Este domingo, 10 de noviembre, de hace 8 años arrancaba 'Cuarto milenio' en Cuatro, un formato que nacía como adaptación televisiva de 'Milenio 3' (Cadena Ser) y que contaba con uno de los mayores -por no decir el mejor- experto en misterios y sucesos desconocidos o paranormales de nuestro país, Iker Jiménez. Pero la llamada Nave del Misterio es además una ventana abierta a los aspectos ocultos de la ciencia.
Ocho años y 340 ediciones después, el programa continúa de manera triunfal su andadura, su viaje en el late night dominical. Con Iker Jiménez al frente como director y presentador y Carmen Porter como subdirectora y copresentadora, 'Cuarto milenio' se convertido en el espacio más longevo de la cadena.
"El programa es una expansión de mis inquietudes, de los temas que me interesan. Y compruebo con verdadera emoción cómo hay muchas personas que los hacen suyos. Esas personas, desde hace ocho años, nos otorgan un premio insobornable y muy complicado en los tiempos que corren: su fidelidad", explica Iker Jiménez.
Para el comunicador, el secreto de 'Cuarto milenio' reside en ser "un programa que cuenta lo que pocos cuentan. No nos importa no tocar muchos asuntos políticamente incorrectos porque creemos en ellos y en su importancia para el ser humano. No soy un heraldo del miedo ni de lo tenebroso, aunque hay algunos temas con esos componentes". Tal vez por su temática, el programa queda siempre injustamente fuera de cualquier categoría de premios. Da igual. El programa, producido por Cuarzo Producciones, tiene el mayor de los reconocimientos posibles, el de la audiencia. Y es suficiente.
Ocho años y nueve temporadas con una media en torno al 10%. Hablas de milagro, pero lo de 'Cuarto milenio' realmente es una hazaña increíble. Milagro es que formatos como 'Informe semanal', con menos del 5%, se mantengan todavía en la parrilla.
Yo creo que sólo los que están en el gremio valoran realmente la dimensión que tiene esto. El espectador lo que quiere es conectar con el programa, que le guste a él y punto. Hace poco me dieron un informe en el que 'Cuarto milenio' estaba entre los cinco programas más longevos de la historia de la televisión. Me refiero a programas continuados con el mismo presentador. Creo que los otros eran 'Cifras y letras', 'Redes', Karlos Arguiñano y 'El programa de Ana Rosa'. Mantenerse en la parrilla con unos datos por encima de la media de la cadena es muy difícil.
Iker Jiménez
Cuatro está de aniversario y vosotros también. ¿Cuál es el balance que realizas de esta etapa televisiva?
El balance es muy positivo, porque al final 'Cuarto milenio' es una expansión de mis actitudes personales. Nunca he trabajado para mantener la audiencia o excesivamente presionado. También es verdad que he contado con mucha libertad. Al tocar los temas que tocamos, el tener también el estigma o el tabú que hay en todo esto, nos podemos permitir abordar temas que no trataría ningún otro programa y además con absoluta libertad. Ser consciente de eso creo que es importante.
Por otro lado, el programa expresa muy bien lo que yo soy. Somos un gran equipo, pero cuento lo que me interesa, intento aprender de lo que cuento, aprender de quién nos visita y pasármelo como un niño con zapatos nuevos. Por lo tanto, aunque acabásemos hoy yo me sentiría satisfecho.
La noche del domingo se ha afianzado como la noche de los grandes estrenos cinematográficos y como la noche de la comedia. Hace 8 años, de repente, aparece 'Cuarto milenio', rompe ese esquema, y se hace con una gran porción de la audiencia...
Es todo un misterio. En noviembre de 2005 te aseguro que no éramos la apuesta de la cadena, simplemente éramos un programa de radio que funcionaba en la Cadena Ser. Pero yo sabía que hay una corriente que no puede fallar, que es la de la curiosidad. Sabía que desde el principio iba a poder demostrar que el misterio es amplísimo, que cabe todo lo que uno se puede imaginar... porque depende de la mirada. Yo quería contar también con personas que no fuesen habituales en televisión: grandes profesionales, intelectuales y científicos que, de verdad, se metieran en esto.
