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Frank Blanco
Pero Blanco no sólo presenta, también saca tiempo para escribir, de hecho, acaba de publicar su segundo libro sobre la paternidad, "Padre con un par", una especie de guía en la que da consejos a los lectores gracias a su experiencia. "Diría que incluso éste me ha dado más dolores de cabeza que el primero", nos confiesa. "He intentado darle un poco de contenido. Yo digo que este libro es más moña que el primero".
'Zapeando' no empezó bien, los resultados no acompañaron en las primeras semanas e incluso se rumoreó que estaba en la cuerda floja...
Nuestras sensaciones al inicio fueron bastante realistas. No arrancamos como esperábamos, los datos no eran para lanzar cohetes. Nosotros veíamos que el programa no era lo que queríamos que fuese. No estábamos haciendo las cosas bien y aunque nosotros mismos éramos conscientes de que estábamos en la cuerda floja, cada día veíamos una evolución. Un programa que arrancas hoy no lo puedes cambiar de arriba a abajo para mañana, pero siempre fui muy optimista y con el convencimiento de que estábamos trabajando con un equipazo en Globomedia que sabe hacer programas de éxito y de calidad.
La suerte que tuvimos es que la cadena nos dio el tiempo suficiente para que el programa cambiase y fuese lo que hoy es. Un programa que afortunadamente puede competir en la franja en la que se encuentra.
"Twitter funciona, pero no deja de ser un porcentaje muy pequeño, el de gente que participa a través de las redes sociales"
¿Podría decirse que los cambios partieron de vosotros?
Sí, cuando acabó el primer programa, todavía sin el dato de audiencia, todos salimos diciendo "esto no es lo que hay que hacer". Los comentarios que me llegaban de la dirección de la cadena en ningún momento fueron de "os quedan dos Telediarios", al contrario, lo que a mí me llegaba era de "poco a poco, vamos a echarle paciencia y tranquilidad". Eso se agradece mucho. Mejor recibir ese mensaje que no el otro de que estás en la cuerda floja.
Los primeros programas fueron también muy criticados por los espectadores...
Cualquier profesional que dé la cara al público tiene que entender que no puedes gustar a todo el mundo, el que aspire a eso que se vaya a otro planeta. Entonces, si los espectadores te tiran de las ojeras pues casi hay que agradecerlo. Esto es como si vas a un restaurante y te preguntan si la comida te ha gustado, pues si no te ha gustado casi es mejor que les digas que no porque a lo mejor les haces un favor y consigues que otro día cocinen mejor. Eso hay que agradecerlo.
Luego en Twitter hay gente muy salvaje. Son pocos pero hacen mucho ruido, entran en las faltas de respeto y en los ataques personales. A esos hay que hacerles menos caso. Pero a todos nos sirvió mucho lo que leímos en los primeros días de programa.
'Zapeando' ha sufrido muchos cambios desde su estreno, ¿cuál ha sido el más importante?
Aunque parezca una tontería la mesa. La mesa marcó un antes y un después en el programa porque en las primeras semanas de 'Zapeando' teníamos unos sillones y un presentador de pie con una pantalla detrás. Esa estructura estaba pensada para una tertulia sobre televisión. Poco a poco el programa empezó a cambiar y se convirtió en una tertulia con humor. La mesa se hace más necesaria porque necesitamos cierto orden. Aunque parezca una tontería y que sea un elemento prescindible, no lo es. La mesa es parte del éxito de 'Zapeando' por tonto que parezca.
Entre los cambios del programa también están la marcha y la llegada de nuevos colaboradores...
Yo ahí manejo poca información. Sí puedo decir que algún colaborador al ver que el programa no iba a ser lo que tenía que ser decidió abandonar, pero seguramente porque es diferente participar en una tertulia que en un programa de humor y no todo el mundo sirve para todo. Por otro lado, Globomedia tiene muy bien controlados a las personas que hacen reír más. Fue una mezcla de ambas cosas.
El programa se apoya mucho en Twitter, ¿hasta qué punto es importante para vosotros?
Twitter para el programa en directo es un buen termómetro, sobre todo, por los comentarios. Hace mucho tiempo decidimos incluir algunos de los comentarios que los espectadores nos iban escribiendo y creo que se forma como un club social mientras dura la emisión del programa. A veces veo conversaciones de unos espectadores con otros y eso es interesante, gente que no se conoce comenta algo que ve por televisión.
"Alcanzar a Toñi Moreno es un objetivo para mí a día de hoy"
Pero más allá de eso, Twitter es una red social con un perfil muy determinado. Hay gente que piensa que si eres número uno en Twitter eres número uno en audiencia y eso se corresponde en muy pocas ocasiones. Así que no es más que una herramienta de ayuda y de contenido del programa.
Entonces, ¿lo usáis como una forma de obtener feed-back?
Exacto, pero dándole la importancia justa. Hay mucha gente que en Twitter te dice que eres estupendo y mucha gente que te dice que lo que está viendo no le gusta. No hay que hacer caso ni a unos ni a otros. Es una cuestión incluso de números porque Twitter en nuestro programa representa a lo mejor a 5.000 o a 10.000 espectadores, pero luego te están viendo 700.000.
