'La voz' comienza este lunes la fase de "Las batallas". Atrás quedan las "Audiciones a ciegas", ahora los coaches deberán decidir con ayuda de sus asesores quiénes son los elegidos para pasar a las galas en directo. Hasta entonces, "emoción y tensión" es lo que les espera a los espectadores del talent show musical de Telecinco, según relata el presentador, Jesús Vázquez, en esta entrevista con FórmulaTV.com.
"Hay momentos de televisión en estado puro: mezcla de talento, de emoción, de gente tan importante como estos coaches rotos de la emoción. Son momentos que te dejan pegados a la televisión", adelanta. "Veréis que no exagero nada". La fase de "Las batallas" llega con dos novedades respecto al año pasado: la posibilidad de robar concursantes y la creación del "Último asalto", que corresponde a la última entrega de las batallas.
"Los cantantes saben que, aunque pierdan la batalla, durante el proceso de despedida, que es muy largo y es cuando se abre la posibilidad de robo, ellos están muy pendientes de si alguien les roba. Saben que aunque termine la batalla, aunque su coach aún no los elija, su posibilidad de seguir en el programa no se ha esfumado", explica Vázquez sobre la primera novedad. Por lo que respecta al "Último asalto", señala que consiste en "volver a batirse en duelo. Los coaches pueden volverles a escuchar, ellos pueden lucirse una vez más". "Creo que la decisión es más justa y ecuánime. Al final se quedan los que lo hacen bien dos veces, no una. Y eso te da una seguridad de que lo estás haciendo mejor".
Acaba de terminar la primera fase de 'La voz', las "Audiciones a ciegas". ¿Qué te ha sorprendido respecto a la anterior edición?
He vuelto a disfrutar lo mismo que el año pasado, a sentir las mismas emociones, maravillándome con que exista tanto y tan buen talento en España y que todavía nos quede tanto por descubrir.
Hemos hecho unos equipos sensacionales en cuanto a talento. Nos van a dar unas batallas muy buenas y llenas de sorpresas.
¿Qué tal has visto a los coaches en las "Audiciones a ciegas"? ¿Cómo crees que han aprovechado la experiencia del año pasado?
Han estado más sueltos. El año pasado éramos todos novatos, estábamos estrenando el formato en España y teníamos muchos nervios, incertidumbre, emociones... Nunca nos habíamos enfrentado a algo así.
Este año ya se ve a tres de los coaches que saben dónde pisan, lo que va a pasar... Pero el formato es tan potente que, por mucho que sepamos de qué va, luego la emoción se desata cuando ella quiere. Nunca podremos controlar la reacción del concursante, de la familia...; eso es lo que hace que el programa esté tan vivo y a la gente le guste. Podemos organizar el horario en el que va a cantar cada uno, pero no podemos organizar sus emociones. Es maravilloso dejarte llevar por la emoción que surge todo el rato en el programa.
¿Cómo has visto a Antonio Orozco en el papel de coach?
Muy bien. Un poco nervioso al principio porque ese sillón impresiona mucho, tiene mucha responsabilidad y para la gente es muy importante que te gires o no. Todo ese peso le cayó el primer día como una losa. Estaba asustado. Es normal, no puede ser de otra forma porque él es un chico muy sensible y con mucho talento. La gente que tiene ese talento y sensibilidad siente el peso de la responsabilidad porque, de alguna forma, vas a influir en la vida y en el sueño de gente que es como tú, que canta y sueña con la música y que quiere ser como tú.
Ha tenido un crecimiento exponencial. Ha pasado de ser el primer día un chico tímido que casi no nos hablaba a estar todo el rato diciendo que va a ganar 'La voz' con una seguridad y una soltura con la que se ve ganador ya.
Hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo de eso. Agua pasada no mueve molino.
¿Crees que fue una decisión acertada que dejara el programa?
¿Con qué vais a sorprender al espectador en "Las batallas"?
¿Cuáles son estos elementos?
