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La serie de AMC continúa su paso firme por la quinta temporada y lo hace con un buen tercer episodio titulado "Four Walls and a Roof". Los 43 minutos han estado cargados de dramatismo, despedidas y finales de ciclo que apenas habían empezado a despuntar. ¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿lo comentamos?
Los caníbales muerden el polvo
'The Walking Dead' ha regresado en el mismo punto donde lo dejamos en el capítulo anterior, con Gareth (Andrew J. West) comentando con Bob el sabor de la carne humana, como si fuera a importarle después de rebanarle un trozo de pierna. Aunque se guarda un plan mayor, vengarse de Rick por matar a su hermano y de Carol por asesinar a su madre.
Bob descubre lo que muchos temíamos cuando le vimos salir de la iglesia rumbo a ninguna parte: está infectado. Los caníbales no se sentirán muy cómodos al comer carne infectada, aunque tampoco parece impórtales demasiado. A partir de ahí se urgirá un plan que terminará con su destrucción, una trama que prometía tanto al comienzo de la temporada, ¿ya se ha acabado? ¿no habrá más caníbales?
Cuando dejan a Bob fuera de la iglesia los caníbales entran dispuestos a acabar con los supervivientes pero serán ellos los que muerdan el polvo cuando Rick (Andrew Lincoln) vuelva a la iglesia pegando tiros. Sin duda ya no son los tímidos individuos que salieron de Atlanta, se han convertido en una banda de asesinos en toda regla. Yo no estaría muy seguro si me encontrará con ellos cara a cara.
La despedida de Bob
Cuando Bob (Lawrence Gilliard Jr) aparece con la pierna cortada delante de la iglesia, saben que algo no va bien. "Four Walls and a Roof" como denomina Maggie a la casa del Señor, ha supuesto la pérdida de otro superviviente. Bob descubre su infección y las miradas de lastima y pena caen de manera pesada sobre él. Algo muy normal.
La actriz que interpreta a Sasha (Sonequa Martin-Green) ha demostrado un gran aplomo dramático en este capítulo, algo que habíamos pasado por alto hasta ahora. Su personaje empezó una 'relación' y se siente apenada, traicionada y muy confusa ante los acontecimientos que desatarán su muerte. Su despedida es la más emotiva y bonita y hay que reconocer que ella está impecable.
Al menos 'The Walking Dead' ha sabido darle un final redondo a este personaje, algo que choca respecto al triste desencuentro que hemos tenido con otros caracteres más importantes a lo largo de los años. Bob tampoco era tan destacado como para dedicarle parte del episodio y una despedida perfecta, algo que si podrían haber hecho con Andrea, Dale o Lori (por ejemplo).
El grupo vuelve a separarse
En medio de "Four Walls and a Roof" Abraham (Michael Cudlitz) ha hecho una declaración de intenciones: no quiere seguir allí. Desea proteger a Eugene (Josh McDermitt) a toda costa y cree que ese no es lugar ideal para hacerlo. Algo un poco incomprensible, ¿va a estar más protegido con 2-3 guardaespaldas que con un grupo completo? Yo creo que no.
Rick & cía. no quieren ir a Washington hasta el regreso de Daryl (Norman Reedus) y Carol, aunque no saben dónde han ido. Hacen un trato, lo que tendrá consecuencias complicadas para algunos personajes ya que supone la salida de Maggie (Lauren Cohan) y Gleen (Steven Yeun). Esperemos que no pierdan el protagonismo ganado a lo largo de sudor y esfuerzo a lo largo de los años.
La pareja se 'sacrifica' por el grupo y se marcha con ellos. A partir de ahora es posible que tengamos dos frentes en la serie, o incluso tres, una pena que después de estar juntos vuelvan a separarse y seguir caminos diferentes. Pero así es cómo funciona el apocalipsis zombi para 'The Walking Dead'.
¿El regreso de Daryl?
Michonne (Danai Gurira) vuelve a ser la guerrera amazona de siempre la vemos recuperar su espada. Ella será la encargada de reencontrarse con Daryl en el bosque en plena noche, pero ¿qué ha pasado en este tiempo? ¿vuelve solo? ¿está Carol (Melissa McBride) con él? ¿han encontrado a Beth? Suponemos que todas estas preguntas tendrán su respuesta en el siguiente capítulo.
