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Las promos de esta semana pasada lo auguraban, y lo auguran también las que hemos visto del siguiente capítulo: 'Red Band Society' es un drama menor -casi de instituto- sobre los amoríos y los problemas personales de unos adolescentes. El gran problema de la serie es que el hospital y la enfermedad de los jóvenes quedan en un segundísimo plano, en una excusa para poder situar a varios personajes en un mismo marco. Da la sensación de que la serie podría transcurrir en una universidad, en una residencia de estudiantes, en un centro de acogida... y las tramas cambiarían bien poco.
Triángulo amoroso a la vista
Ya desde el principio podíamos intuir que Leo, Jordi y Emma iban a ser los grandes protagonistas de la trama amorosa de 'Red Band Society'. No sabemos si Kara entrará o no para formar un cuadrado -ya que Dash no hace absolutamente nada en toda la serie y directamente lo dejamos fuera- pero por ahora las cosas parece que no van a cambiar mucho.Emma y Leo tienen una relación complicada: son ex pareja y conviven juntos en un hospital, con el peso de sendas enfermedades. Además, Jordi está teniendo un acercamiento sentimental con Emma, lo que despierta cierto recelo en Leo. La escena de la azotea ha sido uno de los mejores momentos de este "Liar, Liar Pan ton Fire", y viene a confirmarnos otra vez el talento de la joven Ciara Bravo. El error (como siempre) es que esta adaptación patina en la profundidad emocional de una forma bastante farragosa, y todo el sentimiento queda en vacío para el espectador medio -quizás sí guste a los más jóvenes y adolescentes-.
Un culebrón médico más
Si no teníamos bastante con los jóvenes, en la versión estadounidense de "los pulseras" han decidido también dar arcos argumentales amorosos a los doctores y enfermeros del hospital (a ver en qué momento juntan a Brittany y a Jack). En este capítulo nos hemos enterado de que el doctor guaperas tuvo un affair con, nada más y nada menos, que la madre de Jordi. La mujer ha llegado al hospital de repente a ver a su hijo, quien había repetido en varias ocasiones que ella había fallecido.
Ha sido muy interesante desde el punto de vista argumental ver los flashbacks de Jordi y la relación de este con su madre, pero la incorporación de este personaje ha sido exageradamente forzada y previsible. Por no hablar de la relación que tiene con Jack: se conocen de una noche y ya tienen una complicidad impresionante. De hecho, parece que la relación irá para largo.
Ocean Park Hospital: el hospital sin normas
Lo que más chirría de 'Red Band Society', como decíamos al principio, es que el hospital es una excusa clarísima para armar los nudos culebronescos. No se puede explicar si no que los chicos puedan salir de allí cuando quieran, que Kara contacte con camellos para comprar marihuana o que pueda llevar a su novio a su habitación y mantener sexo con él como si nada. El colmo ha sido la promo del siguiente episodio, en la que vemos a los chicos en el baile de fin de curso o incluso en el cine. Definitivamente, queda ya fuera de lugar hablar de esta ficción como una adaptación: esto no es 'Pulseras Rojas' ni va a intentar parecerse a ella.
Una vez más, la serie no es capaz de explotar su potencial emotivo y no consigue recrear nada mágico ni especial dentro del Ocean Park. Todo huele a ya visto o ya conocido, algo que no beneficia en absoluto a una ficción que prometía una visión diferente del cáncer y de la adolescencia.
Las audiencias de 'Red Band Society' siguen descendiendo y, salvo milagro, parece que no tendremos más tandas de "los pulseras" americanos después de estos primeros episodios. Hablábamos las semanas anteriores de que la serie podría haber tenido mejores datos en otro canal; el problema es que ahora sabemos que la serie, por sí misma, no funciona.