Carlos Santos interpreta a Alfredo Carballeira en la serie de Antena 3 'Bienvenidos al Lolita'. Esta ficción, producida por Globomedia, está consiguiendo un notable seguimiento por parte de los espectadores cada martes en prime time. "Creo que conseguimos transmitir al público ganas de vivir", expresa el intérprete.
Conocido por sus trabajos en 'Los hombres de Paco' y 'El tiempo entre costuras' niega que sea un "talismán" para que las series triunfen, aunque "si los productores deciden que soy un talismán para que una serie funcione... ¿quién soy yo para discutírselo?".
De los personajes a los que da vida destaca que siempre busca que "supongan un reto; ponerte dificultades te permite estar alerta y no caer en comodidades". De su personaje actual, Alfredo, subraya su "empatía hacia todos, la capacidad de ver luz donde otros ven sombras, como con Norma o con su tío. Parece tener esa intuición para poner su hombro justo cuando más falta hace".
¿Cómo definirías a Alfredo, tu personaje en 'Bienvenidos al Lolita'?
Alfredo es, básicamente, un buen tipo, quizá algo sobreprotegido por haber quedado huérfano tan joven, y precisamente de ahí viene su mirada tan positiva hacia lo nuevo y su gran capacidad empática con las personas que le rodean. Y sí, parece tener ciertos problemas con los cuartos de baño.
¿Qué es lo que más te gusta de él?
Precisamente eso, su empatía hacia todos, la capacidad de ver luz donde otros ven sombras, como con Norma o con su tío. Parece tener esa intuición para poner su hombro justo cuando más falta hace. Y por supuesto, la comedia que desprende. ¡Hacer reír hoy en día es toda una responsabilidad!
Cuando te ofrecieron interpretar a Alfredo, ¿te lo pensaste mucho?
Cero patatero. La serie -y el personaje- venía avalada por los mismos con los que trabajé 5 años en 'Los hombres de Paco', Fernando González Molina, Álex Pina, David Molina... De hecho, supe de ella desde los inicios de su gestación, ya me tenían en mente para interpretar a Alfredo. Poder repetir con gran parte del equipo de 'Los hombres de Paco' es como volver a casa por Navidad.
¿Qué tiene de diferente respecto a otros personajes que hayas interpretado?
Muchas cosas... ¡Es gallego! Siempre busco que los personajes supongan un reto; ponerte dificultades te permite estar alerta y no caer en comodidades. A Alfredo decidí hacerle gallego -en principio iba a ser maño, como su tío- porque ese acento le confería una luz especial, esa luz que el personaje necesitaba. Y luego está la composición física. Cuando me ponen en peluquería esos rizos y me miro al espejo... ¡ya está; ahí está Alfredo!
¿Cómo va a manejar su amistad con Roxy?
Con Roxy no sabemos muy bien qué va a ocurrir. Como bien dices, de momento hay una amistad teñida de "algo" a lo que todavía es pronto para ponerle un nombre.
¿Qué le aporta Roxy para que se lleven tan bien?
La confianza en sí misma a pesar de las dificultades que ha atravesado. La capacidad de ponerle una sonrisa a la vida en los momentos difíciles. ¡Las ganas de vivir!
Carlos Santos y Luis Varela
¿Qué te parece el éxito que está teniendo 'Bienvenidos al Lolita'?Detrás de una serie hay un trabajo colectivo de muchísima gente, así que ese esfuerzo se vea recompensado por el público es el mayor premio. Espero que mantengamos el nivel y que los espectadores sigan agarrando nuestra mano y dejándose llevar al Lolita en cada capítulo.
En 'Los hombres de Paco' los espectadores te pudieron ver cantar, ¿en 'Bienvenidos al Lolita' también te atreverás?
Conociendo a los guionistas, miedo me da pensar qué estarán tramando para mí... Creo que habrá tiempo para todo, y con un escenario de por medio, las plumas, las boas... De momento ya me he marcado un monólogo, de ahí a cantar y bailar hay un paso... [risas].
¿Qué tiene 'Bienvenidos al Lolita' que engancha al público?
En dos palabras, emoción y comedia. Y un buen montón de personajes que le echan morro a la vida, y que a pesar de las dificultades, salen a un escenario -como metáfora de vida-, a comérselo y a arrancar una sonrisa a los demás. ¡Creo que conseguimos transmitir al público "ganas de vivir"!
¿La ficción española goza de buena salud?
Parece que sí. Y lo más importante es que el público demanda ficción nacional. Si a eso le sumamos la cantidad de series que viajen fuera y triunfan... Ojalá se mantenga este idilio porque es un sector que da trabajo a mucha gente, y eso hoy en día es un oasis en el desierto.
'Los hombres de Paco', 'El tiempo entre costuras', 'Bienvenidos al Lolita'... ¿te consideras un actor "talismán" para que las series tengan éxito?
Yo no diría tanto, aunque sí es una suerte haber participado en series que han gozado del aplauso de los espectadores. Pero, vamos, si los productores deciden que soy un "talismán" para que una serie funcione... ¿quién soy yo para discutírselo?
Televisión, teatro, cine... ¿dónde te sientes más cómodo?
¡La pregunta del millón! Trabajé con Pepe Sacristán hace ya algunos años y él siempre contestaba a esa cuestión diciendo que lo importante es la historia y el personaje, no el medio en el que se cuente. Comparto plenamente esta opinión; si la historia merece ser contada, pues adelante, sea televisión, cine o teatro.
Aunque también es cierto que con el tiempo me he vuelto más exigente con el teatro. El esfuerzo es mayor -ensayos, giras...- así que necesito enamorarme del proyecto mucho más, y con "La vida resuelta" afortunadamente el idilio es absoluto.
¿Cómo es la obra de teatro "La vida resuelta", en la que participas?
Es una comedia escrita por dos guionistas de televisión y cine, David Sánchez Olivas y Marta Sánchez, creadores de '7 vidas', 'Aída', 'Los quién'..., así que las risas están garantizadas. Comparto cartel con Adriana Torrebejano, Javier Mora, Cristina Alcázar y Laura Domínguez, todos familiares para el público gracias a la televisión.
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La obra refleja en tono de comedia, la crisis que suele aparecer cuando te acercas a los 40 y te preguntas si las decisiones que has tomado a lo largo de tu vida te han llevado a donde realmente te hubiese gustado estar. La respuesta de los espectadores está siendo abrumadora, llenando los teatros a los que vamos y riendo como hacía tiempo que yo no veía en un teatro.