Yo tenía la esperanza de que las personas de cualquier edad, de cualquier región, iban a querer irse el domingo aprendiendo algo que no sabían, asombrados con algo. Al final, creo que esa es la clave. Yo no quiero ser el heraldo del miedo, del terror ni de lo siniestro. Algunos temas generan miedo pero siempre es para aprender algo. Yo creo que soy un "contagiador" de entusiasmo y en este mundo... ¿quién no quiere entusiasmarse con una historia que no conoce y que igual le proporciona algo? Mucha gente no entiende y estigmatiza el programa con una serie de temas, pero si sólo abordásemos esos temas seguramente hace años que estaríamos fuera de la parrilla.
El periodista y experto en misterios Iker Jiménez
Estabas tranquilamente en la radio con 'Milenio 3' y, de repente, te ofrecen dar el salto a la pequeña pantalla. ¿Sentiste vértigo? ¿Te invadió en ese momento algún miedo?
Ahora con tu pregunta me doy cuenta de que ese salto era arriesgado, pero en aquel momento no tuve ningún miedo. Nunca. Yo he intentado que la tele no me devore, que no me desconecte del niño que siempre he sido y es una pelea que no es fácil. El medio y la repercusión que uno tiene puede ser enorme. Eso te pude nublar y he conocido ejemplos en la tele. Esa pelea ha existido desde el principio, es un reto personal porque la tele es muy poderosa, el ego es tremendo.
He tocado temas que me han dado muchísima audiencia, pero no los he estirado a la siguiente semana porque no me interesaba en ese momento, no me quería convertir en un esclavo de la audiencia y acabar haciendo un programa especialmente tenebroso, tétrico. Quiero que el público aprenda conmigo, que se asombre. Tenía esa misión clarísima y nunca tuve miedo. Es ahora con tu pregunta cuando me doy cuenta de que podríamos haber puesto en peligro no sólo el programa sino a nuestra psique. Nunca tuve miedo porque siempre mantuve ese niño muy vivo y de forma muy alocada.
Esta explicación resume una frase que recoges en tu web: "nosotros no seremos nunca convencionales"...
Sí, porque hay una pelea muy grande. Quizás vamos a un perfil de gente joven, muy dinámica que quiere aprender, sorprenderse y estamos en un mundo muy rápido. Creo que es más difícil hacer tele ahora que antes. Hay que meter mucha imagen, estoy seguro que muchos críticos van a decir "éste está loco" pero yo creo que en ocasiones hacemos arte, al igual que lo hacen otros programas. Yo creo en eso: en la imagen, en la postproducción, en las recreaciones; en cosas que son costosas, que para algunos no tienen ningún valor y para mí sí, porque sigo en ese concepto radiofónico de intentar conmocionar al espectador. Y creo que, al final, eso no es convencional. Sé el trabajo que hay detrás de 'Cuarto milenio', y es artesano.
Imagen del plató
¿Cómo describirías a alguien que no ha visto el programa cómo es la Nave del Misterio? Y no vale que utilices la palabra misterio...
Le llamaría la Nave del Entusiasmo. Un grupo de personas no convencionales rastrean, buscan y crean algo fascinante que te va a enseñar cosas de tu propio enigma, que la vida es una caja de sorpresas. La gran conspiración para mí es que existen muchos medios, muchos mensajes, que nos tapan los ojos y nosotros somos quizás los últimos que creemos en todo eso que para mí es trascendente, que para mí es vital.
¿Sabes lo que es ir al Caribe, tumbarte en una hamaca y disfrutar del sol y la playa?
No. Para bien o para mal cada uno tiene su vida y es libre, pero lo mío no es un oficio, lo mío es una forma de ser. Mucha gente, por ejemplo, se sorprende de que yo no tengo autocue ni leo un guión, yo sé de lo que tengo que hablar. Para mí es todo tan real que yo me lo paso muy bien, no desconecto.
Creo que ser periodista, creyéndolo de verdad, es una actitud ante la vida, es ser curioso permanentemente. Eso no se falsea, si eres curioso de verdad estás aprendiendo todo el rato para plantearlo a tu audiencia; una audiencia a la que consideras como una extensión tuya. Yo tengo una vida muy normal, todo el equipo del programa tenemos vidas muy normales, pero es verdad que no desconectas nunca porque esto para mí no es un trabajo.
¿Sería una osadía que un directivo te planteara hacer otra cosa que no fuera 'Cuarto milenio'?
