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Han pasado ya 16 años desde que Lydia Lozano apareció por primera vez en 'Tómbola' (Canal Nou), considerado por muchos como el "formato padre" de los actuales programas del corazón. Mucho ha llovido desde entonces, sin embargo, ella se mantiene en primera fila como colaboradora de 'Sálvame'. "En 'Tómbola' los personajes no te conocían, con lo cual no te podían atacar", reconoce Lydia Lozano. "Ahora vienen resabiados". El periodismo ha cambiado y, por supuesto, la prensa del corazón se ha adaptado a los nuevos tiempos. Según Lozano, antes "no se hacían entrevistas previas", por lo que los invitados resultaban totalmente "imprevisibles".
"Jorge Javier ha conseguido hacer una televisión diferente y muy imitada y cuando algo se intenta imitar es porque gusta"La colaboradora de Telecinco ha mantenido una íntima cena con nuestro colaborador Miguel Frigenti. Una velada larga en la que Lydia ha hablado de muchos temas. Odia que comparen la prensa rosa con la "telebasura", y duda de que la gente diga lo que realmente ve en televisión cuando se le pregunta. "Las audiencias hablan", afirma.
Asegura estar muy feliz en 'Sálvame', aunque no lleva nada bien que los colaboradores se conviertan en protagonistas. "Yo no soy un personaje". Y es que tal y como Lozano señala el programa de Telecinco es más que nunca un "reality permanente", un programa en el que han dejado de hablar de los personajes para hablar de los propios colaboradores.
Tu fama comienza con tu colaboración en el programa 'Tómbola' (Canal 9) en 1997. Han pasado 16 años. ¿Cómo recuerdas esta etapa de tu vida?
Como un sueño. Me llamaron porque cuando estuve en el programa 'Parle vosté, calle vosté' no paraba de hablar. Era fabuloso hacer lo que más me gusta que es entrevistar. Los comienzos fueron duros. De hecho, a las pocas semanas me dijeron que iba Lecquio y que si yo no daba la talla me echaban a la calle. Me curré mucho la entrevista. Quedamos en su casa y la preparamos juntos. Todo salió genial. Le quiero mucho y nunca olvidaré que me quedé en 'Tómbola' gracias a él.
¿Qué diferencias encuentras entre 'Tómbola' y los programas del corazón actuales?
En 'Tómbola' no sabíamos de qué se iba a hablar, se trabajaba sin pinganillo y no se hacían entrevistas previas a los invitados. Eran totalmente imprevisible. Los personajes no te conocían, con lo cual no te podían atacar y eso es maravilloso porque ahora vienen resabiados.
Al principio, 'Tómbola' era un programa temático: hablábamos de las Misses, los toreros... Luego cambió porque los famosos querían venir al programa.
Lydia Lozano, posando para Primera Línea Joan Crisol
¿Cuál fue la entrevista que más te impactó de aquella etapa en Canal 9?
En 'Tómbola' hubo tres. Me impactó mucho la de Antonio David Flores cuando fue a contar que Rocío Carrasco le había sido infiel. Otra fue la del Padre Apeles explicando el juicio con Yola Berrocal porque fue su abogado. Lo contaba de tal manera que sólo le faltaba la silla de ruedas de "Ironside" [risas]. Fue brillante y te juro que pagaría por volver a ver esa entrevista. Y la tercera, la entrevista que ya todo el mundo sabe a Andrés Pajares, porque Ángel Antonio Herrera no paraba de decirme que no le provocase por si llevaba una pistola en su maletín.
Pero mis preferidas, a lo largo de toda mi carrera, han sido todas las entrevistas que le hice a Lola Flores, a Rocío Jurado y a Bibiana Fernández. Tengo que decir que soy fan de Bibi -yo la sigo llamando así- porque es la única persona que cuando habla todo el mundo se sienta a escucharla: cómo habla del amor, cómo mueve las manos,... Es un personaje televisivo magnífico.
El programa 'Tómbola' levantó ampollas en la política y hubo quien pidió la retirada de este espacio. ¿Cómo lo recuerdas?
Nunca me ha gustado nada hablar de política. Recuerdo que en los periódicos nos ponían verdes y nos tildaban de basura, pero 'Tómbola' costaba muy barato y daba muchísimo dinero. Fue el "padre" del mundo del corazón televisivo.
