Las estrellas de Hollywood siguen inundando el firmamento estos días. Tras la muerte de Robin Williams, ahora le ha seguido Lauren Bacall, uno de los últimos mitos del Hollywood dorado de los años 40 que fallecía este martes a los 89 años.
La familia de Humphfrey Bogart, con quien se casó y tuvo dos hijos, ha confirmado el fallecimiento de la actriz a través de la cuenta oficial de Twitter de Bogart. Al parecer, Bacall habría sufrido un derrame cerebral que ha terminado con su vida.
With deep sorrow, yet with great gratitude for her amazing life, we confirm the passing of Lauren Bacall. pic.twitter.com/B8ZJnZtKhN
Aunque desarrolló principalmente su carrera en el cine, también el teatro y la televisión tuvieron la oportunidad de tener a Lauren Bacall. Tanto es así que la actriz llegó a ser nominada hasta en tres ocasiones a los Premios Emmy.
En 1973, la Academia de Televisión se acordó de ella nominándola como Mejor actriz por la TV movie 'Applause'. Posteriormente, su participación en un capítulo de 'The Rockford Files' volvió a conseguirle una nominación. La última vez que se acordaron de ella fue en 1988 por 'Bacall on Bogart'.
Lauren Bacall y Humphrey Bogart
Una vida dedicada al cine
Pero si por algo se recuerda a Lauren Bacall es por su trayectoria en el cine. A los 15 años, comenzó a interesarse por el mundo de la interpretación ingresando en la American Academy of Dramatic Arts. En Broadway debutó poco después, en 1942, e hizo su primera película en 1944.
Estos primeros pasos la dieron a conocer al director Howard Hawks, que decidió ficharla para la película "Tener y no tener" junto a Humphrey Bogart. Fue esta la película que la catapultó a la fama y además una de las más conocidas de su carrera en la que dijo una de las frases más recordadas de su carrera: "Si me necesitas, sólo tienes que silbar".
Después llegaron otros títulos que la consagraron como "Cómo casarse con un millonario" junto a Marilyn Monroe, "El sueño eterno", "Asesinato en el Orient Express" o "El último pistolero".
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A pesar del misticismo del nombre de Lauren Bacall, la Academia de Cine nunca se acordó de ella, al menos de la manera habitual. Fue nominada solo en una ocasión en 1996 por "El amor tiene dos caras" pero no logró hacerse con el galardón. Finalmente, en 2009 decidieron recompensarla otorgándole un Premio honorífico por toda su carrera.