Elvira Mínguez: "En 'Sin identidad' hemos reflejado las barbaridades que el ser humano puede llegar a cometer"

"Es una monja mayor, retirada en un convento de las afueras de Madrid. Es de aspecto frágil y aparentemente inofensivo. Pero hasta hace pocos años había sido una mujer temible y poderosa. Bajo su apariencia débil y amable se esconde una auténtica y codiciosa mujer convencida de que toda su 'labor' era un acto de fe cristiana". Ésta es la presentación de Sor Antonia, el personaje que interpreta Elvira Mínguez en 'Sin identidad', la serie que emite los martes en prime time Antena 3.

Hoy, FórmulaTV.com entrevista a la actriz de 48 años de edad que ha tenido la complicada tarea de ponerse en la piel de una nueva monja que está detrás de la trama de niños robados. Elvira nos desvela en exclusiva los detalles de su personaje, qué es lo que más le llama la atención de la ficción o por qué crees que está funcionando tan bien.

¿Cual fue el aspecto que más te llamó la atención de 'Sin identidad' cuando te presentaron la serie?

Sin lugar a dudas, mi personaje. Interpretar a Sor Antonia me parecía que era una buena oportunidad para contar las barbaridades cometidas por la Iglesia durante todos estos años, actos que están basados supuestamente en el nombre de Dios.

En 'Sin dentidad' hemos reflejado de una forma muy tangencial las barbaridades que el ser humano puede llegar a cometer. Lo más curioso de este personaje es que en el fondo es una mujer que está convencida de que lo que está haciendo está bien, no entiende lo que someterse a ningún juicio humano, porque ella está directamente en contacto con Dios y supuestamente lo hace todo por el bien de los niños.

Ella entiende que son unos niños pobres que no tiene ningún futuro, y que gracias a ella y a sus nuevas familias, conseguirán llegar a algo en la vida. Me interesaba muchos esa falsa moral, esa moral equivocada, o incluso el concepto de moral.

"Me crié en un colegio de monjas, con hurgar un poco en mi memoria he logrado sacar adelante el personaje"

¿Te preparaste el personaje de alguna forma especial?, ¿tuviste contacto directo con la Iglesia?

No, ya bastante contacto he tenido con la Iglesia lo largo de mi vida [risas], me crié en un colegio de monjas y creo que es suficiente. Con hurgar un poco en mi memoria he logrado sacar adelante el personaje.

¿Qué tiene tu personaje en común con otras monjas que ya han sido interpretadas en la pequeña pantalla?

Prácticamente todo, el personaje es un personaje que no tiene sorpresas, se sabe desde el principio lo que hace. Lo único que puede cambiar es el enfoque que le hemos dado, hemos intentado crear una mujer dulce, muy serena, muy amable... es una típica monja que se podría ponerse a cantar con la guitarra, no hemos querido irnos a una monja de mala leche de esas cerradas.

Por lo tanto, ¿la trama que te corresponde a ti en la ficción es muy similar a las ya tratadas en otras ficciones?

Sí. Lo único que tiene de diferente es como engancha con las otras tramas de la serie, que se enfocan más hacia la venganza. Como ya sabéis, la trama de la monja no es lo más importante de la serie, es algo muy secundario.

"El público ya no se conforma con cualquier cosa"

Personalmente, ¿qué opinión te suscitar estos dramas de los niños robados?

Como cualquier persona que tenga dos dedos de frente, asco.

¿Qué impresión tenías sobre su recibimiento por el público?

Estaba convencida de que iba a funcionar. Tiene todos los ingredientes para que le guste al espectador. La historia es muy potente y es algo básico, el público ya no se conforma con cualquier cosa.

Por lo tanto, ¿está la serie a la altura de otras recientes de gran éxito?

Yo creo que sí. Actualmente se están cuidando mucho los productos televisivos en este campo, algo que también se ha hecho en 'Sin identidad'. Rodar en escenarios naturales, teniendo tanto en cuenta lo que el espectador va a recibir, es una manera de envolver la serie para que se acepte mucho mejor, enganche y se disfrute.