Este martes RTVE daba a conocer la decisión de cerrar Teledeporte y reubicar sus contenidos, después de que tuviese lugar la dimisión del anterior director Ignacio Corrales, y se nombrara a José Ramón Díez como nuevo nuevo jefe. Con estas medidas, la Corporación pretende ahorrar costes para reducir su déficit, una condición clave que el Gobierno le ha impuesto para ser concesionaria de una aportación extra de dinero, independientemente de la ofrecida por el SEPI.
Tal y como ha publicado El País, desde la empresa pública se prevé que con la fusión de Teledeporte y La 2 se ahorre alrededor de 16 millones de euros. Por un lado, esta rebaja vendrá propiciada por el coste de los contenidos y, por otro, el correspondiente a la distribución de las señales. De esta forma, con la fusión RTVE podrá unir en un solo múltiplex todos sus canales: La 1, La 2/Teledeporte, Clan y 24 Horas.
En cualquier caso, la Corporación ha decidido desprenderse de su cadena menos vista. Cabe destacar que Teledeporte cerró junio con una media del 0,7% de cuota de pantalla, lo que la sitúa en el último lugar del ranking de cadenas TDT. La 2, por su parte, registró un 2,7% y desde hace tiempo ocupa la última posición de las cadenas generalistas.
Molestias en el sector audiovisual con la fusión de La 2 y Teledeporte
Esta noticia ha generado numerosas críticas por parte de las productoras españolas, puesto que temen la desaparición de contenidos culturales. "No toleraremos la desaparición de La 2. Es la única oferta cultural de ámbito estatal y sospechamos que el pulso entre el deporte y los contenidos culturales lo ganarán las retransmisiones deportivas", ha señalado Ramón Colom, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE) y exdirector de TVE, al citado medio.
"TVE tiene un montón de películas españolas que no ha emitido y ha dejado de encargar series de ficción porque no sabe el dinero que puede gastar", ha recalcado Colom. Así mismo, ha señalado que lo ideal sería una televisión pública que pudiera competir con las privadas, tan solo con "la diferencia de que los clientes de las privadas son las agencias de medios que venden publicidad y en la pública los clientes son los ciudadanos".
