Quico Taronjí: "Una vez volqué, tenía claro que debía dejar el mar porque morir de hipotermia estaba asegurado"

Quico Taronjí ('Tarde directo', 'Doble página') descansa ya tras su fatídica experiencia en kayak de Algeciras a Estambul. "Lo he pasado muy mal", ha confesado en una entrevista a "El larguero" (Cadena SER) desde un hotel en Túnez. "Pierdo el gobierno de la embarcación; las olas tenían cinco o seis metros" y "era imposible avanzar", ha descrito. "Se van partiendo piezas. Entro en tierra en una playa solo con el casco central del kayak".

Afortunadamente, el suceso tuvo lugar a 5 millas de la costa; si hubiera ocurrido más lejos, "quién sabe", ha agradecido. "En 42 años que tengo nunca había pensado en la muerte y ésta vez sí que me ha pasado". "Las olas venían muy seguidas y con paredes verticales". "Una vez volqué, tenía claro que debía dejar el mar, porque morir de hipotermia estaba asegurado, estaba pasando muchísimo frío y antes había tenido que rajar mi traje seco para que me permitiese respirar".

"Me robaron lo que había en el kayak"

Taronjí ha explicado que cuando llegó a la playa no dio con el kayak. "Lo encuentro ya por la mañana. Y precisamente porque yo no lo encontré a esa hora, alguien lo encontró y se quedó con las cosas que había dentro", lamenta. Sufrió un robo.

Ya en la playa, ha relatado que cavó su propia tumba. "Busco una zona parapetada, detrás de unas malezas, me quito el traje, le quito el agua que todavía había, me lo pongo y aprieto bien para quitar todo el aire y me entierro en la arena". Según Taronjí, sólo dejó la cabeza fuera, que se la cubrió con el chaleco "a forma de tejado a dos aguas, más que nada porque continuaba lloviendo".

"Les supliqué a los ladrones que me dejaran el pasaporte, pero nada"

"No dormí, por la situación, el frío y las agujetas que tenía de mantener el equilibrio en el kayak", ha indicado. El lunes a las seis de la mañana, salió de su "tumba" -ha bromeado- y vio a unos hombres con linternas en su kayak. Se acercó a ellos y les contó lo que le había ocurrido. Tras haber sido ayudado, Quico Taronjí percibió que las escotillas de la embarcación estaban abiertas y que estas personas habían echado a correr: "Les supliqué que me dejaran el pasaporte, pero nada".

"Quité el agua que había en el traje, me lo volví a poner y me enterré en la arena"

Anduvo hasta llegar a una casa, donde volvió a explicar todo lo que le había sucedido. Le dejaron ducharse, le dieron ropa y durmió un poco. Al despertarse, un amigo del hombre de la casa le trajo el pasaporte: "Me dijo que se lo había encontrado. Yo pensé que vaya casualidad, pero no quise discutir".

Llegará a España este miércoles

La suerte empezó a cambiar para Taronjí. El hombre que vivía en esa casa le entregó 100 dinares (unos 50 euros) cuando se marchaba, "para que pudiera salir del paso. Me dijo que ya se los devolvería". Ha asegurado que, cuando llegue a España, le enviará "un paquete con su ropa planchada y lavada, su dinero y algún regalito".

A partir de ahí, contó ya con la ayuda del cónsul y la embajada española. Llegará este miércoles a Madrid y de la capital viajará a Santander, su tierra natal, donde verá el mar "pero desde la terraza, con un buen café con leche". Tendrá tiempo también para futuros proyectos profesionales, entre los que se encuentra escribir un libro en el que relate esta experiencia. Una "película" con final feliz.