DECLARACIONES

Alex Casademunt: "Tengo seis mordiscos en el cuerpo y me pasé un día entero en el calabozo, sólo deseo que esto acabe"

"Lo único que intenté fue calmar e intentar parar a Lucía, que me dejaba de atacarme a mí y a mi amiga".

Por Redacción El 25 de Febrero 2014 | 18:45

Alex Casademunt ha dado este martes su versión de lo ocurrido la noche del sábado al domingo en su casa con la exparticipante de 'Mujeres y hombres y viceversa', Lucía Sánchez, con quien mantuvo hace entre nueve y diez meses una relación esporádica. "Teníamos derecho a roce, pero nada más". "Todas las movidas que hayamos tenido han sido siempre porque yo no me he querido postular como que fuera su novio ni que ella fuera mi pareja".

En 'Espejo público', el actor y cantante lanzado a la fama tras 'Operación triunfo' ha recordado cómo conoció a Lucía. "Empiezas una vez, te acuestas unas cuantas veces con ella, te enganchas y, poco a poco, no te das cuenta y van pasando los meses. De eso a que tenga una relación... En la vida ha guardado más de tres pantalones en mi casa, no ha tenido su kit de maquillaje, su neceser... Nunca la he presentado en ningún sitio como tal y las personas que realmente me conocen lo saben perfectamente y avalan lo que digo, con lo cual estoy muy tranquilo".

"Lo único que deseo es que esto acabe, que yo siga con mi trabajo, a veces más y a veces menos. Y que siga demostrando el talento que tengo, no saliendo en la tele por este tipo de cosas que evidentemente no me van bien", ha señalado.

Alex Casademunt

"Lucía no era nada más que una follamiga"

En otras palabras, define a Lucía (quien, según Casademunt, tiene antecedentes policiales -"Muchas veces se ha presentado la policía en su casa) como una follamiga: "No sé el tipo de vida que lleva". "Yo la conocí una noche y nos dimos el teléfono y quedamos un día para vernos y surgió". "Como se dice mal dicho, era una follamiga, nada más". "Yo no sabía que había salido en 'Mujeres y hombres y viceversa'. Luego me enteré que tenía una expareja y participó en ese programa para vengarse de él porque la acababa de dejar el chico porque él tuvo que desaparecer, literalmente".

"Lo tengo muy claro y estoy muy tranquilo. Tengo todo a mi favor"

Álex sólo desea que la situación por la que atraviesa se arregle cuanto antes y ha dejado claro que "esto está en manos de la ley". "Llevo casi 13 años en esto. Solo he vendido mi trabajo y de repente que me vea en boca de todos por este tipo de temas me sobresalta". "Que digan [en la prensa] que me han detenido en mi casa por mutuos maltratos... eso no es cierto".

"Lo tengo muy claro y estoy muy tranquilo. Tengo todo a mi favor, tengo todas las declaraciones y, sobre todo, duermo muy tranquilo porque sé que no le he puesto la mano encima a Lucía, pero sí que es verdad que lo que más me duele de todo esto es que se esté manchando mi trabajo y sobre todo mi profesión y mi carrera. Si algo me avala, es que he trabajado mucho y que nunca en la vida me he metido en líos extraños", ha asegurado.

Durante su entrevista telefónica en el programa matinal de Antena 3, ha explicado también cómo ocurrieron los hechos. "Me voy con unos amigos y cuando llego a casa con una amiga que conozco en una discoteca -soy un tipo soltero, tengo 32 años y ¿por qué no?-. Tengo dos compañeras que están trabajando fuera y resulta que Lucía aparece ahí con una chica también. Se tiran ahí tomando copas, porque ya te digo que estas chicas llevan como casi dos meses viviendo en casa y de alguna vez de haberla visto, incluso la habían cogido cariño y la habían dado su lugar, evidentemente, cuando la veían. Se toman un par de copas ahí con ella y de repente empieza a decir que yo ya he dado permiso para que luego venga a casa, que ya sabe Lucía que estoy de fiesta, que luego se va a venir a casa, que yo he dado esta orden. Y bueno, la chica empieza a escribirme al WhatsApp, yo me quedo sin batería y cuando de repente oigo la doble puerta -que tengo una doble puerta en casa-, me asomo a la puerta y solo veo dos figuras".

