La octava temporada de 'La que se avecina' ha regresado con éxito a Telecinco. La serie, creada por Alberto Caballero, Laura Caballero y Daniel Deorador, se estrena con 4.465.000 espectadores, lo que supone un 25,6% de share, logrando superar el estreno de la séptima que contó con un 23,6%.
La comedia de Telecinco retoma las tramas unos meses después de lo ocurrido en el último capítulo. Los vecinos más disparatados de la pequeña pantalla continúan lidiando con sus problemas que cada vez cuentan con situaciones más dramáticas para algunos de sus personajes.
Fina, la nueva vecina
Los habitantes de Mirador de Montepinar se sobresaltan con la llegada de una nueva vecina al 2ºC, doña Fina Palomares (Petra Martínez), una anciana problemática, quejica y muy trasnochadora que complicará la vida de todos ellos, molestando especialmente a Antonio (Jordi Sánchez) y Berta (Nathalie Seseña) que pronto descubrirán que la señora está dispuesta a todo. Berta hará todo lo posible por acercase a la anciana, pero los ruidos nocturnos que provoca harán que discuta con Antonio y acaben en un juicio donde, por primera vez, el pescadero no será el culpable.
Fina Palomares (Petra Martínez)
Además, parece que Fina sabe muchas cosas de Berta y del resto de vecinos. ¿Quién le habrá puesto al día?
Resulta curioso que la nueva habitante de la casa del moroso, Germán Palomares, tenga su mismo apellido. ¿Estará relacionada la trama de la anciana con el "moroso cabrón"?
Los Cuquis no ven luz al final del túnel
Desde que despidieran a Amador Rivas (Pablo Chiapella) del banco y lo cambiaran por una planta, el matrimonio formado por Los Cuquis no ha logrado levantar cabeza. Tras un divorcio y una nueva boda, la vida de estos personajes no puede ir peor.
Amador en el bosque y Maite cumpliendo condena en casa
Amador ha estado seis meses viviendo de manera salvaje en el bosque, pero cansado de esta vida decide volver a la ciudad. Allí vivirá como un indigente con una compañera muy conocida, Chusa (Paz Padilla), que le instruirá en el oficio de limpia parabrisas. Por casualidad, verá a sus hijos en el lujoso coche de un desconocido y pensará que los han raptado, cuando realmente han sido acogidos por otra familia.
Su esposa, Maite Figueroa (Eva Isanta) consigue salir de la cárcel gracias a las chicas, que la acogen para que cumpla el tercer grado penitenciario en el 1º A, con una pulsera telemática que le impide salir de la vivienda salvo en horas muy concretas. Lo primero que hace Maite es intentar ver a sus hijos, pero descubre que el Estado los ha dado en acogida a una familia. Pronto descubrirá que su esposo está dispuesto a raptarlos.
Enrique se adapta a su nueva vida
El concejal de Juventud y Tiempo Libre, Enrique Pastor (José Luis Gil), intenta adaptarse a su nueva condición de soltero y con apoyo psicológico de un profesional pretende rehacer su vida alejado de Judith (Cristina Castaño), con la que tiene una relación complicada con niño de por medio.
La nueva alcaldesa (Verónica Forqué) junto a los vecinos de Montepinar
A esto se le suma su actividad como mano derecha de la nueva alcaldesa, Mª Teresa Sáenz de Tejada (Verónica Forqué), que va a organizar una paella solidaria para ganar popularidad en el municipio. Como no podía ser de otro modo, Antonio Recio descubre que la paella será de marisco y hace todo lo posible por convertirse en el proveedor. Aunque, como es habitual, pondrá en algún que otro aprieto al concejal.
Javi y Fermín a punto de perder sus casas
La vida de la familia Maroto-Trujillo atraviesa uno de sus peores momentos. Lola (Macarena Gómez) ha abandonado a Javi (Antonio Pagudo) y está desaparecida, mientras que Estela Reynolds (Antonia San Juan) ha dejado a Fermín (Fernando Tejero) por un rico amante. Pero su situación sentimental no será el mayor de sus problemas, el banco les anuncia que si no pagan las dos hipotecas de sus respectivas casas las perderán.
Los nuevos inquilinos del Bajo A
El conflicto surgirá cuando Fermín decide alquilar el Bajo A a una pareja joven justo cuando Javi lo tiene vendido a una pareja gay. Ambos tendrán que conseguir desalojar el piso para poder realizar la venta. Fermín decide contarle a los inquilinos que el piso está embrujado, dando pie a divertidas y surrealistas situaciones. El espetero intenta invocar a su difunta madre a través de la ouija y así meterles miedo a los inquilinos para que se vayan de la vivienda. "Fuera de mi 'ogar", le dice el fantasma a Fermín.
Como curiosidad, la pareja de inquilinos está interpretada por Diana Palazón y Juan Díaz. Este último dio vida a Álex Guerra, el hijo de Isabel 'La Hierbas' (Isabel Ordaz) y Andrés (Santiago Ramos), en la serie 'Aquí no ha quien viva'.
Judith dispuesta a todo por ligarse a Javi
La psicóloga del edificio, Judith Becker, sigue perdida en la vida, aunque ahora cuenta con la compañía de su amiga y abogada Rebeca (María Adánez). Tras la desaparición de Lola, no parará hasta conseguir ligarse a Javi. La "guarrilla pelirroja" pasará por todo tipo de situaciones en las que estará dispuesta a insinuarse de mil maneras sin lograr demasiados resultados. ¿Qué pasará cuando vuelva Lola?
Judith dispuesta a todo por Javi
Conclusiones
'La que se avecina' vuelve con fuerza, nuevas incorporaciones y algunas bajas importantes. La ausencia de Antonia San Juan e Isabel Ordaz no beneficia a la loca comunidad que pierde a dos personajes clave, aunque Araceli regresará al final de la temporada. Además se han echado de menos las míticas reuniones de los "leones" en el bar Max & Henry.
La serie de Contubernio ha vuelto con sus altas dosis de surrealismo habituales pero, también, han profundizado en el drama humano, tal vez demasiado. Las comedias suelen estar cargadas de personajes con problemas que viven una situación algo dramática. Pero los vecinos han regresado con problemas más graves de los habituales, con un Amador Rivas que ahora es un indigente.
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Aún así, la serie sigue en plena forma y los nuevos capítulos prometen convertir la noche de los lunes en la más divertida de la semana. Se avecinan locas aventuras para los vecinos de Mirador de Montepinar.