Ahora que ya han pasado unos días para digerir la noticia de papá Pfefferman, el séptimo capítulo de 'Transparent', titulado "The Symbolic Exemplar" se mueve en torno a la actividad de la comunidad LGTB "Trans Got Talent", en la que Maura cantará a dúo junto a su BFF Davina.
El nuevo look de Ali
Pero antes de llegar al número musical, vemos cómo la familia se prepara para esa mágica noche. Gracias a su amiga de 'Portlandia', Ali decide cambiar de imagen para impresionar a Paul, dejando de lado su look tomboy, convirtiéndose en una mezcla entre una chica pin-up, Sabrina en Nochevieja y una prostituta de carretera: labios rojos, chaqueta de flecos, botines y un buen corsé ajustado para marcar delantera.
Ali y Paul ponen solución a su problema
El día es largo, así que ambos van derechitos al hogar de Paul. Ahora ya entendemos por qué él siempre lleva camisas de leñador: vive en una casa-cabaña de madera perdida de la mano de dios. Con tal de excitarse y crear tensión, la pareja decide jugar al dominante y la obediente. Mientras Ali sigue órdenes, el barbudo de Paul descubre un monte de venus que hay que todavía está por podar. Hay que pasar el cortacésped.
Tras solucionar el asunto del matojo, toca ir de compras a un sexshop, en busca del consolador perfecto (pues recordemos que Paul todavía tiene genitales femeninos), el elegido: un rojo Sparkly Unicorn, todo muy apasionado.
Mientras tanto, en el nidito de amor de Sarah y Tammy, están de reformas con cambios de mobiliario. Mejor no hacer ningún comentario de las líneas en español de Melora Hardin, que parecen sacadas del tema "Salsa Tequila": "Bueno, bueno, me gusto. Quieros que ustedes pone esos en el truck, por favor". Aunque parece que Tammy ha decidido remodelar la casa de forma unilateral, algo que aunque a Sarah no le importa, seguramente no sentará nada bien a Josh.
Sarah, Ali y Josh mantienen una conversación
Sarah le da a la marihuana para llevar los problemas
En el peculiar encuentro entre los dos hermanos en una clínica, Sarah opta por no contarle nada a Josh sobre el tema. La hija mayor de los Pfefferman está pasando por demasiadas cosas, tras su separación sufre problemas de insomnio y necesita "medicina fumada" aka marihuana. Por lo que nada más salir de la consulta, ya comienza a fumar de su "medicina" adquirida. Se avecina desastre de noche en la que Pfefferman quiere que sus hijos estén a su lado.
Josh sufre impotencia debido a su padre
Mientras tanto, Josh sigue tonteando con Raquel, la adorable rabina que el hijo mediano no se merece. La pareja se da unos besos, pero Josh tiene que parar, tras un gatillazo. ¿Sigue sufriendo algún tipo de trauma sexual debido a la relación con su niñera o es la historia de su padre, que no se puede sacar de la cabeza, la responsable de ello? Parece que sigue sin superar la identidad sexual de su padre. Sea como sea, la nueva pareja decide que mientras él va a ver la performance de su padre, ella se quedará en casa cocinando. Todo muy moderno y tal.
Los primeros en llegar al certamen para apoyar a Maura son Tammy y una colocadísima Sarah, que luce una sonrisa de oreja a oreja; por si con los porros no tenía suficiente, decide mezclar con alcohol. Al poco llega Josh y, más tarde, Ali, que va acompañada de Paul, su nueva pareja, aunque lo abandona por un momento para charlar con sus hermanos, que están fumando "medicina", a quienes explica que está saliendo con un transexual no operado. Sin duda alguna, Josh nos ha dado la mejor frase del séptimo episodio, "The Symbolic Exemplar": "Eso significa que cuatro de los cinco Pfefferman preferimos los coños". Lo que deriva en un chiste un tanto fuera de tono sobre la madre de la familia y el pobre Ed.
Jeffrey Tambor, tan diva como Jessica Lange
Y llegó el gran momento de la noche, la actuación de Davina y Maura, para vergüenza de sus hijos. El tema elegido es "Somebody That I Used To Know", de Gotye, acompañado de una coreografía que podría bailar hasta un nonagenario. A pesar de ello, con este sorprendente número musical, Jeffrey Tambor es tan divaza como Jessica Lange en 'American Horror Story: Freak Show'. Ojalá un dúo de Maura Pfefferman y Elsa Mars, mataría por verlas cantar juntas.
Maura (Jeffrey Tambor) canta "Somebody That I Used To Know"
La actuación y las pintas de su mapá no parecen convencer a sus hijos, que poco a poco van abandonando mientras Maura canta. La primera en irse es Ali, que junto a Paul, el consolador rojo, lubricante y muchos nervios, mantienen una escena subida de tono en los baños del centro. Romántico, lo que se dice romántico, no es Paul. Es entonces cuando la pequeña se da cuenta de que la situación es muy extraña y que eso no va con ella, en el fondo Ali es una convencional.
Maura, dolida con sus hijos
La ausencia de los tres hijos al final de su número le causa un gran dolor a Maura: para una vez que les pide algo a ellos, éstos, cada cual más egoísta, son incapaces de hacer algo por su mapá. Maura se siente muy dolida y, por primera vez en 'Transparent', decide no irse a tomar unas copas con Davina. Con lo que Maura bebe, debe ser muy grave. Para superarlo, decide ir a ver a su ex-mujer.
Raquel se queda sola en la cena
Ante tal situación, un cabreadísimo Josh opta por ir a la antigua casa de su mapá para ver qué ha hecho Tammy en ella. Allí se encuentra con Bianca, la hijastra de Tammy y, -¡Oh, sorpresa!- el pichabrava de los Pfefferman cae rendido ante ella, mientras la rabina espera con la mesa puesta y la cena preparada. Cabreo monumental el de Tammy cuando llega a la morada.
La casa de Paul
Por otro lado, Ali vuelve a casa de Paul, pero, la casa es completamente diferente a la de la primera visita. Ya no es de madera, sino de ladrillos y su decoración rústica ha pasado a una más convencional. ¿Vimos en la anterior visión lo que la pequeña quería ver y no la realidad? ¿O el lugar al que fueron previamente se trata de otra casa? Yo me inclino a pensar en lo primero, su fascinación la cegó y la llevó a imaginarse cosas.
Y en 1994...
El aspecto de Ali en este episodio rompe completamente con su forma de ser. En un flashback de 1994 ya vemos que desde jovencita, la pequeña Pfefferman no era chica de vestidos, y tener que llevar uno en su bat mitzvah fue todo un gran problema. Aunque el vestido era sólo una excusa. Debido a su secreto, Morton era un hombre que daba bastantes libertades a sus hijos, ofreciéndoles lo que él nunca tuvo.
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