TEMPORADA 6 CAPÍTULO 4

'Modern Family' 6x04: "Marco Polo"

Phil intenta divertirse con su familia aprovechando que tienen que abandonar su casa temporalmente.

Por Cèlia Gallego El 17 de Octubre 2014 | 14:40

Es casi un sacrilegio decir que 'Modern Family' tiene episodios malos, muchas comedias matarían por alcanzar el nivel de cualquiera de los peores, pero lo cierto es que con cuatro episodios emitidos la temporada todavía anda a medio gas. Dicho esto, hay que reconocer que esta semana se han puesto las pilas, y tras un episodio más bien mediocre como el de la semana pasada, "Marco Polo" es un gran avance.

Modern Family 6x04

Modern Family 6x04

Lo mejor de esta trama es que nos permite ver qué pasaría si Claire y Phil se separasen, algo con lo que la serie ha jugado bastante en el pasado ya que muy pocos parecían confiar en el futuro de su relación. Evidentemente Claire se quedaría con los niños y Phil acabaría como los divorciados deprimentes del hotel bebiendo chardonnay en vaso de plástico, llorando en la cama cada noche e intentando suplir la ausencia de Haley, Alex y Luke jugando a 'Marco Polo' con una familia nigeriana, congoleña, guatemalteca o lo que se tercie, con la esperanza de provocarles celos a sus hijos y así poder recuperarlos.

Como un trozo de carne

Precisamente los celos son el motor de otra de las tramas, la de Manny y su novia misteriosa. Como espectadora en esta ocasión me he sentido un poco como Gloria, pero sin ese amor de madre incondicional que le impide percibir a su hijo como lo hacemos los demás, porque era evidente que había gato encerrado en esa relación con Sam. Como a Gloria, lo que más me sorprendió fue que se tratase de una chica, pero es que además no era una chica cualquiera sino una realmente guapa, de último curso y con un Mustang descapotable. Demasiado bonito.

No es por ofender pero o Manny pasa por 'Cambio Radical' o dudo mucho que se vaya a encontrar en una situación así muy a menudo por lo que, por más que le duela sentirse utilizado y como un pedazo de carne, ya puede darse con un canto en los dientes. Además, seguro que las penas lo son menos con el whisky escocés de dieciocho años de Jay en el cuerpo, incluso si éste le recuerda a Sam.

El gafe en casa

Por último, tenemos a Cam saboreando las mieles del éxito (o en su caso, las sales rosas). El pueblo le adora por la racha de victorias su equipo pero eso le está llevando a perder un poco la cabeza con las supersticiones. Porque una cosa es no lavar una gorra, lo de las piezas de ropa que andan solas de lo sucias que están entraría dentro de lo normal, pero fingir que se le olvidan las llaves, golpearse el pie o tropezarse con los patines de Lilly a propósito ya pasa a ser una patología. Claro que, a partir de ahora, igual se replantea lo de repetir el ritual ante cada partido ya que, por lo visto, lo único que necesita es que Mitchell no esté en las gradas (ya sabemos de dónde le vino a Alex lo de su 'anti-mojo').

Recapitulando, 'Marco Polo' funciona mejor que la mayoría de episodios anteriores de la sexta temporada en parte porque el peso recae principalmente en los Dunphy, cuyas dinámicas siguen funcionando como un reloj suizo a pesar de que las cosas que les pasan las hayamos visto decenas de veces. Además, el episodio cuenta como siempre con un gran guión, diálogos divertidos, y con una Lily que vuelve a demostrar que es la más dura de la familia. Esperemos que esto sea un buen augurio y 'Modern Family siga subiendo y subiendo.