Paula Prendes
Paula Prendes es Martina, la secretaria de Bornay, en la nueva serie de Telecinco, 'B&B, de boca en boca'. Es responsable, eficaz, fiel, muy atractiva e ilusa. Admira mucho a su jefe, tanto que tiene una relación oculta con él. Adolfo Fernández es el encargado de dar vida a Bornay. Martina se siente muy culpable por lo que esta relación podría representar para su madre en el caso de enterarse, y es que ésta trabaja como cocinera en la casa del jefe.¿Cómo describes a tu personaje?
Soy Martina, que es la secretaria de dirección y mano derecha de Óscar Bornay (Adolfo Fernández), el jefazo de los jefazos. Además, soy la hija de Carmen (Luisa Martín), que es la cocinera de Óscar. Encima estoy enamoradísima de él y él de mí, no es la típica secretaria trepa. Esto lo vive Martina con mucho dolor, porque ella es muy leal, muy fiel y muy trabajadora. Vive con un sentimiento de culpa muy grande porque no se lo puede contar a nadie al ser un hombre casado.
¿Cómo es la relación de Martina con su madre?
Maravillosa porque cuando Martina llega a su casa es cuando realmente se relaja. Ella proviene de una clase social humilde y vive en un piso muy pequeño con su primo y con su madre, pero en el trabajo siempre está aparentando. Cuando llega a casa es cuando se quita el cinturón. Lo único que las separa es cuando me pregunta con quién estoy y yo no puedo decir nada.
¿Qué te atrajo de la serie para que decidieras sumarte a ella?
Lo que más me atrajo es que es un proyecto con el sello Globomedia. He trabajado con ellos varias veces y me siento como en casa. Además, es un guion que llevan trabajando durante dos años. En cuanto lo leí me pareció superpotente. El resultado final me encanta. Es una serie que habla de personas y encima es actual, que ya tenía muchísimas ganas de hacer algo actual [risas]. Me gusta mucho porque se mezcla el drama, la comedia, el glamour y la crisis.
¿Cómo recuerdas ahora tu paso por 'Gran Reserva: el origen'?
Maravilloso. Grabamos menos capítulos de los esperados pero aprendí muchísimo. Nunca había hecho una serie diaria, y encima tenía un personaje que me encantaba. Trabajaba con Bambú, que siempre he estado muy a gusto con ellos. Fue una pena que la audiencia no nos siguiera porque yo tengo la sensación de que hicimos un producto de primera calidad.
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Es curioso porque ahora, en febrero, hace dos años que lo grabé. Lo que pasa es que justo cuando acabé mi capítulo se anunció el parón de un año por los recortes de Rajoy. Para mí fue una experiencia maravillosa. Me sorprendió el brutal dato de audiencia, eso hizo que mucha gente me empezara a hablar de 'Águila Roja', que era algo que yo casi había olvidado. Fue maravilloso ir a una serie donde todo ya está rodado, pero eso fue hace dos años e interpretativamente me da la sensación de que he madurado mucho.