Hay que poner las cosas en su sitio. Twitter funciona, es una muy buena herramienta y te ayuda a escuchar al espectador, pero no deja de ser un porcentaje muy pequeño de gente que participa a través de las redes sociales. La mayoría de la gente no se pronuncia, está en su casa viendo lo que le pones. Le gustará o no le gustará pero no está en la red social.
Antiguo equipo de 'Zapeando'
Habéis subido mucho vuestra audiencia y últimamente siempre rondáis el 6%. ¿Creéis que todavía tenéis margen de mejora?
Todavía veo más margen. El programa no lleva ni medio año funcionando y va creciendo pero es algo lento. Hay que tener paciencia, hemos visto que ya estamos continuamente muy cerca del 6%, que era algo que hace mes y medio era impensable.
Lo que pasa es que en la tele no sólo dependes de ti, también dependes del contrario, pero con tiempo y sabiendo esperar por qué no vamos a alcanzar a Toñi Moreno. Para mí es un objetivo alcanzable a día de hoy.
También tenéis la competencia de 'Ciega a citas', la nueva serie diaria de Cuatro.
Hay mucha gente que estaba muy preocupada por el estreno de la serie pero yo creo que son cosas diferentes. Un gran porcentaje de los espectadores de 'Zapeando' no es gente que consuma según que series de tele, con lo cual creo que 'Zapeando' tiene su público. Las series tienen otro perfil de espectador. Creo que podrían llegar incluso a convivir tanto la serie de Cuatro como 'Zapeando'.
"'Padre con un par' es un libro más moña que el primero, pero hay gente que me dice que es más guía"
Acabas de publicar "Padre con un par", tu segundo libro sobre paternidad. ¿Qué diferencias puede encontrar el lector con respecto al primero que publicaste?
La diferencia básica es que con el segundo estás más cansado que con el primero porque cuando llega el segundo el primero sigue ahí. Luego que las matemáticas no funcionan, siempre se dice que 1+1 es 2 y cuando te llega el segundo hijo te das cuenta que no, que en esto 1+1 en algún momento pueden ser 3 o en otro ser 7.
El primer libro se caracterizaba por el tono humorístico, ¿le has dado ese mismo toque al segundo?
Hay humor porque yo no concibo escribir este tipo de libros sin desdramatizar y sin quitarle un poco de hierro a todo, pero sí que he intentado hacer menos chistes temporales y que todo esto pueda tener sentido dentro de diez años.
En el primer libro me agarré mucho a la actualidad. Tú lees el libro ahora y ya te queda lejos. De modo que en éste he intentado que el humor sea algo diferente. También he intentado darle un poco de contenido. Yo digo que este libro es más moña que el primero, hay gente que ya lo ha leído y me dice que no, que es más guía que el anterior. Eso ya depende de cada uno.
Seguro que también ayudó tener más experiencia...
No te creas. Para mí ponerme ahí con una página en blanco y escribir... No sé cuál de los dos me ha costado más. El primero lo tenía muy claro: voy a contar el embarazo y luego el primer año mes a mes, y en éste no. En éste he pensado qué cuento, cómo lo cuento, cuál es el enfoque,... si tiro por aquí o por allá; luego acabas el capítulo, lo lees y lo reescribes. Así que diría que incluso este me ha dado más dolores de cabeza que el primero.
¿Leíste libros sobre paternidad antes de tener a tus hijos?
Ni uno. Esto de ser padre pensaba que estaba controlado y que ya lo sabía todo porque tengo cinco sobrinos ya muy mayores. No sé por qué tara de mi cabeza pensaba que ser padre era muy parecido a ser tío, pero estaba equivocado. Por eso escribí el primer libro, porque me di cuenta que estaba muy equivocado y que había mucha gente que no me había contado el lado oscuro de la paternidad.
Y tú con un trabajo tan absorbente, ¿cómo lo compaginas con la paternidad?
En mi trabajo no sé si es por la crisis o a qué se debe pero las cosas están menos agitadas que hace cinco u ocho años que era todo muy emocionante y en cualquier momento tenías que salir de casa. En mi caso, las cosas ahora están mucho más tranquilas, pero es algo que yo he ido buscando. Hace cinco años yo me apuntaba a un bombardeo y si me proponían algo allí estaba, pero ahora me lo pienso muchísimo más. No puedo decir que sí a cualquier proyecto o cualquier evento y he limitado bastante mi vida social porque ahora toca atender a la familia, que además es lo que me apetece y es lo que quiero.
¿Tienes algún nuevo proyecto entre manos?
Mi proyecto actual es seguir trabajando en 'Zapeando', esa es mi prioridad. Hay gente que me pregunta por la radio y aunque me apetece no estoy trabajando en ello. Ahora mismo todas mis fuerzas las estoy dedicando a que 'Zapeando' cada día vaya un poquito mejor.