Melchor Miralles
"Te lo dicen como en las películas. 'Te brinco güey, nos chingamos a tu familia, puto, y te chingamos a ti, hijo de la gran chingada, te partimos la madre'. Tardé unos segundos en despertar. Para salir de dudas le pregunté qué quería. Quería dinero, pero no sólo eso: debía salir a la calle y subirme a un coche. Sentí un miedo indescriptible", ha contado Miralles.
El presentador y tertuliano de televisión consiguió alcanzar su móvil. "Me están secuestrando", susurró a su compañera de equipo Itsaso Gallego que se encontraba en la otra línea y, durante más de 40 minutos, dejó el micrófono de su móvil pegado al auricular del fijo para que pudiese escuchar las instrucciones que estaba recibiendo.
El objetivo de los secuestradores era boicotear el rodaje
"El tipo me hizo algunas preguntas sobre el documental. Respondí con evasivas. Quiso saber si yo estaba armado y me explicó que el coche me llevaría a comprar un móvil con tarjeta mexicana. Debía entregarles mi dinero y debía llevar las tarjetas de crédito. Mi obsesión era alargar la conversación", ha explicado el periodista.
El objetivo del secuestro era impedir que el equipo de rodaje pudiera subirse al tren conocido como La Bestia o Tren de la Muerte, donde los emigrantes que tratan de llegar a Estados Unidos desde México son atacados, extorsionados, mutilados o decapitados, entre otras cosas. El fin era que no se mostrase esta realidad.
La intervención de la policía mexicana
El equipo regresando a España
Sin embargo, Miralles se mantuvo frío y tras poder ir al baño, alegando que era ahí donde tenía la ropa, habló con su compañera Itsaso. El equipo bajó a la recepción del hotel donde acaba de llegar la policía. Tuvieron que estar 14 horas retenidos en el hotel, además de ser interrogados por la Policía de la Fiscalía de Delitos contra el Migrante. Después, fueron escoltados hasta el aeropuerto y pudieron regresar a España.
Aunque finalmente todo se ha quedado en un gran susto, este suceso ha tirado por tierra el documental, ya que aconsejan a Melchor Miralles y a su equipo que no regresen al país.