Kerry Washington en los Globos de Oro 2014
Kerry Washington ha confesado haber pasado a principios de año por uno de los momentos más difíciles de su carrera profesional. La actriz se enfrentó a las habituales dificultades de tener un papel con tanto peso como el de Olivia Pope en 'Scandal', pero además tuvo que grabar sus secuencias embarazada."Todo en la última temporada fue un desafío para mí en distintos niveles", confiesa Washington en declaraciones a The Hollywood Reporter. Tuve el cambio físico lógico de cuando estás embarazada, estado en el que no iba a estar mi personaje".
Además, la actriz recuerda que trabaja "muy físicamente". "Mi trabajo se basa a menudo en el cuerpo. Eso quiere decir que tenía que encontrar la manera de ser esa mujer mientras mi cuerpo cambiaba y evolucionaba cada día. Era como ver las teclas de un piano saltar una a una diariamente. Fue difícil para mí incluso mantener a Olivia andando por los cambios".
"Mis herramientas para actuar tuvieron que actualizarse"
Pero no solo sus cambios físicos dificultaron su trabajo en 'Scandal'. Los guiones dieron muchos giros al personaje de Olivia Pope, lo que descolocó a Kerry Washington. "La temporada me rompió. Soy un tipo de actriz a la que le gusta tener todo planeado para poder interpretarlo, pero de repente no tenía ni idea de cuál iba a ser el siguiente paso de esta mujer", afirma. "Tenía que saltar sin que todo fuera perfecto. Me sentía como si me hubiera tenido que controlar para interpretar al personaje, lo que supuso que mis herramientas para actuar tuvieron que actualizarse".
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La cuarta temporada de 'Scandal' será más sencilla para Kerry Washington sin estar embarazada, pero a buen seguro Shonda Rhimes tiene preparadas muchas sorpresas que dificultarán también el trabajo de la actriz. Los nuevos capítulos, que se estrenarán el próximo 25 de septiembre en ABC, descubrirán qué ha ocurrido con Olivia tras huir en un avión con Jake.