"Lucía entró en mi casa, me insultó y me empezó a pegar"

"Cuando me giro a decirle a mi amiga 'oye, ponte algo de ropa, que al final esto es un poco hasta embarazoso', me giro y ya veo a Lucía entrando y de repente me suelta: '¡Ah, esto es lo que haces, hijo de puta'. Y me empieza a golpear, sencillamente".

"Cuando salí de la discoteca, me ven dos amigos muy conocidos de ella y me da a entender que a lo mejor le mandaron un whatsapp y ella dijo: '¿Cómo?, ¿que se va con una chica? ¡Que no se preocupen, que ahí voy yo!'".

"No he puesto un dedo encima a nadie"

"Me encontré todo el fregado y lo único que intenté fue calmar e intentar parar a una mujer que no paraba de atacarme a mí y a la persona con la que estaba". "Gracias a Dios, tuve tres personas en casa, que además da la casualidad de que eran tres chicas". "Solo hay una versión: la verdad, que yo no he puesto un dedo encima a nadie, sencillamente intenté parar y que esto no fuera a más y que no me agrediera más veces", ha continuado exponiendo Álex.

"Tengo casi siete mordiscos en el cuerpo, me pasé casi un día entero en un agujero, que en mi vida me había sentido así porque nunca me había visto en esa situación". "Cuando salí del cuarto, vi a Lucía como una flecha hacia el comedor. Cuando la seguí por detrás, vi que se encaraba contra ella, se puso encima del sofá, que ella estaba sentada, empezó a tirarle de los pelos, la arrastró como un muñeco por mi salón. Y ya cuando intenté pararla yo, me ayudaron mis dos compañeras".

"Lucía arrancó tanto pelo a mi amiga que pensé que llevaba extensiones"

"No dudo que Lucía tenga algún arañazo en la cara. Evidentemente, si es que era imposible pararla. Cuando tienes una cabeza mordiéndote el cuello tu instinto natural es apartártela, ¡es que es normal!". "En el ajetreo, con la locura que llevaba encima, claro que sí habrá tenido alguna lesión. Pero, sin duda, no ha sido una lesión mía, ¡las cosas se tienen que decir por su nombra!".

"No había manera de separar a Lucía de mi amiga". "Cuando las separamos, yo pensé que mi amiga llevaba extensiones, por la cantidad de pelo que tenía Lucía en las manos. Y no, me dijo que era su pelo natural".

"Me fui directamente al médico. Me miraron las heridas, dije que estaba bien, no necesitaba ninguna atención más. Me curaron y me llevaron a declarar". "Mi abogada me aconsejó no declarar", pero "yo quería decir lo que había pasado. Di mi versión y a partir de ahí me encerraron en un agujero porque, según tengo entendido, Lucía se tiró en un hospital hasta las seis, siete u ocho de la tarde [del domingo] y luego a última hora, no sé por qué, me dejaron ir a mi casa".

"Tanto Lucía como yo somos muy temperamentales"

"Alguna vez había discutido con Lucía. Ella tiene un carácter muy temperamental ¡y yo también soy un tío muy temperamental!". "Soy un tío que, a la mínima, cuando hablo, grito, ¡pues imagínate cuando me enfado! Pero nunca en la vida hubiera pensado que esto acabaría de esta forma aquí en mi casa. En la vida, vamos...".

"Me tiró la televisión y en el aire la recogí porque si no, ahora mismo ni os podría estar viendo. Me tiró todos los vasos de la mesa... Pegaba patadas en el suelo, si la intentábamos retener. Jamás en mi vida había visto a Lucía de esa manera. Confieso que jamás había visto a una mujer en ese estado", ha expresado.

"El padre de Lucía me dijo que sabía que esto pasaría"

"Le dije a una de mis amigas que llamara al padre de Lucía, que nos dijo que ya sabía que esto acabaría así". A los quince minutos, sonó el timbre. Y ella le dijo a Alex, con la sangre de la boca seca porque no se la quería quitar: "No te preocupes, que en una hora estás durmiendo en los calabozos".

Bajó con ella y una de sus compañeras de piso, pensando que estaba su padre ahí. Pero quien de verdad se encontraba allí era la de la seguridad de su urbanización. Lucía, al ver que no era su progenitor, quería entrar otra vez en su casa. Alex pidió que llamaran a la policía y se fue a su domicilio. La denunciará. "Mi amiga, a la que acababa de conocer, también estuvo en el hospital y declaró".