que dieron a luz.
Personajes
Adriana Ugarte es Susana
Blanca Portillo es Sor Eulalia
Sor Eulalia (Blanca Portillo) es una monja de estrictos principios morales, dirige una casa de acogida de jóvenes embarazadas en una congregación religiosa y la unidad de neonatos de la Clínica de la Virtud. Según su particular visión del mundo, la religiosa está absolutamente convencida de que se puede tomar decisiones unilaterales sobre la vida de sus tuteladas y el destino de sus hijos.
Su reputación como ginecólogo de prestigio permite al doctor Mena (Emilio Gutiérrez Caba) codearse con la la alta sociedad madrileña, mientras que en su propia consulta lleva a cabo una siniestra actividad lucrativa que arruinará las vidas de Violeta y Conchita.
Trabajadora de la fábrica de un pueblo, Conchita (Nadia de Santiago) rompe los convencionalismos sociales abandonando al hombre que la ha dejado embarazada. A pesar de las fuertes presiones familiares, la joven se niega a contraer matrimonio con él. Sin embargo, la determinación de esta mujer de carácter fuerte no será suficiente para sortear las implacables e inflexibles leyes de la sociedad machista y puritana de la España de los 70.
Macarena García es Violeta
Macarena García, Silvia Marty, Diego Martín, Adriana Ugarte, Blanca Portillo y Nadia de Santiago en 'Niños robados'
Alicia Borrachero es Elisa
Eduard Farelo es Ricardo
Al igual que su esposa Elisa, Ricardo (Eduard Farelo) siente la presión social de formar una familia y no poder lograrlo le genera una gran frustración. Incapaz de ver sufrir a su mujer, a quien ama de corazón, decide aceptar los consejos del doctor Mena y adoptar un bebé por la vía rápida, acción que gracias a su elevado poder adquisitivo puede llevar a cabo sin problemas.
Diego Martín es Óscar
El marido de Susana es un joven médico que, al igual que ella, siente gran felicidad tras el nacimiento de su primer hijo. Cuando su esposa comienza a cambiar y a replantearse la vida tras descubrir su verdadera identidad, Óscar (Diego Martín) se siente completamente desorientados y aunque intenta comprender las inquietudes de su esposa, no logra adaptarse a las nuevas circunstancias de su vida.
Silvia Marty es Sor Herminia
Alegre e idealista, la hermana Herminia es una joven monja que entabla una relación de amistad con Violeta durante el periodo que pasa en la casa de acogida. A diferencia de Sor Eulalia, Herminia (Silvia Marty) mantiene una visión religiosa completamente diferente a la de su superiora. Años después de las adopciones irregulares, la religiosa, convertida en directora de la casa de acogida, contribuirá a esclarecer los oscuros hechos que tuvieron lugar en el pasado.
Madrid, Bilbao y Segovia, principales escenarios
Durante un total de seis semanas, el equipo de producción de 'Niños robados' ha recogido cerca de 40 enclaves distintos, situados en las ciudades de Madrid, Bilbao, así como en el municipio madrileño de Alcobendas y en la localidad segoviana de Los Ángeles de San Rafael.
Encabezan los escenarios madrileños dos emblemáticos inmuebles: el antiguo Hospital Puerta de Hierro, que ha simulado la clínica privada a la que las jóvenes madres solteras acuden a dar a luz; y el IES Cardenal de Cisnero, único instituto español con escudo propio otorgado por voluntad regia, en cuyas instalaciones se han recreado la congregación a la que pertenecían algunas de las religiosas implicadas en la trama de adopciones ilegales. Los interiores se han representado en numerosos pisos del centro de la capital madrileña con el objetivo de dotar de autenticidad a este relato dramático que transcurre en la década de los 70.
Entre las localizaciones exteriores también figuran el Museo del Ferrocarril, el Cementerio de la Almudena de Madrid, la Residencia La Aurora de Navalcarnero y diversos enclaves del municipio segoviano de Los Ángeles de San Rafael, así como diferentes calles de la capital bilbaína, que han permitido reflejar las ramificaciones de la trama de robos de bebés por toda España.
Primera entrega
Violeta y Conchita son dos jóvenes embarazadas que en los años 70 afrontan la maternidad en solitario: la primera, madre soltera, afronta la recta final de la gestación en Madrid en la casa de acogida de una congregación; y la segunda, en un piso-cuna de Bilbao gestionado por una mujer de la alta sociedad vasca. Cuando sus embarazos llegan a término ambas dan a luz en la misma clínica, donde les esperan Sor Eulalia y el doctor Mena, encargados de la unidad de neonatos y responsables de una trama de adopciones ilegales de bebés con ramificaciones por toda España.
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Tras su ingreso en el centro hospitalario, Violeta y Conchita se convierten en las próximas víctimas y pierden sus bebés recién nacidos de distinta manera y en extrañas circunstancias. Esta tragedia marca irremediablemente sus vidas pero a pesar de ello, siempre mantienen viva la esperanza de volver a reencontrarse con sus bebés algún día.