"En 'Tómbola' no se hacían entrevistas previas a los invitados, de modo que eran totalmente imprevisibles"
¿Qué piensas de que, muchas veces, se haga referencia a los programas del corazón con el término "telebasura"?
No entiendo que los encasillen como basura. La gente siempre ha querido llegar a casa y desconectar. Y ahora, en estos tiempos difíciles, con más motivo. El corazón siempre ha servido para eso, para que la gente se evada de los problemas del día a día. A todo el mundo parece que le encanta decir que sólo le gustan los documentales de La 2 y yo me pregunto, si eso verdad. ¿Por qué no están en La 1? Las audiencias hablan.
Estoy harta de que me digan que trabajo en "telebasura" porque no es cierto. Por ejemplo, Jorge Javier ha conseguido hacer una televisión diferente y muy imitada. Y cuando intentan imitarla es porque gusta. A mí me encanta la naturalidad que ha creado 'Sálvame'. Los regidores aún no se acostumbran al papel que tenemos en plató y a veces se ponen nerviosos cuando faltan pocos segundos para volver de publicidad y yo, por ejemplo, estoy abriendo la nevera que tenemos. ¡Si estoy en 'Sálvame'!.
Mucha gente se pregunta por el sueldo de los periodistas que trabajáis en televisión, ¿es verdad que antes se ganaba mucho más? ¿Tú lo notas?
Ahora cobramos como becarios [risas]. Yo casi como cuando empecé en 'Tómbola'. Sé que hay crisis y en el mundo del corazón hemos cobrado mucho. Hace años, cuando pasaba un periodo de tiempo, podías permitirte el lujo de pedir un aumento de sueldo. Ahora, con la crisis, como todos, damos gracias a Dios cuando nos renuevan, aunque nos quiten días o nos rebajen el sueldo.
Lydia Lozano en la boda de Óscar Cornejo y Jaume Collboni
En la actualidad, ¿cómo ves el panorama de la prensa rosa?
Algo que no entiendo es que no haya tantos [programas, revistas...] como antes porque es un mundo que sigue interesando. Periódicos como La Razón o El País regalan suplementos de este género y tienen éxito. No comprendo cómo las productoras no apuestan por el corazón porque no le quita seriedad a ninguna cadena. A Telecinco se la ha encasillado únicamente en este género cuando además tiene motos, fútbol, entretenimiento, programas de investigación y unos informativos buenísimos.
"'Sálvame' es muy parecido a un reality permanente. Antes se hablaba del personaje y ahora se habla de nosotros"
Tras más de 30 años de trayectoria profesional, ¿consideras el periodismo como un sector inestable? Hace unos días Canal Nou cesaba sus emisiones...
La verdad es que yo he tenido muchísima suerte porque desde que empecé la carrera nunca me ha faltado trabajo. Cuando terminó 'A tu lado' pensé que era el fin de mi carrera, pero empecé en 'El ventilador', hice colaboraciones en radio y en Canal 9 precisamente. Ahora veo a compañeros que no han tenido la misma suerte y pienso: "¡Dios mío!". Pero bueno, es algo que puede pasar, aunque nunca hay que perder la esperanza ni dejar de luchar por lo que más te gusta. Siempre he tenido los pies en la tierra y he sido consciente que dentro de esta profesión hay altos y bajos. Y yo los he vivido, sobre todo, cuando hacía reportajes.
Tengo cantidad de compañeros que me dejan sus currículums para trabajar en 'Sálvame'. Creen que por trabajar allí puedo intervenir en ese sentido y aunque me encantaría, no es así. La crisis afecta a todos. Pero Miguel, por ponerte un ejemplo: ¿quién me iba a decir a mí que Sergio Alis iba a confesar que está pasando un momento económico critico? Es alguien que lleva toda la vida en esto. La verdad que es algo que me impresionó mucho.
Lydia Lozano y Raquel Mosquera en '¡Mira quién salta!'
Vamos, que consideras que ser periodista es una profesión con futuro.
Totalmente. Es absurdo pensar que el periodismo no tiene futuro, prueba de ello son la cantidad de estudiantes que acuden todos los años a las facultades con la ilusión de formarse para llegar a ejercer la profesión más bonita del mundo. El futuro está en sus manos y hay gente muy válida.
¿Y cómo son las relaciones personales dentro del mundo de la televisión? ¿Se pueden hacer amigos?