Uno es la posibilidad que tienen los coaches de "robar" a dos voces de otros equipos, lo que les ha generado muchísima tensión porque no solo tienen que decidir entre dos voces que son de su equipo, tienen que decidirse por uno, pero saben que al que no elijan en la batalla, cualquiera de los otros coaches puede apretar el botón y llevárselo a su equipo y convertirlo en un enemigo. Alguien que ellos eligieron porque creen que es muy bueno, con lo cual a ellos les ha generado muchas comeduras de coco el tener que tomar esa decisión, no solo a quién me quedo, sino el que no elija yo. "¿Podrá irse con otro, hacerme daño y convertirse en mi rival?
Eso hace que el final de cada batalla tenga muchísima tensión porque ellos están esperando a que pase. A veces pasa y otras no. Cuando pasa, se desata la locura: ellos, que ya se creían fuera del programa, ven cómo de repente un coach aprieta el botón y le dice: "Te robo porque tú eres muy bueno y vienes a mi equipo". Ahí se desata la locura en el plató: la familia, que está en primera fila; el artista que está conmigo en el escenario, que llora, se tira por el suelo...; los coaches, que se emocionan al ver que pasa todo esto, yo, que me vuelvo loco...
Hay momentos de televisión en estado puro: mezcla de talento, de emoción, de gente tan importante como estos coaches rotos de la emoción. Son momentos que te dejan pegados a la televisión. Estamos muy satisfechos con el resultado.
El "Último asalto" es la otra novedad de esta edición...
Tanto el proceso de robo como el último asalto son nuevos, no estaban originalmente en el formato. Vimos que lo hacían en otros países y nos gustó muchísimo, ahora se está haciendo prácticamente en todos los países en los que se hace 'La Voz'. Perfecciona y redondea el concepto de "Las batallas", pero había que resolver ese problema que comentaba antes: al volver a recuperar cada uno a dos para su equipo, se alargaba el proceso. ¿Y ahora qué hacen los dos que han vuelto? ¿Cómo decidimos si siguen o si no? Ideamos el "Último asalto": dos pasan directamente y los demás tienen que volver a batirse en duelo con un tema que eligen ellos.
Les aconsejamos que canten lo que mejor que hayan cantado en su vida, un tema con el que estén más seguros, con el que brillen más, con el que su voz dé el cien por cien... El "Último asalto" es de una calidad increíble porque no tienen que cantar los dos la misma canción, como en "Las batallas" normales, sino que cada uno canta un trozo de su canción favorita. La batalla, en este caso, es magnífica. Para los coaches, un problema añadido porque es muy difícil elegir entre dos cantantes que interpretan temas que dominan. Elegir a uno supone que vuelve toda la emoción al final de "Las batallas". Y nuestros espectadores quieren que les demos cada vez más emociones porque 'La voz' es un programa de emociones y la gente quiere emocionarse, sentir que está ahí con el cantante, sufriendo con él, alegrándose con él. Veréis que no exagero nada.
Jesús Vázquez en el sillón de los coaches
¿Te han confirmado desde Telecinco si habrá una tercera temporada de 'La voz'?No me lo han confirmado pero, por la acogida de la gente, la aceptación que tiene el programa y el seguimiento masivo en las redes, creo que es un programa que tiene una larga vida. Quiero pensarlo. Pero hoy en día no te dicen ni siquiera lo que va a pasar la semana que viene.
¿En el caso de que la hubiera, a ti te gustaría que entrara algún coach en especial?
A mí me gustan muchísimo los que están, sobre todo porque vamos por el segundo año y hemos pasado muchas horas juntos. A Rosario la conozco desde hace muchos años y no la cambiaría por nada del mundo porque es una monstrua y, además, es amiga.
A David también le conozco desde hace mucho y creo que no podemos tener mejor voz que la suya en un programa de voces, aunque buscáramos mucho. No digo en cuanto a artista, porque artistas son los cuatro, pero en cuanto a perfección de voz, es difícil hoy en día encontrar una voz tan perfecta como la de David.
A Malú la he conocido haciendo el programa. Nos conocíamos, pero muy poco. Nos hemos hecho muy amigos. Y Antonio es un bombón y un sol de chico. No los cambiaría por nada del mundo. Ojalá quieran quedarse todos mucho tiempo, si sus agendas se lo permiten.
