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La premiere de 'Homeland' se complementa con un segundo capítulo titulado "Trylon and Pherisphere", donde los protagonistas vuelan de Islamabad a los EE.UU para asistir al funeral de Sandy Bachman. Lo primero que llama la atención es precisamente el título del capítulo. "Trylon and Pherisphere" era el nombre de una antigua estructura que se construyó en la ciudad de Nueva York en la década de los 30 del siglo XX con motivo de la celebración de la "New York World's Fair", que organizó la ciudad en el año 1939. La edificación -dividida en dos grandes elementos, una aguja y una esfera-, incluía un mensaje de aliento hacia el sistema político de la democracia en consonancia con el lema de la feria, que era el de "The world of tomorrow", donde la esfera y la aguja daban vida a una ciudad ideal con vistas a un futuro cercano. Todo parece indicar que el título del capítulo está jugando con la metáfora de la lucha de Carrie con llevar y difundir esa supuesta democracia ideal por todo el mundo, e instalar y aplicar esa seguridad que tanto obsesiona a la protagonista de 'Homeland'.
La otra atadura es sin duda su hija Franny. La hermana de Carrie, Maggie, se encarga de ella con la ayuda de una niñera, pero Carrie solo ejerce de madre biológica, incluso parece tenerle miedo a quedarse sola con el bebé. En un momento de valor decide ir a despedirse simbólicamente del padre de su hija, y la lleva en coche hasta la entrada de la antigua casa de los Brody que todavía conserva la icónica bandera de los EE.UU.
Carrie empieza a contarle a su hija que allí vivía su padre, que hubiera sido un padre terrible y que de hecho ella es una madre terrible, para acabar llorando y confesarle al espectador a través del bebé que la noticia del embarazo fue seguramente la última alegría que tuvo Brody antes de morir. Acto seguido se desarrolla una de las escenas más duras de toda la serie. Mientras Carrie está bañando a Franny el espectador puede ver -y casi sentir-, en un plano contrapicado subjetivo desde el interior de la bañera como Carrie llega a dejar a su hija durante unos segundos dentro del agua para que se ahogue, una escena que demuestra de una manera cruel pero sincera que el personaje que interpreta Claire Danes -a pesar de una visible mejoría de su estado mental-, no puede asumir responsabilidades de esa naturaleza.
Finalmente Carrie se librará tanto de Lockhart como de su hermana y conseguirá volar a Islamabad, donde volverá a formar pareja de baile con Saul -han llegado a un acuerdo-, aunque con grandes diferencias si comparamos su relación anterior. Ahora él trabajará como asesor externo de la CIA y ella como jefa de operaciones de la base americana de Pakistán. Quinn no se une a ellos en un primer momento, pero parece lógico pensar que lo hará en el próximo episodio. El capítulo finaliza con Carrie en el interior del avión rumbo a Pakistán, sola, repitiendo la frase I'm fine, I'm fine... Sigue igual de perdida, atrapada en un mundo de hastío pero del que no puede desengancharse ni por su hija, ni por su familia ni por ella misma, regresando a la acción desde un puesto de gran responsabilidad para luchar por conseguir y aplicar esa democracia que aparece reflejada en el "Trylon and Perisphere" del título.
Conclusiones del regreso de 'Homeland'
'Homeland' ha vuelto, pero lo que todavía no sabemos es si es para quedarse mucho o poco tiempo. Está claro que una de las cuestiones más delicadas era la de eliminar completamente su premisa argumental por excelencia, que no era otra que la aparición del sargento Nicholas Brody 8 años después de haber desaparecido y la vigilancia a la que le sometía Carrie Mathison para esclarecer la sospecha de si era o no era un terrorista islamista infiltrado en los EE.UU. Al final de la pasada temporada los guionistas mataron a Brody físicamente, y en el arranque de esta cuarta temporada lo han asesinado de nuevo, pero de una manera simbólica a través de las palabras que Carrie le dedica dentro del coche con su bebé, dando la sensación de que trata de un pequeño homenaje por parte de los creadores de la serie después de su dramático final.
Para poder continuar con 'Homeland' los responsable debían acabar de una vez por todas con la eterna sombra de Brody -de la que tanto trabajo costó deshacerse a lo largo de la 3ª temporada-, y ahora que lo han llevado a cabo la serie ha perdido ese elemento clave, pero ha ganado en libertad creativa para poder explorar otras posibilidades a lo largo de esta cuarta temporada que se presenta más abierta que nunca. También sucedió algo parecido con 'Prison Break' (2005-09, Fox) o 'The killing' (2011-), por citar dos ejemplos muy evidentes, demostrando que es muy complicado mantener el nivel de una historia que se plantea con un inicio tan atractivo y sugerente, pero que una vez queda despejada la incógnita resulta más complicado que el espectador quiera seguir sabiendo más cosas de esos personajes.
Quedan por delante 10 episodios para saber hacia dónde se dirige la cuarta temporada de 'Homeland'. Por ahora la presentación ha sido más interesante que decepcionante.
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