Como en todos los sitios. Es verdad que en televisión hay gente te puede hacer la puñeta sólo por sentarse en una silla porque la crisis es muy mala. Pero no sólo se pueden hacer amigos, sino que se pueden mantener a lo largo de toda la vida. Yo tengo muy buenos amigos en el medio, delante y detrás de las cámaras, aunque algunos intenten hacer creer lo contrario.
"Los periódicos nos ponían verdes y nos tildaban de basura, pero 'Tómbola' costaba muy barato y daba muchísimo dinero
Lydia, además de uno de los grandes referentes del periodismo del corazón, eres una mujer intensa. Lo has demostrado a lo largo de los años y eso tiene un precio. ¿Has llorado muchas veces en casa?
No te lo voy a negar cuando también lo hago en directo [risas]. Sería ridículo decirte que lloro en televisión y llego a mi casa partiéndome de risa. Sí, lloro muchísimo porque estoy muy expuesta y llevo muy mal que se habla de mi vida personal.
La gente se impresiona porque en 'Sálvame' nos ven llorar, reír... Pero es que es muy parecido un reality permanente. Antes se hablaba del personaje y ahora se habla de nosotros. Es algo que llevo fatal, que me chirría y que me ha costado muchos disgustos conmigo misma. No estoy acostumbrada y por mucho que me digan mis compañeros que me he convertido en personaje, no lo soy. Yo podría considerarles más personajes a ellos porque yo nunca he posado en ninguna revista, ni me he lucrado de mi vida privada, aunque haya tenido ofertas. Me han propuesto enseñar mi casa, posar para Interviú en dos ocasiones y ahora tengo mensajes ofreciéndome "un Terelu", insinuar sin enseñar nada con unas fotos muy bonitas, que se ha puesto muy de moda. Incluso me han ofrecido un talón en blanco para ir a 'Supervivientes', pero no quiero. Antes de participar en '¡Mira quien salta!', me cercioré de que no iba a haber cámaras más allá del concurso. Acepté porque no era un reality, me apetecía trabajar con otra productora a la que no conocía y porque me gustan los retos y las experiencias nuevas. Me podía haber quedado paralítica porque tengo la espalda partida y tuve mucho miedo, pero lo hice como pude. Volví renovada de Canarias: amoratada, pero feliz.
Es verdad que me hicieron un robado con mi marido durante las vacaciones. Yo no tenía ni idea y es algo que me dejó anonadada y por lo que sufrí muchísimo.
Lydia Lozano con sus compañeros de 'Sálvame', en 2009, celebrando los 1000 programas
¿Y has sufrido tanto como para dejar tu trabajo?
¿Cómo me voy a plantear dejar mi trabajo? En 'Sálvame', por ejemplo, me habéis visto pasarlo fatal, pero nunca me he ido. No me imagino encerrada en mi casa y mucho menos por decisión propia. Me apasiona ver los programas, leer los periódicos, empaparme de las noticias... Es algo en lo que me va la vida y que me apasiona.
¿En qué programa te has sentido más a gusto?
Siempre he tenido la suerte de trabajar en programas que me gustan y en los que me he sentido muy cómoda. Pero hay tres programas que los pondría como número uno: 'Tómbola', 'Confianza ciega' y todos los debates de 'Gran hermano'. Y aquí es imposible no acordarme de Pedro Rodríguez. Fue él quien me dio la oportunidad de trabajar en 'Confianza ciega' y el creador de 'El debate de Gran Hermano'. Le debo mucho y desgraciadamente, se ha ido la persona que más sabía de televisión.
En 'A tu lado' viví cinco años maravillosos y ahora en 'Sálvame', que es genial. Después de más de cuatro años de programa, ahí seguimos y con el apoyo de la audiencia que es muy importante.
"No quise arriesgarme a sacar un libro por miedo a que no se vendiera y dejar colgada a la editorial"
Entonces, podemos decir que eres una periodista afortunada.
La verdad es que no me puedo quejar. Me considero una persona afortunadísima. Desde que salí de COU hasta la facultad nunca he dejado de ejercer y en esta profesión eso es algo muy complicado. A lo largo de mi vida he trabajado con gente maravillosa y ahora mismo, con La Fábrica de la Tele, un equipo que para mí son unos fenómenos. ¿Sabes la única espinita que tengo clavada? ¡La de no saber montar un vídeo! Soy fan número uno de los editores del programa. Disfruto muchísimo viendo sus piezas y admiro esa capacidad de poder contar en un minuto lo que yo sería incapaz en treinta [risas].
