El último enfrentamiento televisado en llegar a los tribunales se ha saldado con una pena de cárcel. La guerra entre Isabel y Vicenta, dos vecinas de un edificio de Valencia, es un conflicto que viene de lejos. Ambas mantienen un enfrentamiento personal del que fueron testigo las cámaras del programa 'Callejeros' de Cuatro en 2005.
Sus peleas suman ya diez años de denuncias y los juzgados de Valencia, tras la insistencia de las vecinas, decidieron admitir el caso el pasado mes de julio para sentar a Vicenta en el banquillo de los acusados. La denunciada ha sido condenada con nueve meses de prisión y 10.000 euros de indemnización, según publica El Mundo.
Isabel Martínez en el programa 'Callejeros'
Juzgada por un delito contra la integridad moral
Ahora, la justicia ha reconocido un delito contra la integridad moral, sin embargo la pena interpuesta es mucho menor de la que pedía la Fiscalía: dos años de cárcel, una indemnización de 130.000 euros y una orden de alejamiento. Un delito han sufrido durante estos años todos los vecinos del bloque de viviendas.
La jueza ha absuelto a Vicenta del resto de cargos que se le imputaban y la condena es muy inferior a la inicialmente propuesta. La magistrada considera que la medida solicitada por la Fiscalía es desmesurada, porque "los actos de hostilidad ya han cesado y la propia denunciante aceptó su situación durante años sin optar por un cambio de domicilio".
'Callejeros' hizo pública la situación de las vecinas
'Callejeros' dio a conocer esta trifulca vecinal que ha lanzado a la fama a las dos protagonistas. Isabel reconoció ante las cámaras ser objeto de vejaciones, insultos y varios ataques por parte de Vicenta. Isabel apareció en el programa de televisión ataviada con una bolsa en la cabeza y un chubasquero temiendo que su vecina le lanzase orina, hecho que parecía repetirse con frecuencia. La intervención desembocó con varias parodias en internet y fue objeto de crítica y mofas en las redes sociales.
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Durante una década Vicenta ha lanzado heces al balcón de Isabel, le ha tapado la cerradura y hasta ha repartido folletos con insultos hacia ella. La procesada también le escribió "puta" en el telefonillo y colgó un cartel en el ascensor del edificio en el que se podía leer: "Tienes el demonio en el cuerpo. No te queremos nadie. Vete de Valencia, zorra".