Las nuevas tecnologías y, en concreto, la expansión del 4G continúa dando dolores de cabeza a los operadores de televisión. La problemática existente en España, donde se ha efectuado recientemente el cierre de nueve canales y se espera un nuevo dividendo digital para el próximo año, se ha extendido a Europa.
Así lo ha alertado en un comunicado, difundido por Europa Press, la Unión Europea de Radiodifusión (UER). Según este organismo, podría tener lugar una posible "interrupción" de sus servicios en el año 2020 entre algunos de los países miembro. Exactamente, la UER advierte de las consecuencias que podrían desembocar de llevarse a cabo la propuesta que estudia el Parlamento Europeo sobre el futuro de la TDT.
Antenas de transmisión
Al parecer, Bruselas pretende asignar en dicha fecha el espectro de 700 megaherzios a la tecnología de cuarta generación. Además, se ha mostrado "preocupada" por el "peligro" que esto supondría para las compañías de televisión, especialmente los que operan a través de la Televisión Digital Terrestre.
Uno de los motivos que la UER ofrece al respecto, es la falta de tiempo para que las operadoras hagan los cambios oportunos para permitir las emisiones de televisión por debajo de esta banda para la llegada de un apagón generalizado. "Esta medida podría no dar tiempo suficiente a los operadores y a los espectadores para adaptarse a la nueva franja y lograr una actualización suficiente de las redes de TDT, especialmente para los países en los que este modelo de televisión es el mayoritario", señala la nota.
Por lo que, a su juicio, podría producirse una interrupción de los servicios de televisión ofrecidos por estas empresas, "especialmente donde, debido a la falta de capacidad, la transición reducirá el volumen y la cantidad de los contenidos".
La situación en España
En España, el Gobierno ha ofrecido tan solo tres meses al sector audiovisual para que se adapte a los cambios que están por venir. Después de que el Gobierno decidiese sacar a concurso el 30% de las frecuencias TDT para el próximo año, ya se empiezan a descubrir los primeros flecos del plan que ha elaborado el Ejecutivo para llevar a cabo este complejo proceso.
Por el momento, a partir de octubre comienza el plazo para que los más de un millón de edificios afectados lleven a cabo las modificaciones pertinentes en sus instalaciones. Un proceso del que las cadenas de televisión, las compañías de telecomunicaciones y el propio Ministerio de Industria no quedarán al margen.
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El coste de este nuevo ajuste se estima que será entre 160 y 184 millones de euros, lo que repercutirá en unos 20 euros por hogar. Una cifra que, en principio, iba a asumir el Estado, pero el anterior gobierno socialista decidió usar el presupuesto dedicado a este apartado a otros fines, como la reducción del déficit.