No, porque me lo han propuesto varias veces tanto en la radio como en la tele. La oferta más bonita que he tenido en mi vida es una en la que me dijeron "cuenta lo que te dé la gana pero a tu forma" y eso me llegó, porque mi forma a veces ni yo se cuál es y le puede no gustar a mucha gente. Es una forma de alguien que cree en lo que hace. Muchas personas ven el programa a su forma y a muchas evidentemente no le gustará, tiene que ser así porque sería terrible que le gustara a todo el mundo y es imposible. Tiene que irritar a mucha gente el programa y tiene que ser una piedra en el zapato de muchos conceptos y de muchas formas de pensar. Para mí eso es importante porque denunciamos cosas también y proponemos cosas.
Iker Jiménez y Carmen Portel
Las ofertas se han producido y la verdad es que nunca se sabe. Pero me extrañaría mucho hacer algo distinto, porque al final 'Cuarto milenio' se parece mucho a mis inquietudes personales. El éxito no puede ser a toda costa, no puedes estar en desacuerdo con lo que tu planteas porque al final uno transmite lo que es y la gente lo sabe.
¿Qué pasó con aquel proyecto de ficción que tenías entre manos?
Quedó un poco sin fraguar porque veíamos que la situación no era favorable. La tele se mueve mucho por oleadas. De repente, es todo formatos de cocina, con grandísimos programas... Yo creo que en España se está perdiendo una oportunidad tremenda de recuperar el espíritu de 'Historias para no dormir' o 'La huella del crimen' con cosas reales, que esa era mi idea. La vida cercana.
Ahora mismo no sé si la pondré en marcha porque estoy muy centrado en el programa, porque la competencia es muy fuerte y porque hay que exigir siempre a la criatura. Tampoco es estar por estar. Además, no hace tanto tiempo que he sido padre y para mí todo lo que no sea dedicarte a tu programa y a tus oyentes es disfrutar de eso.
¿Os habéis planteado adaptar 'Cuarto milenio' en otros países?
Sería complicado por temas de derechos. 'Cuarto milenio' es un programa que utiliza tanto material y somos tan escrupulosos que a veces el mayor coste del programa es la compra de esos materiales que parecen inencontrables. Para venderlo, como para las redifusiones, tiene sus problemas. No obstante, sé que por ejemplo en América el seguimiento es brutal y hace poco desde Apple y Amazon nos comunicaban que es el programa de radio en castellano ["Milenio 3"] más descargado del mundo.
Iker Jiménez y Carmen Porter celebran el octavo aniversario de Cuatro
Para conmemorar los 300 programas de 'Cuarto milenio', a mediados de diciembre del pasado año organizasteis una magnífica exposición que batió todas las expectativas posibles tras sumar más de 20.000 visitas en tres únicas jornadas. ¿Van a tener los amantes del misterio la ocasión de ver algo parecido nuevamente?
Fue una muestra muy gráfica del eco que teníamos, porque en la radio lo sabíamos pero en la tele eso hay que verlo. 'Cuarto milenio' es más que un programa de televisión, es como que la gente se sentía partícipe de algo, fue muy hermoso. Nos han pedido en muchas ciudades la exposición y... ojalá. Pero lo que ocurre es que estamos tan absorbidos por mantener el mejor programa que podamos hacer que otras opciones han quedado un poco rezagadas. Además esto tiene que generar la espera. La espera tiene también algo de mágico.
Yo tenía pensado un gran acto benéfico, sobre todo, para los niños, pero metiéndome en el tema me he dado cuenta de que es muy complicado. Para ayudar hay que hacer tantas cosas y hay tantas trabas burocráticas que yo me quedé un poco asombrado. Pero tengo el empeño para hacer algo para los niños.
Para acabar Iker, ¿recuerdas los temas que trataste en el primer 'Cuarto milenio'?
Por supuesto, la leyenda de Ochate primer tema; el segundo tema conspiración en la Luna con Santiago Camacho; y tercer tema una rareza de Toledo que era en busca de la mesa de Salomón. Ha cambiado el plató y hemos cambiado todos, pero la verdad es que estamos muy satisfechos.
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No somos convencionales, diría que en el fondo somos un poco herejes en 'Cuarto milenio', no hay categorías donde encajarnos. Pero eso me gusta, ser hereje quiere decir que el sistema no te acepta del todo, pero el público, la gente, nos acepta como somos y eso es bonito también.