Este lunes llegó a su fin 'El tiempo entre costuras'. La producción de Boomerang TV se despide convertida en la serie revelación de la temporada después de haber seducido tanto a la crítica como a la audiencia. Anoche después de once capítulos llenos de intriga, conspiraciones y diversas tramas de espionaje Sira Quiroga se despidió de los espectadores. Una despedida de récord tras haber seducido a más de 5,5 millones con una cuota de pantalla del 27,8%.
La serie, protagonizada por Adriana Ugarte, ha destacado desde su estreno por ser una de las grandes apuestas de la principal cadena de Atresmedia Televisión. Esta ficción producida por Boomerang TV cuenta además con un destacado plantel de actores nacionales, entre ellos, Elvira Mínguez, Raúl Arévalo, Tristán Ulloa, Carlos Santos, Francesc Garrido, Alba Flores, Mari Carmen Sánchez, Elena Irureta, David Muro, Pepa Rus y Carlos Olalla.
Sira y Marcus huyen de la amenaza de dos sospechos
El adiós definitivo a Sira Quiroga
En el último episodio, Manuel Da Silva se desplaza hasta el hotel donde permanece hospedada Sira antes de partir en tren de vuelta para Madrid. El empresario portugués decide acompañar a la modista a la estación, donde tendrá que escapar de dos hombres que intentarán acabar con su vida.
En ese momento aparece Marcus para rescatar a Sira después de que Joao, el carismático chófer, le confesara al periodista inglés que la chica estaba en peligro. La pareja logra escapar en coche de la estación, a pesar de los disparos ejecutados por los hombres de Da Silva.
En su camino hacia España, el coche en el que viajan les deja tirados y se ven obligados a continuar su camino a pie. Pronto encuentran un lugar donde refugiarse, pero los sicarios consiguen alcanzarles y dar con su escondite. Tras una tensa disputa, Sira y Marcus consiguen escapar de nuevo utilizando el vehículo de los hombres de Da Silva. Finalmente llegan a Madrid.
En la capital, Sira no tarda en entregar su material y contarle a los ingleses todo lo que ha averiguado durante su estancia en Portugal, pero alguien se ha adelantado contándoles toda la información. Sin embargo, la costurera juega con un añadido: el microfilm.
Marcus y Sira se reencuentran en la estación de trenes
A partir de ese momento, Sira y Marcus se sienten más unidos que nunca, pero esto no impedirá que Manuel Da Silva se desplace hasta Madrid y consiga secuestrar a Sira. Da Silva le ofrece a los ingleses, conocedor de que la espía trabaja para ellos, la libertad de la costurera a cambio del microfilm. Éstos acceden finalmente al trato, y será Marcus, quien también trabaja como espía, el encargado de llevar a cabo la misión del rescate de su compañera.
El periodista se encuentra con Da Silva para llevar a cabo el intercambio, pero ambos no están dispuestos a entregar lo acordado. En ese momento, Marcus descubre que el rehén de Da Silva no es nada menos que Sira Quiroga y que ambos han trabajado conjuntamente, sin saberlo, para los ingleses.
En mitad de la disputa, Sira se arma de valor y ataca al portugués, consiguiendo escapar por última vez de sus garras. La última victoria de los espías les lleva a unir más que nunca sus lazos y afianzar el amor que sienten el uno por el otro.
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Con el triunfo del amor entre el periodista y la costurera llega el fin de la serie, en el que Sira da su palabra de modista en que seguirá dejándose la piel en sucesivas misiones. "Marcus y yo (Sira Quiroga) nos mantuvimos siempre al otro lado de la historia, activamente invisibles en aquel tiempo que vivimos entre costuras", concluye.