No me creo que sólo tengas una espinita clavada. ¿Nunca te has imaginado haciendo otra cosa?
No. Desde muy pequeña quise ser periodista y aquí estoy. Aunque tengo un punto de psicóloga desconocido [risas]. En el colegio, cuando me hacían los típicos test para elegir mi futura profesión siempre elegía Psicología como primera opción, pero no me gustaban nada las matemáticas; después Periodismo y la tercera opción la dejaba en blanco porque lo tenía muy claro. No era de las que ponía que quería ser monja [risas], aunque también te digo que me hubiese gustado irme tres meses de misionera para dar buen rollito a la gente que lo está pasando mal.
A mí me gusta lo que hago y me encanta la tele, aunque mi pasión es la radio. A mí siempre me ha gustado imaginarme haciendo un programa de radio al más puro estilo americano, en un helicóptero [risas] o un programa de relaciones personales, a las 12 de la noche, donde la gente me llame por teléfono para contarme sus problemas con sus parejas. Mis compañeros dicen que "mato" por un plano, pero no es cierto. Yo "mato" por una pecera de radio y un micro. No hay día que no recuerde los días de radio junto a Nieves Herrero, que no fallé ni uno en 6 años. Así que espero que llegue el día en que Telecinco monte una radio nocturna y pueda hacer ese programa como Elena Francis, con mucha educación, pero más heavy y subido de tono [risas]. Sería lo único que me atrevería a presentar. Eso sí, con Omar Suárez a mi derecha.
"No entiendo que encasillen a los programas del corazón como basura, pero las audiencias hablan"
¿Qué le agradece Lydia Lozano a la vida antes de dormir?
Le agradezco tantas cosas... Laboralmente, como ya he dicho, trabajar en estos momentos de crisis ejerciendo de periodista. Y en lo personal, le agradezco la felicidad que me regala cada día, tener la familia que tengo y unos amigos a los que adoro, los viajes que hago... Me apasiona viajar y conocer sitios nuevos. Me gustar tener siempre un viaje en mente y como no tengo hijos, el dinero que gano lo empleo en eso.
En la 'Caja Deluxe' dijiste que envidiabas a tu marido porque nunca habías oído hablar mal de él. Sin embargo, de ti hay mucha gente que se queja ya sea por defender tu verdad o porque no te gusta callarte las cosas. ¿Has tenido muchos problemas por ser sincera?
Muchísimos, pero de todo se aprende. Y no es que dejes de ser sincera, pero hay veces que compensa más quedarse callada. Ahora busco mi tranquilidad y aguanto como una campeona, pero tonta no soy. Muchos pensarán que es por miedo, pero no es miedo, es tranquilidad. Me las he comido sin hablar, si hablase...
Lydia Lozano en Primera Línea
Mi familia pasa mucho de mi rollo de los famosos. Me encanta comer con ellos y que no suelan preguntarme por nada que tenga que ver con la televisión. No tienen nada que ver con este mundo. Y con mis amigos ajenos al medio pasa un poco lo mismo, aunque hay veces que es inevitable que hablemos de los programas, de la actualidad del corazón o de algún cotilleo. Pero sólo hasta los postres [risas]. Después, cambiamos de tema y desconectamos.
Defíneme, lo más breve posible, a estos compañeros con los que has trabajado:
Jesús Mariñas: En tres palabras: una hemeroteca andante.
Karmele Marchante: Anti-nuevas-tecnologías. Es que no se entera de nada.
Emma García: Perfeccionista, hábil y una mujer con mucha personalidad.
Jorge Javier Vázquez: Rápido, listo y divertidísimo. Es muy valiente: me encantan sus opiniones.
Kiko Hernández: Tiene una memoria televisiva prodigiosa y es como una esponja, lo absorbe todo. Me encanta porque se ve todos los programas como yo y es súper trabajador.
Isabel Gemio: Muy desagradecida. No valora nunca a las personas que sacan adelante su trabajo. Y eso lo he vivido en primera persona.
Ximo Rovira: Un amor, delicado, cariñoso, compañero y encima, le gusta el corazón.
¿Qué opinas del libro "Ambiciones y Reflexiones" de Belén Esteban?