La última entrega de las "Audiciones a ciegas" de 'La voz' en 2012 consiguió un 35,2% de share (6.030.000 espectadores). En la segunda temporada, ha anotado un 20,2% (3.591.000). ¿A qué crees que se debe esa bajada de audiencia de 15 puntos?
A la competencia feroz a la que nos vemos sometidos este año porque todo el mundo ha sacado la artillería el lunes y se ha convertido en el día más difícil de la semana. Nuestros contrincantes están sacando sus ficciones de mayor presupuesto y algunos, como se ha visto, las sacan incluso sin emitir publicidad.
Sí es verdad que hemos perdido puntos, pero también es verdad que la pelea es infinitamente más dura, que seguimos siendo el programa de entretenimiento en plató de mayor éxito del año y que tenemos un público fiel de casi 3.591.000 personas que van a seguir, espero, con nosotros en "Las batallas".
Espero que el programa tome fuerzas de nuevo y coja un impulso porque lo merece, yo lo he visto y es sensacional, y porque supongo que nuestros contrincantes tendrán que poner anuncios, si no quieren arruinarse; con lo cual, creo que nos equilibraremos todos.
En cualquier caso, insisto, la batalla es infinitamente más dura que el año pasado. Series que compiten con nosotros este año son los espacios de mayor éxito de sus respectivas cadenas, entonces es normal que nos tengamos que repartir la tarta. ¡Pero no pasa nada! A lo mejor hacemos menos puntos, pero saben más ricos porque cuesta más ganarlos.
Al margen de las audiencias, ¿notáis que el fenómeno en la calle es mayor que el año pasado?
Yo ahora me fijo mucho en las redes sociales porque creo que son el reflejo del público que a nosotros nos gusta y que nos interesa: joven, de su tiempo y que vive y se comunica a través de las redes. Ahí sí que nosotros arrasamos; las redes siguen siendo nuestras, con una enorme diferencia respecto a nuestros rivales y eso también es muy gratificante.
La audiencia ya no se mide solo en puntos de share, que es cierto que sigue siendo lo principal y el primer dato que se mira pero, cada vez más, se mira el impacto en las redes sociales y ahí somos los reyes. Es un síntoma de que el programa está muy vivo, de que nos quieren mucho, de que damos mucho que hablar y espero que sea así durante muchos años.
¿Qué día elegirías para emitir 'La voz'?
Me he quitado de esa guerra. Hay mucha gente en Telecinco que se dedica a esa estrategia, a programar, y son mis jefes los que tienen que tomar esas decisiones. No olvidemos que nosotros hacemos un programa para vivirlo, disfrutarlo, gustar a la audiencia... Pero también somos parte de la estrategia de una empresa y hay que aceptarlo así.
Soy hijo de militar, de infantería además. Y mi padre siempre me ha dicho que la infantería somos los primeros que vamos en la batalla y los primeros en recibir. Hay que aguantar, apretar los dientes, tirar para adelante y no tener miedo a las bombas que vienen de enfrente.
Esa es mi guerra; yo salgo a pelear cada lunes, a hacerlo lo mejor posible y luego que pase lo que tenga que pasar. Yo no valoro el moverme o no moverme de día. También tiene su morbo competir el día en el que tus rivales son más fuertes y luchar por ganar.
Jesús Vázquez en la presentación de 'La voz 2'
¿Te parecería bien que en una semana se emitieran dos galas, ya que se acercan las navidades y quizás Telecinco prefiera evitar este periodo para ofrecer este espacio?Creo que 'La voz' viviría maravillosamente en Navidad porque es un programa muy familiar, que se puede ver en Nochebuena sin molestar ni ofender a nadie. Al contrario, creo que une a la familia. Hace que los padres y los hijos se sienten a ver la televisión juntos. Esto ya no suele suceder porque los hijos ven la televisión en el ordenador, ven sus series, las descargan, las ven todas seguidas... y ya no se sientan en el salón delante de la televisión. Es una costumbre que se está perdiendo. Este programa, en ese sentido, hace que se junten abuelos con nietos y que todos lo vean juntos porque lo pueden ver juntos.
