Canal Nou escribirá este miércoles una de las últimas páginas de su historia. El PP hará uso de su mayoría en las Cortes Valencianas para aprobar la proposición de ley que permitirá liquidar la Radio Televisión Valenciana (RTVV).
Este cierre no ha podido ser impedido por el comité de empresa de RTVV, quien el 26 de noviembre entregó a la Generalitat un proyecto de viabilidad. En este, se comprometían a hacer una serie sacrificios laborales para mantener con vida al ente público de la Radiotelevisión Valenciana. Entre estos sacrificios se encontraban la congelación salarial; la opción a suspensiones temporales de contratos para toda la plantilla hasta un máximo de 45 días al año; supresión de horas extra y pluses; o la reducción de la plantilla entre un 43 y un 41%, lo que supone las jubilaciones anticipadas, bajas voluntarias incentivadas, amortización de puestos de trabajo y recolocaciones de 720 empleados.
Asamblea de trabajadores de RTVV el pasado 26 de noviembre
Además, en un segundo documento tanto el comité de empresa como los seis sindicatos se comprometían a no presentar demandas colectivas contra RTVV en caso de que se alcanzase un acuerdo para la viabilidad del ente público.
Sin embargo, incluso antes de que el informe del comité llegase a manos del gobierno valenciano, José Císcar, vicepresidente de la Generalitat, ya enterraba las esperanzas de la plantilla al advertir en un acto de las Nuevas Generaciones que "las decisiones, por muy duras y difíciles que sean, se tienen que tomar".
"No" del Consell
Las esperanzas de los trabajadores se vieron frustradas la noche del 26 de noviembre cuando desde el Consell mostraron su rechazo al plan de viabilidad presentado argumentado que la propuesta es "inconcreta" y "no da solución al problema con la celeridad y la urgencia que se requiere".
"Pusieron encima de la mesa un órdago: O todo o nada", dice Fabra
Del mismo modo, no ve viable una plantilla de 920 trabajadores y considera que los costes laborales son superiores a los que expone el comité.
Afirma que aunque, como argumenta el comité, 300 personas renunciasen a incorporarse se tendrían que pagar 65 millones de euros en indemnizaciones. Algo que igualmente ocurre con las prejubilaciones, cuyo coste ascendería a 25 millones. Una cantidad superior a los 23 millones que supuso el ERE de 2012 que afectó a 953 trabajadores. El Consell también considera inviable recolocar a 136 trabajadores como funcionarios, debido a que solo supone "una transferencia de gastos de RTVV a la propia administración".
Desde el Consell se "aprecia la predisposición a rebajar los sueldos de la plantilla", pero también ven justificada su posición en las negociaciones. "Cuando se produjo la negociación del ERE tal vez no se visualizó suficientemente el verdadero problema, el que nos ha llevado a esta situación que es inviable".
Fabra: "Los que en su día decían no al ERE están haciendo planteamientos muy parecidos a los hicimos nosotros"
El presidente de la Generalitat Valenciana acudió este martes a los Desayunos Informativos de Europa Press donde aseguró que habrá "soluciones" para ocupar el "hueco" que dejará el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV) debido al "carácter emprendedor" de los ciudadanos de la Comunidad. Además, realizó especial hincapié en que las señas de identidad de la Comunidad Valenciana "no se van a perder en ningún caso".
Alberto Fabra en los Desayunos Informativos de Europa Press
Fabra también se reafirmó en su decisión de cerrar el ente de radiotelevisión público aunque sea una decisión "impopular" y "difícil de tomar". Asimismo, ha recalcado que se hizo todo lo posible y que quienes antes rechazaron sus propuestas ahora están haciendo unas similares. "Los que en su día decían no al ERE y no querían un nuevo modelo de televisión en estos momentos están haciendo planteamientos muy parecidos a los que en su día hicimos nosotros".
Estas no han sido las únicas palabras que ha tenido en relación con los trabajadores y sindicatos de RTVV. En los Desayunos de Europa Press criticó la actitud que tuvieron en las negociaciones. "Pusieron encima de la mesa un órdago: O todo o nada". Además, les invita a hacer un ejercicio de reflexión "porque los que en su día animaron a no negociar con la administración, defienden ahora el mantenimiento a toda costa de algo inasumible que nos pondría en una situación muy complicada para garantizar los servicios públicos".