Me parece un arma de doble filo. Era una apuesta muy buena para Planeta justo en el momento que decidió llevarlo a cabo, pero no para Belén por la situación potente, desgarradora y dura que atravesaba. Ahora, justo cuando está bien, sale el libro a la venta y como es lógico, los capítulos más comentados son los más duros, justo de los que ella no quiere hablar. La editorial lo ha hecho muy bien y sólo hay que ver que ya van por la cuarta edición. No hay que olvidar que Belén, haga lo que haga, es una persona que arrastra mucha audiencia y todo lo que hace, vende. De hecho, tiene frases memorables que terminarán saliendo en los libros de historia como la de "Ni que fuera yo Bin Laden".
"Los periodistas del corazón ahora cobramos como becarios, yo casi como cuando empecé en 'Tómbola'"
¿Y cómo ves a la nueva Belén Esteban? ¿Ha cambiado vuestra relación?
Belén es como el Ave Fénix, resurge de sus cenizas. Y ahora la veo fenomenal. Mi relación con ella es buena, somos compañeras y como ella dice, hay capítulos que forman parte del pasado. Creo que es ahora cuando me está conociendo realmente, sin influencias y espero que se esté dando cuenta de que no soy como muchos le han vendido. Sinceramente, pienso que hay cosas que ha dicho en contra mía que nunca las ha sentido y ha podido ser por el influjo de terceros. Cuando se ha tocado la dura situación profesional que yo atravesé, ella me ha llamado por teléfono para mostrarme su apoyo. Y eso no lo haces con una persona que consideras odiosa.
Posado de Lydia para Primera Línea Joan Crisol
¿Tú no te has planteado escribir un libro?
A mí me lo plantearon, Planeta precisamente. Estuvieron en mi casa cuando pasó el tema Ylenia, pero evidentemente me negué. También tuve una conversación con una editora brutal. Empecé a contar anécdotas de mi vida con famosos y se quedó tan fascinada que tuvimos una reunión con la directora en mi casa. Con decirte que llegó a las 8 de la mañana y se fue a las 3 de la madrugada... Y de repente cuando me fui a la cama dije que no porque me dio por pensar: "¿y si luego no vendo libros?". Esto lo he hablado mucho con Jorge Javier porque a él, hasta que se decidió, también le había pasado. Es como cuando te hacen una entrevista, te sientes responsable si no tiene audiencia. No quise arriesgarme por miedo a que no se vendiera y dejar colgada a la editorial.
"Estoy muy expuesta y llevo muy mal que se habla de mi vida personal"
Además, si yo contase todo lo que sé me tendría que ir a Australia y aún no quiero jubilarme [risas]. Aunque te reconozco que no lo descarto porque creo que tengo mucho que contar. Me gustaría escribir sobre cosas que no puedo contar en un plató y sobre mis vivencias porque he vivido mucho dentro del mundo corazón: en casas de famosos, demandas absurdas... Una de las condiciones que puse en su día fue que no hablaría mal de nada, ¡pero ahora me dan unas ganas!
Lydia, parece que pronto arrancará una nueva edición de 'Supervivientes'. ¿Serías capaz de elegir a tres compañeros de profesión con los que compartir esta aventura?
Ya te he dicho que nunca iría, pero si quieres damos rienda suelta a la imaginación. Por buena gente, porque me hacen reír y sentir bien, porque sé que jamás me aburriría, y porque cantan fenomenal elegiría a Andrés Berastegui, a Carmen Alcayde y a Pedro Piqueras. Son gente maravillosa.
Y por último, imagínate que estás escribiendo en el "libro de reclamaciones" de la televisión. ¿Qué denunciarías?
Sin duda la sobreprotección del horario protegido. La señora que llegue a su casa y ponga 'Sálvame' que mande al niño a la habitación porque no es un programa dirigido a ese público. Los sinónimos están haciendo mucho daño. ¿Qué más da decir "sustancia tóxica" que "droga"? A veces puede ser mucho más duro emplear un sinónimo que puede insinuar muchas más cosas de las que nos queremos referir. Por ejemplo, diciendo "dar mala vida a alguien" puedes entender cualquier cosa. ¡Será que en los culebrones no se dicen verdaderas burradas y hay escenas de sexo! Por favor, que nos dejen hablar y nos dejen vivir. No trabajamos en 'Barrio Sésamo' y no me gusta dormir con el diccionario de sinónimos en la cabecera de la cama.