No creo que sea por una razón de que la Navidad nos pueda perjudicar, sino porque es Navidad. Son programas en directo, somos mucha gente y cada uno tiene sus compromisos. Es muy difícil conseguir que cuatro estrellas como nuestros coaches, más todos nosotros, más el equipo de Telecinco... pueda estar el día de Nochebuena, el anterior o el posterior grabando un programa en directo.
Creo que es necesario terminar antes de Navidad porque así estaba adquirido el compromiso con todo el mundo, más que por una cuestión de que 'La voz' pueda funcionar, en términos de rentabilidad empresarial, mejor o peor en Navidad. Romper este compromiso ahora es un poco difícil porque todos tenemos ya nuestros planes hechos.
Quizás la semana en la que pasemos de "Las batallas" a las galas en directo haya que emitir dos entregas para terminar 'La voz' antes de la semana de Nochebuena, pues es una época complicada para hacer un directo de esas características, para traer a grandes estrellas invitadas -algunas internacionales ya están cerradas, aunque no puedo dar los nombres-. Supondría un problema tan grande retrasar algunas fechas que nos dirían estos cantantes que no, que después de Navidad no pueden venir.
No sé cómo se va a resolver, pero tenemos que conseguir acabar en el plazo previsto, que es antes de Nochebuena.
¿Y si os propusieran grabar un programa especial para emitirlo en diferido en las fechas navideñas, te parecería buena idea?
Cuando un formato es muy bueno, yo no soy partidario de alargarlo, aunque la idea de hacerlo sea muy tentadora. Esto no es como la convivencia en una casa, que se puede estirar como uno quiera; esto es un concurso y cuando termina, terminó.
Creo que no debemos empachar al espectador diciendo: "Y ahora vamos a hacer un especial de todos cantando villancicos". Yo nunca he estado a favor de eso, pero, insisto, yo soy un soldado; si los generales deciden hacer un especial, haremos un especial. Pero si me pregunta alguien mi opinión, que a los soldados no se les suele preguntar, diría que yo no estoy a favor. El programa tiene que terminar arriba del todo, en una final espectacular y apoteósica, entre las mejores voces del país, con grandes estrellas que vienen a arroparlos, traca final, fuegos artificiales y se acabó hasta el año que viene. Así es como yo veo este programa.
Al margen de 'La Voz', has participado también en 'Hermano mayor' [Cuatro], ¿qué te ha parecido la experiencia?
Hago una participación muy pequeña. Es un programa que me gusta, que me interesa, que lo sigo con frecuencia y un día me llamaron para decirme que había un chaval homosexual muy conflictivo que me apreciaba y me tenía cierto respeto. Yo no tuve un contacto directo en persona con él; conocí el caso a través de unas imágenes que me enseñaron. Grabé un mensaje para este chico y le conté lo que me salía del corazón en aquel momento. Supongo que le habrá ayudado, pero no lo sé.
¿Sabes algo sobre una segunda temporada de '¡Mira quién salta!'?
¡Ojalá! Espero que sí porque el programa fue un gran éxito de audiencia. Me lo pasé muy bien, fue una gran experiencia, aprendí a saltar y recuperé la atmósfera de estos programas que hacía tiempo que no presentaba: gente conocida sometida a presión, aislamiento, tensión, retos...
¿Tienes ya algún proyecto para cuando acabe la segunda edición de 'La Voz'?
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'La voz kids'. Ese sí va a ser el acontecimiento televisivo del año. Es muy emocionante, hemos llorado mucho todos; de lágrimas positivas, pero lágrimas al fin y al cabo, de emoción, de ternura. Imaginaos el mismo plató de 'La voz', con esos sillones, con un silencio sepulcral y un niño saliendo con un micrófono más grande que él. Se pone a cantar y espera a ver si se dan la vuelta o no los coaches. ¡Y ya veréis lo que sucede tanto cuando se dan la vuelta como cuando no! ¡Y lo que pasa en la habitación de las familias! Lo que hemos vivido en ese plató con los chavales me ha dejado impresionado. Y aún nos quedan las galas en directo.